El osteosarcoma es un cáncer muy agresivo que puede afectar a todo tipo de perros, especialmente si son de tamaño grande o muy grande. Es importante identificarlo lo antes posible para iniciar un tratamiento precoz, que pasa normalmente por la amputación y la quimioterapia. Explicamos qué es el osteosarcoma y cómo se trata en el siguiente artículo.
Definición del osteosarcoma
El osteosarcoma es un tipo de tumor. En concreto, se trata de un tumor óseo maligno, muy agresivo y doloroso. Se considera el cáncer óseo maligno más frecuente en los perros. Sus localizaciones más habituales son el cráneo, el fémur y el húmero.
Es más común diagnosticarlo en ejemplares machos de más de 8 años de edad, aunque también puede afectar a los más jóvenes, entre los 18 y los 24 meses. Su origen no está claro. Puede tener relación con la presencia de microfracturas.
Signos clínicos de osteosarcoma
Un perro con osteosarcoma es habitual que comience a presentar dolor, lo que afectará a su movilidad normal. Esto puede llevar a algunos cuidadores a medicar por su cuenta con algún antiinflamatorio, lo que elimina el dolor, pero retrasa el diagnóstico, aumentando el riesgo de metástasis.
Por este motivo, es importante señalar que nunca hay que administrar ningún fármaco a los perros si no lo ha prescrito el veterinario. También que hay que prestarle atención a cualquier cojera, sobre todo si nuestro perro es de los que tienen más riesgo de padecer osteosarcoma.
Así, si detectamos signos clínicos como los siguientes, debemos acudir, de inmediato, a la consulta del veterinario:
- Cojera que va empeorando sin que se haya detectado ninguna lesión previa.
- Hinchazón en algún hueso acompañada de dolor muy intenso al presionar.
- Masa ósea.
- Pérdida de apetito.
- Fiebre.
Diagnóstico del osteosarcoma
La sospecha de osteosarcoma puede confirmarse mediante la realización de radiografías, aunque el diagnóstico definitivo se hace con una biopsia del tumor, con una muestra tomada por punción y aspiración con aguja fina. Otras pruebas complementarias que es posible realizar son la tomografía computarizada y la resonancia magnética.
Tratamiento del osteosarcoma
Por desgracia, el osteosarcoma es un cáncer agresivo, lo que quiere decir que acostumbra a extenderse con rapidez, generalmente a los pulmones y, en menor medida, a los ganglios linfáticos de la zona. Por este motivo, el tratamiento debe ser también agresivo e incluye la intervención quirúrgica para la extirpación parcial o completa del tumor.
Suele tener que retirarse una extremidad completa. Aunque pueda resultar duro para los cuidadores, los perros suelen desenvolverse con tres patas perfectamente. La amputación no se recomienda si el animal tiene ya problemas en las otras patas, como displasia, pues la movilidad posterior a la operación estaría comprometida.
En cualquier caso, lo primero es tomar radiografías del tórax, para valorar si el tumor está presente en los pulmones, y realizar un examen físico completo. Estos datos permiten obtener información fundamental sobre el estado general del perro y ayudan a tomar la mejor decisión.
En metástasis avanzadas la amputación es cuestionable. Además, hay que saber que no cura el cáncer. Sí alivia el dolor y mejora el bienestar y la calidad de vida del perro. También incrementa el tiempo de supervivencia.
Se combina con quimio o radioterapia, que son también el tratamiento de elección en osteosarcomas no extraíbles, como los localizados en la mandíbula. Pueden prescribirse, además, antiinflamatorios.
Esperanza de vida de los perros con osteosarcoma
La esperanza de vida va a depender mucho de cada caso y de factores como la existencia o no de metástasis, la agresividad del tumor, el diagnóstico precoz, la edad o el estado general del perro en el momento del diagnóstico, pues estas situaciones condicionan las opciones de tratamiento.
Aun así, incluso en los casos en los que se recurre a la amputación combinada con quimioterapia, la esperanza de vida oscila entre los 6 meses y los 2 años. Es fundamental el tratamiento precoz, es decir, hay que acudir al veterinario ante la mínima sospecha de osteosarcoma.
Solo cuando no hay ningún tratamiento posible ni existe ninguna posibilidad de aliviar el dolor, el veterinario recomendará la eutanasia. Si no se trata, la esperanza de vida no supera los 2 meses.
¿Qué perros sufren osteosarcoma?
Aunque cualquier ejemplar canino puede padecer osteosarcoma, se considera más común en algunas razas, sobre todo de talla grande, como el rottweiler, el gran danés o el mastín. Los estudios indican que algunos factores influyen en la probabilidad de sufrir este tipo de tumor, como la forma y el tamaño del cuerpo, además de la influencia genética.
Así, corren más riesgo los perros más pesados, con patas más largas y cráneos más alargados. Al contrario, los perros de razas pequeñas, con cráneos y patas más cortos, como el bichón frisé, el bulldog francés o el Jack Russell, presentan menor riesgo de desarrollar osteosarcoma.