De origen canadiense, es uno de los perros más populares de toda Norteamérica, compartiendo podio en su región con el Terranova o el Husky.  Su temperamento es agradable y destaca por su gran versatilidad. Lo cierto es que no faltan motivos para abrirle las puertas de tu hogar. ¿Quieres saber más? Descubre otras curiosidades de la raza Labrador Retriever en el siguiente post.

1 – Descienden de una raza llamada Perro de Aguas de San Juan

Se trata de una variedad ya extinta, propia de la isla Terranova, al norte de Canadá. El Perro de San Juan (St John, en inglés) desciende de perros de agua portugueses e irlandeses que llegaron a la zona junto con los primeros colonos europeos. Con el tiempo los ejemplares se fueron diferenciando en dos líneas principales, que luego darían origen a las razas Terranova y Labrador Retriever; esta última de contextura media y más ágil.

2 – Su primera función fue como pescadores

Por sus grandes dotes de nadador, en sus orígenes se dedicaban a asistir a los pescadores canadienses. Recogían redes de pesca, buscaban anzuelos o sogas caídas en el agua y hasta podían recobrar peces que escapaban de las redes. Aún hoy mantienen esta atracción por lo acuático, por lo que disfrutaran dando paseos con chapuzón en el río, en la playa o en la piscina.

3 – Son, probablemente, la raza más querida del mundo… ¡y con razón!

Muchas personas alrededor del mundo comparten su amor incondicional por esta raza. La lealtad, junto a la inteligencia y a la sociabilidad que demuestran con personas y animales hace que sean muy queridos. Además, tienen un carácter cálido y tranquilo. Quienes conviven con un Labrador no suelen cambiar de raza, pues estos perros conquistan a los humanos con sus grandes cualidades.

4 – Tienen una forma muy particular de comunicarse

Gracias a su agilidad mental y a su memoria aprenden a comunicarse enseguida con las personas. Por eso, es habitual ver a un Labrador frente a un grifo cuando tiene sed o que lleve él mismo la correa cuando quiere salir a pasear. Asimismo, tienen un sexto sentido para detectar si una persona necesita algo. Es por ello que son una buena opción para acompañar a personas con necesidades especiales o para ejercer como perros de terapia.

5 – Les encanta pasar tiempo junto a los niños

Juguetones por naturaleza, los Labradores encuentran en los niños unos compañeros de juegos y travesuras ideales. Son canes sociables por naturaleza, así que, si quieres invitar a los amigos de tus hijos a casa, podrás hacerlo sin problemas. De hecho, es probable que se sume a la diversión como uno más.

6 – No son buenos como perros guardianes

Amigables y poco territoriales, los individuos de esta raza no están indicados para labores de vigilancia y protección del hogar. Son demasiado simpáticos con todo el mundo. Si a ello se suma que no se llevan bien con la soledad, será mejor que optes por otra variedad si andas buscando a un buen guardián.

7 – Adoran masticar cosas

Por su herencia de perros cobradores, tienen una tendencia innata a meterse cosas en la boca o a mordisquear objetos, especialmente cuando son cachorros. El entrenamiento en obediencia resulta fundamental para evitar este comportamiento y conservar en buen estado tus pertenencias. Además, es peligroso por el riesgo de asfixia que implica.

8 – Son perros muy glotones, pero por causas naturales

Los Labrador Retriever disfrutan de la comida y les encanta atiborrarse de todo lo que encuentran cerca. Por eso ganan peso con facilidad. Investigaciones recientes indican que los individuos de esta raza sufren una mutación en sus genes que afecta a ciertas neuronas relacionadas con la saciedad. Una buena forma para evitar la obesidad es limitar el uso de chuches como premio y establecer rutinas ordenadas para las comidas.

9 – Poseen grandes reservas de energía

Aunque suelen ser tranquilos en casa, necesitan actividad física diaria. Si quieres que se mantengan equilibrados deben practicar ejercicio al menos durante una hora por jornada. A medida que crecen su temperamento suele calmarse, pero nunca pierden de todo este ímpetu. Los paseos diarios y los juegos en el patio resultan imprescindibles cuando compartes tu vida con un Labrador; sobre todo si no deseas ver tus zapatillas u otros objetos valiosos mordisqueados en un rincón.

10 – Su olfato privilegiado permite detectar enfermedades como cáncer o coronavirus

No es un sabueso, pero los ejemplares de Labrador Retriever cuentan con un sentido del olfato finísimo. Por eso, es habitual verles junto a las fuerzas de seguridad en la detección de sustancias ilegales, en la identificación de las causas de un incendio o en labores de salvamento. Al combinar su olfato con un carácter sociable son también una buena opción para la detección de algunas enfermedades en sus etapas tempranas. Por ejemplo, cáncer. Además, un estudio de la Universidad de Helsinki (Finlandia) está utilizando Labradores en un proyecto que busca detectar el Covid -19 a través de canes.