El Ocicat

Los Ocicat son gatos domésticos con el manto de un felino salvaje: el ocelote. Pero no tienen nada de silvestre. Al contrario, son gatos muy cariñosos y juguetones que viven felices en compañía humana, aunque todavía no están muy extendidos.

Datos básicos

Historia y origen del gato Ocicat

La raza Ocicat procede de los Estados Unidos. Se inicia cuando una criadora cruza un gato Siamés con otro que, a su vez, era ya mezcla de Siamés con Abisinio. El resultado fue un gatito cuya originalidad estaba en el manto. Este era moteado como el del ocelote. De ahí que su nombre se forme al juntar las palabras «ocelote» y «cat», «gato» en inglés.

Este gatito no tuvo descendencia, pero sirvió de impulso para desarrollar la raza, buscando su manto. Así, en su origen se encuentran cruces con abisinios, siameses, maus egipcios o gatos americanos de pelo corto hasta que se consiguieron gatos con las características deseadas. Es una raza de reciente aparición, pues esta se data en la década de 1960.

Pero no se admitió como raza hasta finales de 1980. La Federación Internacional Felina lo incluye en la categoría III, que es la que corresponde a gatos de pelo corto. En la actualidad su presencia se centra sobre todo en su país de origen, siendo más raro fuera de los Estados Unidos.

Rasgos físicos del gato Ocicat

Se trata de un gato de complexión fuerte y musculada, a la vez que atlética y elegante. El pecho es ancho. Las patas son medianas y fibrosas. Los pies son compactos y de forma ovalada. En cuanto a la cabeza, el hocico es ancho y cuadrado. Los ojos están perfilados en negro. Son grandes y de forma almendrada. Se admiten diferentes colores.

Las orejas son de talla media y anchas en la base. La cola es larga y se afina hacia la punta. Esta es de color negro. Pero su seña de identidad es el manto. El pelo es corto, fino, liso y satinado, con reflejos relucientes y bandas de color. El color base tiene que ser más claro en la cara, el mentón y el maxilar inferior.

Tiene dibujada una M característica en la frente. Su manto moteado es lo que le confiere un aspecto silvestre. Las motas tienen que estar bien marcadas. Son más oscuras en la cara, las patas y la cola. Se admiten diferentes colores como el marrón, el azul o el canela.

Comportamiento y conducta del Ocicat

Aunque su aspecto pueda recordar al de un felino silvestre, lo cierto es que el Ocicat o gato ocelote no tiene de salvaje nada más que su apariencia. Es un gato completamente doméstico y de carácter equilibrado y curioso. Muy inteligentes, son capaces de aprender a abrir puertas de la casa o de armarios. Hay que extremar la seguridad con un Ocicat en casa.

Se adaptan perfectamente a la vida en familia y toleran la presencia de niños y de perros. Además, son gatos muy cariñosos y sociables con sus cuidadores. De hecho, no les gusta pasar tiempo solos y necesitan la interacción y el vínculo con su familia. En cambio con sus congéneres pueden aparecer algunos problemas de convivencia.

Se minimizan con unas pautas de presentación adecuadas. Con los desconocidos pueden ser algo tímidos. Son también gatos activos y juguetones. Pueden mostrar una marcada personalidad, con lo que llegan a ser tozudos a la hora de seguir nuestras indicaciones. No es nada extraño oírlos maullar para comunicarse.

Consejos para cuidar a un Ocicat

Dada su necesidad de juego y actividad, es bueno que disponga de un espacio que le permita jugar, correr, saltar y trepar. Hay que prepararle un entorno que cuente con mobiliario colocado en distintas alturas, rascadores horizontales y verticales, juguetes, escondites, etc. para que pueda desplegar la actividad necesaria para su bienestar.

Entre sus juguetes podemos incluir aquellos de inteligencia que permitan estimularlo a nivel mental y también sirvan para que interactúe con nosotros. La alimentación debe estar basada en proteínas de origen animal, procedentes de la carne o del pescado. Se recomienda una dieta húmeda o mixta para asegurar la ingesta adecuada de líquidos.

Los gatos suelen beber poco, por eso si comen solo pienso pueden no cubrir sus necesidades hídricas. La dieta tiene que ser adecuada a su etapa vital y hay que respetar la ración diaria. Su manto apenas requiere cuidados. Bastará con cepillarlo de vez en cuando. No les gusta estar solos, por eso no son una raza adecuada para quien no esté en casa.

Prevención de enfermedades del Ocicat

En general, estamos ante una raza saludable. No se han notificado enfermedades a las que estos gatos sean más propensos. De todas formas, al tratarse de una raza reciente puede que se detecten patologías con el transcurso de los años.

En cuanto al aspecto psicológico, no toleran bien la soledad. Por eso, si se quedan solos muchas horas de manera habitual es probable que manifiesten estrés. Lo notaremos como problemas de conducta tipo eliminaciones inadecuadas o agresividad. Este problema puede reducirse sin convive con otros animales en el hogar.