Lo sabemos. Cada vez que descubres a tu perro mordisqueando un palo o una rama, no puedes evitar salir corriendo detrás de él para quitárselo. Se trata de un comportamiento recurrente entre los canes que conviene analizar de manera aislada para determinar si requiere tratamiento o no. En esta entrada descubrirás por qué los perros comen palos.
Y no solo eso, también vamos a facilitarte algunas claves para que puedas revertir la situación, ya que en un elevado porcentaje de los casos (en perros adultos) suele estar relacionado con una falta de estimulación. Su exceso de energía está mal canalizado. No es recomendable que los perros muerdan palos. Aquí conocerás por qué no y qué hacer.
Mi cachorro lo mordisquea todo
Entre los cachorros y perros jóvenes es una práctica recurrente, que no debería preocuparte, ya que el animal está explorando el medio a través de la boca y necesita experimentar. A los 4 meses de edad tiene lugar el cambio de dentición, con lo que el impulso de morder se ve agravado y las ramas les resultan muy apetecibles.
Las madres que acaban de parir también pueden sentir la necesidad de morder para liberarse del estrés. El acto de mordisquear secreta serotonina y endorfinas. De este modo, los perros sienten cierto alivio ante situaciones desconocidas o angustiosas. Aunque en el caso de los cachorros y de las madres no sea patológico, jugar con palos no es lo idóneo.
El palo puede desfragmentarse y una astilla puede quedar clavada en la lengua, en el paladar o en una encía. Esto podría derivar en una infección. Si el palo está contaminado por sustancias tóxicas, hongos o bacterias, la salud de tu mascota podría verse amenazada. El caso más grave es el de la obstrucción digestiva o la perforación de órganos.
Posibles causas en la edad adulta
Que tu peludo haya adquirido el hábito de jugar con palos cada vez que salís a dar un paseo puede estar motivado por varias causas. Podemos clasificarlas en orgánicas (siente dolor por una enfermedad física que el veterinario debe determinar y tratar) y psicológicas (las que tienen que ver con trastornos conductuales, de mayor o menor gravedad).
Causa orgánica
Es muy probable que tu perro haya ingerido hierba alguna vez estando en el parque. Se trata de un acto reflejo ante el malestar estomacal. Actúa como un desparasitante natural, estimulando las paredes intestinales y aliviando el ardor o la sensación de pesadez mediante el vómito o la diarrea. No debe preocuparte si es algo puntual y de poca cantidad.
Cuando los perros muerden palos, también puede deberse a un mecanismo de autocuración ante la insatisfacción que les produce la falta de minerales (o una mala asimilación de los nutrientes) o la persistente sensación de hambre, provocada por el hipertiroidismo.
Como ves, se trata de desencadenantes de tipo orgánico que el veterinario debe analizar, e ir descartando, a través de un examen clínico completo, hasta dar con la causa genuina. De este modo, podrá pautar el tratamiento idóneo (un suplemento vitamínico, un cambio en la dieta, mayor hidratación, etc.).
Causa psicológica
El ámbito de los trastornos del comportamiento es aún más amplio que el de las causas físicas, y en este sentido, tu perro podría utilizar la fijación por morder palos y tragar partes de ellos para llamar tu atención. A los canes les encanta perseguir y ser perseguidos. Si cada vez que lo pillas con una rama sales detrás de él, estarás reforzando esta conducta.
Sin embargo, la razón mayoritaria de que coman palos tiene que ver con la falta de estimulación, física y/o mental. El animal está aburrido y no encuentra mejor salida a su frustración que morder ramas y palos, e incluso otros elementos menos agradables como piedras o basura. Más adelante ahondaremos en cómo revertir esta situación.
En los casos más serios, y menos frecuentes, puede estar provocado por el síndrome de pica o malacia. Un trastorno obsesivo-compulsivo por el que el perro siente predilección por morder y tragar objetos no comestibles. Sus principales síntomas son los que siguen:
- Dolor estomacal
- Vómitos
- Diarrea
- Mal aliento
- Momentos de letargo o de hiperactividad
No conviene retrasar en el tiempo la consulta al etólogo, puesto que, de lo contrario, será más costoso reconducir este mal hábito que, por lo general, viene dado por un estado de ansiedad crónica. Igualmente, los tumores en el estómago o en la hipófisis, que causan la enfermedad de Cushing, pueden explicar el origen de la malacia.
¿Qué hacer si tu perro se come palos?
Una vez establecida la causa como no orgánica, son muy sencillas las medidas que puedes aplicar en tus salidas al exterior. Te recomendamos que te centres el desviar la atención de tu mascota. ¿Cómo lograrlo?
- Cambiando de escenario. Prueba a ir a otro parque o paraje. Tu perro tendrá suficientes estímulos para olvidarse de los palos.
- Concediendo un mayor protagonismo al juego compartido (contigo) empleando juguetes no lesivos para él, como los mordedores de goma, las pelotas o los frisbees.
- Introduciendo los juegos de olfato en vuestros ratos de diversión.
- Ofreciéndole snacks que favorezcan la masticación saludable.
- Enseñándole el comando “deja” o “suelta” y utilizándolo cada vez que coja un palo. Para que lo interiorice, siéntate delante de tu perro y esconde en tu puño su comida favorita. Deja que la huela. Cada vez que retroceda, prémialo con una caricia. Ve abriendo la mano y vuelve a premiar cuando retroceda. Cuando dejes la comida en el suelo y retroceda ya podrás pronunciar el comando “deja” o “suelta” después de darle su recompensa.
- Negociando con él. Por ejemplo, que te traiga los palos para que tú los custodies y, a cambio, él obtiene su golosina o juguete favorito (algo que realmente le motive a renunciar al palo).
Existen edades en las que los perros no pueden evitar llevárselo todo a la boca y no hay motivo de alarma. No obstante, cuando son adultos puede ser indicio de enfermedad infecciosa, gástrica o de trastornos conductuales que conviene atajar a tiempo. Ahora que ya sabes por qué los perros comen palos, solo queda que pongas en práctica lo aprendido.