El Boyero de Berna es un perro grande y peludo que se ha venido popularizando en los últimos años como perro de compañía, gracias a su belleza y a su carácter amable. Si estás pensando en compartir vida con un ejemplar, conoce antes las curiosidades sobre el Boyero de Berna.
El «dürrbächle»
¿Sabías que el primer nombre del Boyero de Berna fue «dürrbächle»? Como primera de las curiosidades sobre el Boyero de Berna destacamos este nombre con el que se le designó en sus inicios.
Procede de la posada de Dürrbach de Riggisberg, localizada en el cantón de Berna, que era donde se veían habitualmente perros de esta raza. Con esta denominación participaron en distintas exposiciones caninas al inicio del siglo XX y se fundó el primer club canino de Dürrbach, que fue el inicio del estándar de la raza.
Fue a partir de la exposición celebrada en 1910 que se empezó a hablar del Boyero de montaña bernés. Esto impulsó su popularidad en toda Suiza y en la vecina Alemania, una popularidad que se ha ido incrementando hasta ser una raza difundida y apreciada por todo el mundo.
Los espolones del Boyero de Berna
Otra curiosidad sobre la raza Boyero de Berna que podemos resaltar es que, al igual que otras razas caninas, presenta espolones en las patas traseras. Los espolones, que pueden ser simples o dobles, son dedos que se encuentran en la parte de atrás de las patas delanteras, traseras o ambas, unidos a esta solo por piel y músculo.
Al quedar, digamos, colgantes, pueden engancharse y crear algún problema, aunque son muchos los perros que tienen espolones sin que les den más trabajo que tener que cortar las uñas con regularidad, ya que, al no contactar con el suelo, no se desgastan por sí mismas.
El estándar del Boyero de Berna indica que estos perros pueden tener espolones en los miembros posteriores, pero recomienda su eliminación. Hay que saber que es una práctica prohibida en algunos países. Por eso tendremos que consultar con nuestro veterinario de referencia, de ser el caso.
El color del Boyero de Berna
Los Boyero de Berna son perros que destacan por su pelaje abundante. Este es tricolor, combinando el negro con el marrón y el blanco. Pero la distribución de los tres colores no se deja al azar, ya que el estándar marca cómo deben disponerse estos colores. Es otra de las curiosidades sobre el Boyero de Berna que, en este caso, contribuyen a su belleza.
Así, el color de base de estos perros tiene que ser el negro azabache, con manchas de color marrón en las mejillas, encima de los ojos, en las cuatro patas y sobre el pecho. Pero, además, el color blanco va por la cabeza, simétricamente, formando una lista que baja y se ensancha hasta cubrir el hocico.
No puede ser tan ancha como para contactar con las manchas marrones de los ojos. El blanco también se extiende desde la garganta hasta el pecho. Se prefiere que también sean de color blanco los pies y la punta de la cola. El estándar admite, además, unas pequeñas manchas blancas en la nuca y en la zona perineal.
Historia del Boyero de Berna
El nombre con el que se conoce a esta raza nos hace señalar a Suiza como su país de origen. Pero, como curiosidad del Boyero de Berna, hay que saber que estos perros tienen sus antepasados en un lugar mucho más lejano: el Tíbet. Se cree que el Boyero de Berna desciende de un moloso que allí habitaba en la Edad Media.
La inteligencia del Boyero de Berna
Entre las curiosidades sobre el Boyero de Berna destaca su inteligencia. Según la lista elaborada por el psicólogo Stanley Coren en la década de 1990, esta raza ocupa un meritorio puesto 22 de un total de 79. Esta posición da cuenta de la gran capacidad de aprendizaje de estos perros.
Hay que saber que lo que Coren midió para confeccionar su listado fueron criterios como la obediencia de los ejemplares de cada raza, la velocidad con la que aprendían o las veces que necesitaban que se les repitiese un comando para ejecutarlo.
El precio del Boyero de Berna
Concluimos este repaso a las curiosidades sobre el Boyero de Berna con su precio. Si quieres hacerte con un ejemplar de esta raza lo primero que debes saber es que el importe a pagar va a ser distinto en función de si quieres un macho o una hembra, un cachorro y un adulto, un ejemplar con pedigrí, etc.
Por eso puedes encontrar variaciones. De media podemos hablar de unos 1200-1800 euros por un cachorro procedente de un criador responsable. Claro que podemos descubrir ofertas, pero, de querer un perro de esta raza, es mejor realizar una inversión que nos garantice la procedencia y la salud del animal.