Los cachorros de Pastor Alemán van a requerir, básicamente, las mismas atenciones que cualquier otro cachorro, pero presentan algunas particularidades que debemos tener en cuenta para garantizarles los mejores cuidados.
¿Cuándo adoptar un cachorro de Pastor Alemán?
No debemos adoptar perros antes de, como mínimo, las ocho semanas de vida. Esto es así porque durante esta etapa se produce un importante proceso de socialización con la madre y los hermanos, de los que va a recibir enseñanzas fundamentales.
El equilibrio psicológico del animal no solo depende de ello, pero sí es un factor trascendental que va a ayudar a prevenir problemas de comportamiento futuros. Es la base para disfrutar de un perro equilibrado.
La llegada del cachorro a casa
Es importante que el pequeño reciba una buena impresión de la que será su nueva familia. Para ello, todos los miembros, niños incluidos, deben entender que un cachorro no es un juguete. Si son de corta edad es básico que vigilemos sus interacciones con el recién llegado, pues no son capaces de entender que un perro no es un peluche.
Un cachorro que recibe malos tratos puede convertirse en un adulto agresivo y mordedor, lo que supone un grave problema al tratarse de un perro que, al crecer, alcanzará un tamaño y una fuerza considerables. Por otra parte, los adultos de la casa tienen que saber que un perro no puede ser tratado como si fuese un niño.
Todas las personas que vayan a convivir con el perro deben llegar a un consenso sobre las normas que van a regir la vida del animal. Por ejemplo, hay que decidir si puede estar en todas las estancias de la casa o solo en algunas, dónde va a dormir, qué va a comer, etc. Establecidas las normas, todos los miembros del hogar tendrán que respetarlas.
Vacunación y desparasitación
Antes de introducir al cachorro en casa es recomendable acudir a una revisión veterinaria. Este profesional comprobará que el pequeño se encuentra en buen estado y nos marcará el protocolo más adecuado de desparasitaciones internas, externas y de vacunaciones.
Además, responderá a todas nuestras dudas. Recordemos que los parásitos pueden llegar a afectar a los seres humanos y que, sin terminar las vacunas, los cachorros no deben salir de casa, pues podrían contraer graves enfermedades. También podemos aprovechar la visita para implantar el microchip.
¿Cuándo comenzar el adiestramiento?
Es muy importante que los perros manejen una serie de órdenes que faciliten su convivencia en sociedad y lo tranquilicen en situaciones estresantes. En ellas, escuchar un «sienta» o un «quieto», que serán palabras que sí entienda, le permiten mantenerse centrado al saber qué se espera de él.
Dada la complexión y la inteligencia del Pastor Alemán, el adiestramiento básico es imprescindible. No hace falta que aprenda trucos circenses pero sí órdenes fundamentales. La educación puede comenzar ya a los dos meses. En muchas localidades existen clases para cachorros que ayudan a los cuidadores a entender a su perro y a este a socializarse.
El entrenamiento debe completarse con la realización del suficiente ejercicio, ya que es un perro que necesita quemar energía. Puede vivir en un apartamento siempre que disponga de actividad suficiente. Igualmente, estar en una gran finca no implica que no tenga que salir.
Alimentación
En los perros de gran tamaño es, si cabe, más importante prestar atención a la dieta que le ofrecemos desde cachorro. Independientemente de que optemos por pienso, alimento húmedo o comida casera, nuestro objetivo debe ser la calidad de los ingredientes y la adaptación a esta etapa de rápido crecimiento.
Recomendamos comenzar con Puppy Gourmet hasta los seis meses de vida y cambiar a Maxi Junior, hasta los catorce – dieciséis meses de vida, cuando ya cambiaremos a un pienso para perros adultos de tamaño grande cómo Large Breed Gourmet.
También es fundamental que respetemos las raciones, ya que el Pastor Alemán tiene tendencia al sobrepeso. Una buena alimentación nos garantiza crecimiento, buen estado de las articulaciones y hace innecesarios los suplementos. Estos solo pueden suministrarse por prescripción veterinaria. En caso contrario incluso podrían resultar contraproducentes.
Cuidados del manto
Desde pequeño, debemos acostumbrar a nuestro Pastor Alemán a ser manipulado y una buena manera de hacerlo es mediante el cepillado. Con un cepillo adecuado, para lo que nos puede aconsejar el veterinario o el peluquero canino, acostumbraremos al perro a este procedimiento.
Primero en sesiones cortas, repasaremos con el cepillo su cuerpo, comenzando por el lomo y terminando en la zona ventral, que es más delicada. De esta forma ayudamos a eliminar el pelo muerto, lo que es especialmente importante durante la muda, que puede ser muy intensa en esta raza.
Juguetes
Realizar actividades con nosotros suele ser el juego favorito de los cachorros, pero también podemos ofrecerles distintos juguetes, siempre específicos para perros para asegurarnos de que son seguros. Los juguetes de goma dura o los denominados kong son buenas opciones. Las pelotas de tenis no se recomiendan porque resultan abrasivas para la dentadura.
Ojo a la displasia de cadera
Los perros Pastor Alemán son muy propensos a padecer displasia de cadera, una patología debida a la mala articulación entre el fémur y la cadera. Se agrava cuando el perro consume una dieta muy alta en calorías durante su etapa de cachorro, ya que un aumento rápido de peso incrementa el esfuerzo que debe realizar la cadera.
Ejercicios inadecuados como saltos desde alturas o ponerse a dos patas pueden desencadenar síntomas de displasia como dolor, andares extraños, salto como el de los conejos, además de cojera. Estos aparecen entre los 4 y los 12 meses. Se diagnostica con radiografías y el tratamiento puede ser farmacológico o quirúrgico.
Las orejas
Debemos saber que es normal que los cachorros de Pastor Alemán tengan las orejas caídas. Entre los seis y los nueve meses notaremos como se les van levantando sin que tengamos que hacer nada más que proporcionarles una alimentación de calidad.