Un perro feliz es aquel capaz de llevar una vida plena. Pero, para que pueda lograrlo, nosotros también tenemos que poner de nuestra parte. La educación que reciba desde pequeño y el trato que le demos en el día a día harán que se sienta querido y en armonía. En este artículo os hablamos de todo ello y os damos algunos consejos para tener un perro equilibrado. ¿Os quedáis? ¡Pues bienvenidos!
Un can equilibrado es aquel que conoce las reglas
La primera recomendación a seguir implica establecer pautas de conducta claras desde cachorro. Para ello debes ser consecuente con las normas que le enseñes: no le prohíbas algo y al día siguiente se lo permitas, pues de esta manera no sabrá qué está bien y qué está mal.
El resultado será que cuando le regañes, no entenderá por qué lo haces y se frustrará. Las reglas que le impongas le brindarán seguridad y evitarán que desarrolle comportamientos desagradables.
Ten paciencia durante su educación
La educación de un can se basa en la paciencia. Si te enfadas, le gritas o – peor aún – le pegas, nunca te ganarás su confianza. Puede ser que logres que te haga caso, pero actuará guiado por el miedo, algo que puede transformarse en agresividad.
Además, es muy importante utilizar siempre el mismo tono y las mismas palabras cuando le enseñes algo nuevo. Por ejemplo, no utilices las órdenes “Quieto” y “Stay” indistintamente, pues lo confundirás.
Enséñale a reconocer quien es el jefe de la manada
Los perros que identifican su rol dentro del grupo familiar son menos propensos a mostrar signos de ansiedad y estrés. Los canes deben saber desde el primer momento que, en la vida doméstica, son seguidores y no líderes.
Algunas de las técnicas para demostrarle tu superioridad son evitar que intente salir primero a la calle o asegurarte de que come después de ti. Es muy importante que los roles estén bien diferenciados; sobre todo con razas dominantes, que en un intento por hacer valer su criterio pueden mostrar comportamientos agresivos.
Dale importancia a su comodidad
Los perros necesitan descansar de manera adecuada para mostrar toda su energía y cariño con la familia. Elige un lugar cómodo, seco y tranquilo dónde se sienta siempre a gusto. Muchos perros no llevan muy bien dormir a la intemperie y es algo que puede afectar su comportamiento. Después de todo, ¿cómo te sentirías tú si tuvieras que dormir incómodo?
Nada como un paseo para tener un perro equilibrado
La salud mental de un can está íntimamente conectada con su salud física. Muchas razas necesitan una gran dosis de actividad para realizarse. Hablamos de perros como los pastores, los border collie o los doberman, que necesitan largos paseos a diario.
Estas salidas, además, son muy útiles para afianzar vuestra relación y también para la socialización canina, que es un aspecto clave para lograr un perro equilibrado. Al relacionarse desde pequeño con humanos y congéneres, se sentirá más seguro dentro de su entorno. Esto es básico para evitar cualquier desviación en su comportamiento.
Nunca olvides que tu perro es un perro
Por otra parte, si son tratados como humanos, los canes nunca alcanzarán conductas equilibradas. En primer lugar porque están siendo forzados a actuar de una manera diferente a la que les dicta su temperamento animal, algo que tarde o temprano afectará su comportamiento.
Al humanizar a un perro, lo que haces es satisfacer tus necesidades y no las suyas. Los canes no se sienten mejor por comer en la mesa junto a ti o por vestir ropa mona. Recuerda que un perro en plenitud es aquel que puede ser libremente lo que su instinto le pide.
Finalmente, recuerda observarlo siempre con atención para detectar pronto cambios de conducta que puedan estar relacionados con alguna enfermedad o molestia. La principal manera de cuidar a tu perro es hacerle caso y, por supuesto, brindarle cariño. Esta es, en definitiva, la mejor receta para que nuestros canes vivan contentos y felices a nuestro lado.