El gato Bengalí o de Bengala llama la atención nada más verlo por el aspecto de felino salvaje que nos ofrece su espectacular manto. Pero, en realidad, son gatos completamente domésticos, cariñosos, juguetones y, eso sí, muy activos.

Datos básicos

  • Peso: 5-6 kg. Los machos pueden llegar a alcanzar los 9 kg.
  • Tamaño: mediano-grande.
  • Esperanza de vida: 10-15 años.
  • Ideales para: amantes de los gatos.

Origen del gato Bengalí

El Bengalí es una raza de origen híbrido, fruto de un cruce fortuito entre un gato doméstico y una hembra del gato salvaje conocido como leopardo asiático. Los programas de cría de esta raza se han desarrollado en los Estados Unidos, de ahí que se considere su origen americano.

La intención de los criadores era conseguir un gato completamente doméstico, pero con el manto típico del leopardo. Para ello, desde la década de 1960 se realizaron cruces hasta establecer la raza. Como en otros híbridos, existe controversia en cuanto a su tenencia. Si mantienen características salvajes, no serían aptos para una vida doméstica.

A este respecto, hay que tener claro que los gatos Bengalí no son gatos salvajes, por lo que pueden convivir en los hogares humanos. Esto se debe a que los cruces actuales se realizan ya con gatos domésticos, por lo que no hay riesgo de que los nuevos gatitos se comporten como gatos salvajes. Para garantizarlo, es importante verificar la procedencia del gato.

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Rasgos del gato de Bengala

De cuerpo alargado, con aspecto fuerte, musculado y robusto, a la vez que ágil y atlético, su cabeza es ancha y rodendeada, al igual que las mandíbulas. Los ojos son de tamaño grande y forma almendrada. Su color es el amarillo verdoso. Las orejas son puntiagudas y de tamaño pequeño y base ancha. La cola es gruesa, afinándose hacia la punta.

Pero si el Bengalí destaca por algo es por su espectacular pelaje de gato salvaje. Presenta un manto corto, siendo algo más largo en los gatitos. Es grueso, brillante y de tacto suave. El patrón es atigrado y se encuentra en diferentes colores base, como marfil, crema, amarillo, dorado o naranja. Las manchas o rosetas se admiten negras, chocolate o canela.

Es obligatorio, según el estándar, que sea negra la punta de la cola y las almohadillas. La zona inferior del cuerpo, incluyendo barbilla, pecho, abdomen y patas, es de una tonalidad clara, entre el crema y el blanco. El criterio estético, es decir, la belleza de su manto, ha sido el objetivo a la hora de desarrollar y establecer esta raza.

Comportamiento del gato Bengalí

El Bengalí es un gato activo, extrovertido y, como todos los gatos, muestra una gran curiosidad. Además, son felinos cariñosos e inteligentes. Les encanta jugar y les gusta hacerlo en compañía, por lo que van a necesitar de nuestra atención.

Se apegan mucho a su familia y esta puede extenderse a otros animales, ya sean de su especie o de cualquier otra. En general, son gatos sociables y aceptan bien la presencia de niños. También disfrutan saltando, trepando y corriendo. Como curiosidad, mantiene las aptitudes para la natación de su pariente salvaje.

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Cuidar a la raza Bengalí

Su manto no requiere excesivos cuidados, más que cepillados de vez en cuando. Las orejas, los ojos, la boca y las uñas deben ser examinados regularmente para limpiar, cortar o intervenir cuando sea necesario. Como les gusta jugar con nosotros, cada día debemos reservarles un tiempo de atención en el que compartir juegos.

Podemos comprar distintos juguetes o hacerlos nosotros mismos. El Bengalí apreciará, en especial, aquellos que estimulan su inteligencia. Admite el aprendizaje de trucos. Debido a su gusto por el agua podemos ofrecerle la oportunidad de remojarse. Para mantenerse en forma necesita espacio donde correr y rascadores o muebles elevados a los que trepar.

Es imprescindible que pueda ejercitarse. No olvidemos prestar atención a la alimentación. Como carnívoro que es necesita un menú compuesto, sobre todo, a base de proteínas de origen animal. Si optamos por el pienso, hay que combinarlo, mejor cada día, con comida húmeda para garantizar una correcta hidratación y evitar problemas de salud.

Salud y enfermedades del Bengalí

En general, el Bengalí es un gato sano, aún así hay que acudir a controles veterinarios periódicos, sobre todo para prevenir y actuar rápido ante cualquier patología. Aunque viva en el interior del hogar sin salir o contactar con otros animales, nosotros mismos podemos llevar parásitos y patógenos a casa.

Por eso hay que mantener, a lo largo de toda su vida, un calendario de desparasitaciones internas y externas y de vacunaciones adecuado a sus circunstancias vitales. Sí se ha detectado en la raza una enfermedad de origen genético que afecta a la retina y puede llegar a causar ceguera.

También destacan problemas de corazón como la miocardiopatía hipertrófica, en la que las paredes del corazón se engrosan, y cierta propensión a la peritonitis infecciosa, una enfermedad vírica potencialmente mortal.