El Mastín inglés o Mastiff es un perro de físico espectacular, fuerte y potente. Estas cualidades son las que forjaron su remoto pasado en la defensa, el combate y el ámbito militar. A día de hoy permanece como perro de familia, aunque ha perdido popularidad.
Datos básicos
- Altura: 70-76 cm.
- Peso: 79-86 kg. Algunos ejemplares superan los 100 kg.
- Esperanza de vida: 10-12 años.
- Ideales para: personas con experiencia en el manejo de perros de tamaño grande.
Historia del Mastín inglés
Como nos indica su nombre, el Mastín inglés procede del Reino Unido. Sus orígenes se pierden en tiempos remotos. Tanto que se cree que sus ancestros existían hace 2000 años. Se desarrolló con la intención de obtener un perro guardián. En la actualidad, tantos siglos después, continúa desempeñando esta función. Pero, además, es un perro de compañía.
En sus orígenes se exportó a Roma para explotar sus facultades de perro militar y de combate contra toros, osos y otros perros. Se piensa que se extendió hasta Asia. Pudieron trasladarlo comerciantes mediterráneos y fenicios o los que se desplazaban por los Urales y el norte de Europa. A lo largo de su historia ha contribuido al desarrollo de otras razas.
Entre ellas destaca el Bullmastiff, de características similares y también originario del Reino Unido. Se cree que el nombre mastín procede de la palabra inglesa masty cuyo significado es poderoso. Un término perfecto para describir al Mastín inglés. Hoy en día es poco común encontrarlo tanto en el Reino Unido como fuera. También se llama Old English Mastiff.
Características físicas del Mastín inglés
Lo primera característica que llama la atención del Mastín inglés es su imponente tamaño. Se trata de una raza gigante. Es de los perros más grandes del mundo. Su cuerpo es enorme, corpulento, ancho y musculado. La cabeza es fuerte y de hocico ancho. Tiene los ojos de color oscuro.
En cuanto a sus disposición, se encuentran bien separados. Las orejas son, en comparación con el resto del cuerpo, pequeñas. Son gruesas y de inserción alta. Las patas delanteras están bien separadas. Los pies son grandes y redondeados. Los dedos están bien arqueados y poseen unas uñas negras.
La cola es ancha en su base y va estrechándose hacia la punta. El manto se presenta en varios colores como el albaricoque, el plateado o el atigrado oscuro. La cara y las orejas son siempre oscuras. El pelaje se distribuye en dos capas. La externa es corta. La interna es la que le confiere protección contra las temperaturas más frías.
Temperamento del Mastín inglés
El Mastín inglés mantiene las cualidades por las que fue criado. Así, va a mostrarse como un buen perro guardián. En general, no es una raza que dé excesivos problemas. Pero, debido a su tendencia a la protección podría generar algún conflicto si no se ha socializado ni educado convenientemente. Es habitual que cuide de su familia.
Por esta característica y, sobre todo, por su tamaño gigante, en ningún caso es un perro para principiantes. Su tremenda fuerza lo hace difícil de controlar. Por eso resulta imprescindible ser capaz de mantenerlo bajo control en cualquier circunstancia. Bien educado, con los suyos será tranquilo, fiel y tolerante con los niños.
Cuidados básicos para la raza
A pesar de su gran tamaño, el Mastín inglés ha conseguido adaptarse a la vida en la ciudad. De esta forma es posible mantenerlos en un apartamento. Pero lo cierto es que prefiere los espacios amplios. Por ello una casa es mucho mejor opción vital para estos ejemplares.
Otra ventaja es que tolera tanto los climas cálidos como las temperaturas más bajas. Y, además, su manto corto apenas requiere cuidados. Cuando nos decidimos a adoptar a un perro de un tamaño tan grande como el Mastín inglés debemos ser conscientes de los elevados gastos que conlleva su mantenimiento.
Solo la comida ya constituye un importe considerable, pues ingiere grandes cantidades. Por último, debemos prestar atención si tenemos que cortarles las uñas. La coloración oscura impide visibilizar el nervio y, si lo cortamos, se producirá un sangrado.
Principales problemas de salud
Es fácil que esta raza caiga en problemas de sobrepeso o de obesidad. Les gusta comer, necesitan mucha comida, pero eso no implica que tengamos que sobrealimentarlos. Es básico escoger una dieta de calidad, especialmente durante la etapa de cachorro, para evitar alteraciones en el crecimiento.
Hay que respetar las cantidades diarias recomendadas y no excederse en recompensarlos con alimentos o en ofrecerles sobras de nuestro plato. Su constitución los hace propensos a problemas de articulaciones, como la artrosis, o de huesos, como la displasia de cadera. Estas alteraciones se ven agravadas por un peso demasiado alto.
Otro problema de salud que puede derivar de su tendencia a la ingesta voraz de comida es la torsión de estómago. Se produce tras ingerir alimentos demasiado rápido o antes o después de hacer ejercicio intenso. También puede suceder al beber agua en abundancia. Se trata de una urgencia que puede resultar mortal.