Compañeros de granjeros, cazadores y reinas, se adaptan a todo tipo de hogares y de situaciones. La sensibilidad de los Skye Terrier es una de sus cualidades más conocidas: si detectan que estás triste o decaído, tratarán de animarte y te darán más mimos.

Pese a su tamaño, pronto descubrirás que la fuerte personalidad de estos adorables cascarrabias les convierte en guardianes confiables y seguros. Sigue leyendo para aprender más sobre esta raza de melenudos.

Datos básicos

  • Tamaño: alrededor de 25 cm de altura
  • Peso: entre 15 y 20 kilos
  • Esperanza de vida: entre 12 y 14 años
  • Ideales para: vivir en pisos urbanos o en casas con jardín; familias con niños ya crecidos; labores de perro guardián.

Orígenes del Skye Terrier

Esta raza británica tiene más de cuatro siglos de antigüedad. Los primeros ejemplares surgieron en la isla escocesa de Skye, famosa por sus inclementes condiciones climáticas y por la calidad de sus whiskies. Los granjeros locales se valían de estos perros para deshacerse de los predadores de ganado. Por eso era habitual verles junto a cazadores, metiéndose dentro de las madrigueras de zorros, tejones y nutrias.

Sus inicios fueron rústicos, si bien su apariencia refinada pronto les llevó hasta las clases más acomodadas. Se dice que fue la Reina Victoria quien se enamoró de uno de estos pequeñines, consagrándoles como perros de alta alcurnia. Las crónicas de la época aseguran que era “indecoroso presentarse en público sin la compañía de un Skye Terrier”. Aún así – y aunque fueron bastante populares a finales del siglo XIX-, no es común cruzarse con uno de ellos hoy en día.

Físico-de-un-perro-Skye-Terrier

Características físicas de un Skye Terrier

De estatura pequeña y cuerpo alargado, los Skye Terrier suelen ser el doble de largos que de altos vistos de perfil. Aunque tienen una estructura bastante robusta, ofrecen un aspecto estiloso y elegante. La línea del lomo se presenta perfectamente recta y el pecho es profundo, con un tórax bien desarrollado. Las patas son cortas, atléticas y rectas. La cola es larga y bien poblada; la llevan erguida cuando están excitados o en alerta.

Por otro lado, suelen mantener la cabeza siempre en alto, lo que les confiere un porte digno y majestuoso.  Los ojos, de color castaño oscuro, son de tamaño mediano y los tienen muy cercanos entre sí. Las mandíbulas son poderosas, con un hocico alargado que finaliza en una trufa negra. Las orejas son una parte esencial del estándar: grandes y redondeadas, insertas simétricamente sobre el cráneo. Se presentan cubiertas de pelo, que cae sobre el costado del rostro y se enreda con el pelaje del cuello.

El manto de esta raza es de doble capa, apto para resistir las inclemencias su tierra natal. La más interna posee un pelo corto, suave y lanoso, mientras que el de la externa es duro, recto y lacio. La longitud del manto superior puede llegar a los 15 cm. El pelo cae hacia ambos costados del cuerpo, formando una especie de delantal. En la cabeza, el pelaje cubre ojos y frente sin interferir con los mechones que le caen desde las orejas.

Las tonalidades más habituales son el negro, el azul, el plata, el leonado y el crema. Debido a la longitud del pelo, es habitual que se formen degradados hacia tonos más claros o más oscuros. Pueden tener manchas de color negro en las orejas, en el hocico y en la punta de la cola.  El color final no se conoce hasta los 18 meses, por lo que  los cachorros suelen ir variando de tono conforme crecen.

Temperamento de la raza Skye Terrier

Por lo general, los perros de esta variedad son muy cariñosos con su círculo familiar y con todas aquellas personas con las que tiene confianza. Es un can indicado para familias con niños mayores de 6 años y que saben comportarse adecuadamente con un perro. Con peques de menor edad que no saben respetar su espacio, no serán tan tolerantes. Son naturalmente desconfiados con los extraños y no les cuesta mostrar los dientes. La mejor manera de socializarles es esperar a que sea él quien dé el primer paso.

Derrochan valentía y tienen una gran confianza en sí mismos. Es verdad que son un poco cascarrabias, pero se les considera canes muy equilibrados y saben mantener la calma en situaciones de presión. Nunca atacarán o se mostrarán agresivos a menos que sea estrictamente necesario. Esto hace que sean excelentes perros guardianes.

La instrucción desde pequeños les ayudará a relacionarse, aunque con los perros desconocidos suelen ser poco amigables . Jamás les trates severamente y menos con violencia, pues los Skye Terrier tienen una memoria prodigiosa y un carácter orgulloso; si lo haces, nunca te lo perdonará. Privilegia el entrenamiento positivo y demuestra un liderazgo firme para obtener mejores resultados.

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¿Qué cuidados precisa un Skye Terrier?

Su manto debe ser cepillado una o dos veces por semana para evitar los enredos. Asimismo, deberás bañarle cada dos o tres semanas, cepillando previamente su manto para facilitar el peinado posterior. Las orejas deben revisarse con regularidad para detectar infecciones. Córtales las uñas una o dos veces al mes para asegurarte de que camina sin incomodidades.

Aunque no son enérgicos en exceso, necesitan al menos 30 minutos diarios de ejercicio. Si cuentas con un jardín en casa, puede salir a jugar una o dos veces al día. Son muy buenos cavando, así que má vale que las vallas estén bien enterradas. Durante los paseos por el exterior llévales siempre con correa, ya que de lo contrario pueden perseguir y matar animales pequeños o pelearse con otros canes.

Normalmente se adaptan bien a los pisos urbanos, a las casas de campo y a las residencias palaciegas. Aunque les encanta pasar tiempo al aire libre, lo más indicado es que vivan junto a su familia en el interior. Nunca les dejes a solas durante mucho tiempo, pues te lo hará saber a través de ladridos, hoyos en el jardín y muebles destrozados.

La salud de los Skye Terrier: padecimientos más comunes

El Skye Terrier es un perro resistente por naturaleza y con pocas enfermedades asociadas directamente a la raza. En ocasiones pueden desarrollar problemas de crecimiento en las articulaciones, debido a que sus extremidades son cortas. Para prevenir complicaciones, procura que no fuerce sus patas trepando o subiendo escaleras durante los primeros dos años de vida.