Pese a tener el tamaño perfecto para cargarlos en tu regazo, los Yorkies no cuentan con un carácter tan dulce como el de otras razas de perros falderos. Por ejemplo, el Caniche o el Bichón. Su huella Terrier se hace notar en su energía y en su temperamento fuerte. No obstante, quédate tranquilo: con su familia acostumbra a ser un trozo de pan. ¿Buscas más información sobre estos pequeñines? Descubre todo lo que necesitas saber sobre el Yorkshire Terrier a continuación.

Es una raza que surge entre la clase obrera

¿Siempre has relacionado a los Yorkshire Terrier con un ambiente de señoras elegantes tomando el té de las cinco? Aunque con el tiempo se convirtió en uno de los perros favoritos de las clases más adineradas, lo cierto es que el origen de estos canes es mucho más humilde. Los primeros ejemplares eran utilizados para cazar ratas en los molinos y en las fábricas de la revolución industrial. De hecho, en la época se bromeaba diciendo que su pelo sedoso provenía de las máquinas de hilar de las fábricas de tejido.

Tienen un origen escocés

Los antepasados de los actuales Yorkshire eran de origen escocés, aunque no deben confundirse con los Terrier Escoceses, que son otra variedad. Aunque no hay registros concretos, se cree que un tipo de Terrier conocido como Paisley Terrier llegó al norte de Inglaterra junto a los trabajadores de origen escocés que viajaban en busca de trabajo. Ya en el condado de Yorkshire se cruzaron con razas como el Black and Tan Terrier y el Skye Terrier para dar origen a los peluditos que conocemos actualmente.

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Van perdiendo color con la edad

El pelaje característico del Yorkshire es una combinación de color azul y fuego, que se desarrolla a partir del primer año. Cuando antes comience su manto a volverse más claro, mayores son las probabilidades de que su color definitivo tienda más hacia el gris que hacia el azul. La coloración de la cabeza es de un dorado no muy rojizo. Asimismo, a medida que envejecen, su pelaje se va volviendo más claro como respuesta a los cambios hormonales. Por esta misma razón, el pelo de las hembras se ve más claro cuando están en celo.

Poseen una naturaleza frágil

Aunque están convencidos de que tienen la fuerza de un león, los Yorkshire tienen un cuerpo frágil. Por eso, durante los paseos debes estar atento para que no se metan en peleas con ejemplares más grandes. Por ello mismo, no se recomienda su adopción a las familias con niños muy pequeños, que pueden jugar torpemente con ellos. Estos canes tienen un sistema digestivo delicado y tienden a padecer problemas en las encías. Además, tienen una sensibilidad especial hacia las temperaturas extremas. En resumen: deberás poner especial atención al cuidado de su salud.

Pese a todo, no debes sobreprotegerlos

Que tengan una estructura delicada no significa que debas sobreprotegerlos. Si los mimas demasiado o los mantienes lejos de otros perros solo lograrás que se vuelvan neuróticos y miedosos. Una instrucción firme y equilibrada es clave para conseguir ejemplares adultos obedientes y bien socializados.

Les gusta ladrar, y mucho

No estamos ante un perro al que le guste pasar desapercibido. Los Yorkshire disfrutan siendo el centro de atención y los ladridos son una de las mejores maneras que conocen para lograrlo. Esto los convierte en guardianes confiables, que darán la alarma apenas sientan que algo no va como de costumbre. Sin embargo, si no están educados en obediencia, el ladrido constante puede ser difícil de sobrellevar tanto para los miembros del hogar como para los vecinos. Es necesario controlar este hábito, que, si bien no desaparecerá del todo, puede ser moderado.

La textura del pelo del Yorkshire es similar a la del humano

Su pelaje destaca por ser suave, liso y crecer bastante. En muchos aspectos es similar al pelo humano, por lo que se recomienda tratarlo con el mismo cuidado. Debe ser cepillado una vez al día y los baños deben realizarse una vez por semana. Nunca cepilles el pelo en seco o si está muy sucio, pues se terminará quebrando. Por otra parte, la zona de las orejas debe ser revisada con frecuencia para detectar enseguida cualquier signo de hongos o infecciones.

Es una de las razas más populares del mundo

Aunque la fama de ser un tanto gruñones les persigue, los Yorkshire tienen un encanto especial. Por eso se han convertido en una de las razas preferidas de los amantes de los perros. En 2002 fueron distinguidos como la variedad más popular del planeta y, desde el 2013, se mantienen en el Top 10 de perros más buscados.