El Galgo italiano es un estupendo perro de compañía que nos acerca las características típicas de los galgos, pero en un tamaño muy reducido. Si estás pensando en hacerte con uno, descubre a continuación las curiosidades de la raza.
Conoce al Galgo italiano
Por desgracia, el Galgo italiano, a pesar de que es un perro de excelentes cualidades y ostenta el título de galgo más pequeño del mundo, no está muy difundido fuera de Italia, su país de origen, donde tampoco abunda. Este hecho puede dificultar las posibilidades de conseguir un ejemplar.
Por otra parte, para los amantes de las razas antiguas, conviene saber que los inicios del Galgo italiano se remontan incluso hasta hace 6000 años. Este dato se basa en hallazgos de representaciones artísticas que, en Egipto, mostraban a un perro considerado sagrado y antecedente del actual Galgo italiano.
Temperamento del Galgo italiano
En general, los perros Galgo tienen fama de ser tímidos y asustadizos. Estas características también están presentes en el Galgo italiano, por eso se recomienda ofrecerle una buena socialización para acostumbrarlo a entornos y personas variados. Pero, además, este pequeño Galgo tiene tendencia a estresarse en ambientes en los que hay movimiento.
A pesar de que ellos mismos son bastante activos y les gusta correr, curiosamente en el hogar van a preferir la tranquilidad. Conviene proporcionársela para evitar provocarle estrés, que acabaría desencadenando problemas de comportamiento.
Cuidados del Galgo italiano
En primer lugar, si tenemos la oportunidad de conocer o convivir con un ejemplar de esta raza, nos llamará la atención su extrema sensibilidad. Con este término no hacemos referencia a su poca tolerancia al frío, sino a su carácter. Son perros muy sensibles, lo que hace que debamos ser muy cuidadosos en su manejo.
Así, no podemos educarlos de cualquier manera ni emplear gritos, castigos ni muchísimo menos violencia. Hay que intentar ser tan sensibles como ellos, tratarlos con delicadeza y siempre desde la educación en positivo a base de reforzar con recompensas los comportamientos que queremos que se repitan.
De lo contrario estaremos estropeando el vínculo de confianza que siempre tiene que establecerse entre el perro y su cuidador. En otras palabras, nos tendrá miedo. En este aspecto hay que controlar las interacciones con los niños, ya que, en algunos casos, pueden ser demasiado bruscos para la sensibilidad del Galgo italiano.
Las típicas orejas del Galgo italiano
El estándar de la raza marca unas orejas muy características y que reciben nombres curiosos. Se insertan muy altas, son relativamente pequeñas y están constituidas por un cartílago fino. Lo curioso es que se disponen plegadas sobre sí mismas y hacia atrás.
Además, cuando el perro muestra atención, las orejas se levantan desde la base, mientras que el lóbulo se dispone lateralmente y en horizontal. Esta posición que adoptan lleva a que se las denomine «orejas voladoras» u «orejas en hélice».
El Galgo que más corre
Hay que tener mucho cuidado si pretendemos dejar suelto a nuestro Galgo italiano. Debe estar perfectamente educado antes de que nos atrevamos a dar el paso de retirarle la correa. Lo decimos porque es realmente veloz. No tanto como los Galgos más grandes, pero sí alcanza una velocidad tremenda para un perro tan pequeño.
De ahí la importancia de evitar fugas, ya que podría echar a correr y nos resultaría imposible atraparlo si intentásemos perseguirlo. Por eso nunca hay que olvidar que, aunque de muy pequeño tamaño, es todo un Galgo que se ha llegado a usar en carreras.
La inteligencia del Galgo italiano
El Galgo italiano ocupa el puesto número 60 en el listado elaborado por el psicólogo Stanley Coren en la década de 1990. Hay que decir que su clasificación comprende 79 puestos, ordenados de mayor a menor inteligencia. En otras palabras, el Galgo italiano no destacaría como especialmente inteligente, pero hay que saber interpretar el trabajo de Coren.
Este se basa en calificar la inteligencia, digamos, funcional, según parámetros de obediencia. Valora las veces que necesita el perro que se le repita una orden para ejecutarla. El Galgo italiano requeriría bastantes repeticiones para hacer lo que se le pide. Podríamos decir que es un perro algo distraído que va a demandar más trabajo por nuestra parte.
Por eso sería más recomendable que tuviésemos alguna experiencia previa en el manejo de perros y conocimientos de psicología canina antes de decidirnos a compartir vida con un Galgo italiano. Hay que recordar que su educación, además de perseverante, debe ser delicada para no dañar su sensibilidad.
Precio del Galgo italiano
Conseguir un Galgo italiano de pura raza no es precisamente económico, quizás porque no están demasiado extendidos ni fuera ni dentro de su país de origen. Los cachorros pueden llegar a superar por bastante los 1000 euros. Si nos decantamos por un ejemplar ya adulto, podremos encontrarlo por menos dinero.
Es cierto que es posible adquirir un Galgo italiano barato, pero normalmente estos perros proceden de particulares o criadores poco profesionales. La recomendación, si estamos empeñados en comprar, es acudir siempre a criadores serios para garantizar la salud de los perros y evitar su explotación por personas sin escrúpulos.