Distinguibles fácilmente por la forma de sus cráneos, esta no es la única diferencia reseñable entre los Chihuahua cabeza de manzana y de venado.
Por eso, en este artículo nos hemos propuesto una misión: explicaros al detalle las características de cada variedad. ¿Te vienes a descubrirlas con nosotros?
Y es que, de esta raza, originaria de México, proceden algunos de los perros más pequeños – y adorables- del mundo.
El Chihuahua «cabeza de manzana»: cómo reconocerlo a simple vista
Para saber si tienes un Chihuahua cabeza de manzana ante ti, lo primero en lo que debes fijarte es en su peculiar cabeza ancha y redondeada. Esta debe tener una forma «amanzanada» vista de frente, siendo el tipo más habitual.
Los ejemplares de esta clase cuentan con ojos grandes y saltones, junto con un hocico corto que se conecta a la cabeza en un ángulo de unos 90º. La frente es protuberante y el cuerpo más largo que alto.
Son canes que tienen una altura media de entre 13 y 23 centímetros y un peso de 1 a 3 kilos. Muchos nacen con pequeñas zonas blandas en su parte superior, conocida como mollera o frontanela, que suele cerrarse conforme crecen.
Si bien el American Kennel Club (AKC) no reconoce específicamente esta variedad, sí indica que la cabeza «de manzana» es un rasgo distintivo de la raza. Por tanto, los ejemplares pueden competir en las exposiciones caninas.
Así es un Chihuahua cabeza de venado
Un Chihuahua cabeza de venado tiene un cráneo más bien estrecho y anguloso, con cierta similitud a la de un cervatillo. El hocico es más alargado y se une con una inclinación de unos 45 grados. Las orejas son grandes y sus ojos no son especialmente pronunciados. Su complexión es también más atlética.
Respecto al tamaño, estos canes pueden medir hasta 30 centímetros de altura y pesar unos 4,5 – 5,5 Kilos como máximo. ¡El doble que nuestros amigos «cabeza de manzana»!
Estos ejemplares, a diferencia de los primeros, no pueden competir en exhibiciones caninas oficiales, pues no cumplen con el estándar. La Federación Cinológica Internacional (FCI) considera, de hecho, que esta forma más estilizada es una falta.
Pese a ello, son muy queridos entre los famosos. ¿Os acordáis de Tinkerbell, el inseparable Chihuahua de Paris Hilton? Pues este can pertenecía a esta variedad. Los hemos visto igualmente en películas como Una rubia muy legal.
¿Qué diferencia una variedad de otra?
Más allá de la forma de la cabeza, los Chihuahua cabeza de manzana son más pequeños que los «cabeza de venado».
Esto permite que estos últimos tengan unas extremidades y un cuello más largos, por lo que su porte es más esbelto. Tienen también los ojos más separados.
Las molleras son menos frecuentes en esta variedad, lo que les protege mejor de posibles lesiones cuando son cachorros.
Asimismo, los Chihuahua cabeza de manzana suelen presentar mayores problemas de salud. En especial, dificultades respiratorias, colapsos de tráquea o ronquidos.
Tienen también una mayor incidencia de patologías dentales y oculares, por lo que requieren de un especial cuidado para evitar infecciones.
Pero estos canes tienen también mucho en común…
Pese a estas diferencias físicas, ambas variedades de Chihuahua comparten muchos aspectos comunes. Pueden ser de pelaje largo o corto, con una textura lisa y sedosa y colores que van del blanco a un tono canela e, incluso, negro.
En cuanto a carácter son bastante parecidos, pues ambos suelen destacar por su instinto protector y pillín por naturaleza. Leales, cariñosos y vivaces, seguro que, independientemente de si es un cabeza de manzana o de venado, terminarás adorándolos por igual.
Debido a su tamaño es importante tener cuidado con ellos, sobre todo en su etapa de cachorros. No dejes que suban escaleras o jueguen haciendo grandes sobreesfuerzos, así evitarás que puedan lastimarse sin querer.