La coccidiosis es una enfermedad parasitaria que causan los coccidios cuando se alojan en el sistema digestivo del gato. No siempre provocan síntomas, pero, en los casos en los que sí hay cuadro clínico, este puede ser de gravedad.

Coccidios en gatos

Los coccidios que desencadenan la coccidiosis son protozoos que suelen ubicarse con preferencia en el intestino delgado. Hay varias especies que se pueden alojar en el gato, como son las del género Isospora, muy comunes y que no infestan a los seres humanos. Otro coccidio mucho más conocido es el Toxoplasma.

Este sí se puede transmitir a las personas y es especialmente peligroso si lo contrae una mujer embarazada debido a los daños que llega a producir al feto. De todas formas conviene insistir en que el contagio a las personas suele darse por el consumo de alimentos mal lavados y no por el contacto directo con los gatos.

Los coccidios son más comunes en gatos que viven en condiciones de higiene deficientes, en instalaciones con muchos más compañeros o se encuentren malnutridos, muy estresados o debilitados por alguna otra afección. Por su vulnerabilidad, los gatitos también pueden verse más afectados, sobre todo los que tienen menos de seis meses de vida.

Cómo se contagia la coccidiosis

Los coccidios eliminan en las heces sus formas infectivas, por eso es el contacto con ellas y con el ambiente que han contaminado lo que propicia la transmisión. Es necesario limpiar y adoptar todas las precauciones higiénicas para el manejo seguro de las deposiciones.

Síntomas de coccidiosis en gatos

Al afectar al sistema digestivo, los síntomas característicos van a originarse a nivel gastrointestinal. Así, destacan signos clínicos como los siguientes, que son siempre motivo de consulta veterinaria:

  • Diarrea muy líquida y profusa que puede contener sangre. Se presenta de manera crónica o aguda. En los casos más graves, sin atención veterinaria el gato llega a fallecer.
  • Vómitos.
  • Pérdida del apetito.
  • Adelgazamiento.
  • Deshidratación, ya que el gato pierde más líquidos por la diarrea y los vómitos de los que consigue reponer con la ingesta, que se ve mermada.
  • Apatía.
  • Dolor en el abdomen.
  • Tenesmo, que provoca la contracción del recto y puede llegar a causar su prolapso.
  • Pueden producirse complicaciones como infecciones secundarias que cursen con síntomas como la fiebre.
  • En algunos gatitos las únicas manifestaciones clínicas son deposiciones blandas y un peso inferior al que debería tener por edad.
  • Conviene tener en cuenta que hay gatos con coccidios que no manifiestan ningún síntoma. Son casos de portadores que cursan asintomáticos. Suelen ser gatos adultos con un buen sistema inmunitario que los defiende de la acción del parásito.

Detectar casos de coccidiosis

Diagnosticar la presencia de coccidios en nuestro gato no siempre es sencillo. Sabemos que se eliminan por las heces y precisamente el examen al microscopio de una muestra suele servir para detectar la presencia de parásitos intestinales. Pero esto no siempre es significativo cuando se trata de coccidios.

El veterinario puede detectarlos pero encontrarse en tan pequeña cantidad que no impliquen el desarrollo de coccidiosis. Además, no todos los coccidios son capaces de provocar una coccidiosis en los gatos. Por otra parte, un gato infestado puede no eliminar huevos en el momento en el que se recoja la muestra de heces.

Por lo tanto, la confirmación del diagnóstico tendría que hacerse a través de una analítica de sangre, aunque un cuadro sospechoso de coccidiosis suele tratarse como tal directamente. Solo si el gato no mejora se plantea otro diagnóstico y más pruebas.

Cómo se cura la coccidiosis en gatos

Ante un gato con coccidiosis el veterinario nos prescribirá los fármacos más adecuados para eliminarlos. En concreto se recurre a varios antibióticos. Ninguno mata los coccidios, pero sí les impiden reproducirse, de forma que acaban por fallecer sin descendencia.

Aunque los coccidios sean parásitos intestinales, en las desparasitaciones regulares no siempre se utilizan principios activos contra ellos, por eso los gatos pueden padecerlos aunque los desparasitemos puntualmente. Además de eliminarlos, hay que tratar los síntomas que han producido con medicación contra el dolor, los vómitos o la diarrea.

Si el gato se ha deshidratado de manera considerable va a ser necesario ingresarlo para proporcionarle fluidos por vía intravenosa. También hay que cuidar la alimentación en aquellos gatos que hayan perdido el apetito y optar por una dieta especialmente palatable y digestible. De esta forma le resultará atractiva, la comerá mejor y aprovechará bien sus nutrientes.

Control de coccidiosis en gatos

Mantener al gato en unas condiciones de higiene correctas es básico para prevenir una infestación por coccidios. Así mismo, la calidad de vida, con buenos alimentos, un entorno adecuado y ausencia de estrés, es fundamental.

Junto a los cuidados veterinarios necesarios, tales como desparasitaciones y vacunas, son los ingredientes básicos para conseguir un sistema inmunitario fuerte que minimice la acción lesiva de los potenciales parásitos.