Recibe el nombre de otohematoma la acumulación de sangre en la oreja del perro que se produce debido a diferentes causas. Lo que notaremos será una hinchazón considerable de la oreja, que estará caliente y dolerá. Necesita tratamiento veterinario.

¿Qué es un otohematoma canino?

Como hemos avanzado, el otohematoma es un acúmulo de sangre que, en lugar de derramarse al exterior, se queda retenida en la oreja del perro, bajo la piel, provocando una hinchazón de mayor o menor tamaño. Puede afectar a una o a las dos orejas.

Causas de otohematomas

Los otohematomas se relacionan con golpes o sacudidas fuertes de la cabeza, que llevan a que estas impacten contra diferentes superficies u objetos. También puede surgir un otohematoma cuando el perro se rasca las orejas con insistencia.

En ambos casos se dan las condiciones traumáticas necesarias como para que se origine un sangrado que, si queda retenido bajo la piel, forma lo que conocemos como otohematoma. Por otra parte, el problema no es tan solo el otohematoma. Un perro se rasca en exceso las orejas o las sacude por algún motivo.

Tiene un problema auricular que le está causando molestias que intenta evitar dándose con la pata o sacudiéndose. El otohematoma solo es una de las consecuencias. Por eso el tratamiento no debe dirigirse solo a solucionar este. También hay que saber qué lo ha originado. Algunas de la causas más frecuentes son:

  • Infecciones bacterianas.
  • Ácaros.
  • Cuerpos extraños.

Oreja hinchada: ¿otohematoma o absceso?

Si el otohematoma es la acumulación de sangre, el absceso se forma por un acúmulo de pus. En ambos casos podremos notar la oreja hinchada y dolorida, ambos tienen, también, varias causas que explican su aparición e igualmente requieren la atención del veterinario, que es el profesional encargado de diferenciarlos y tratarlos.

Síntomas de otohematoma en perros

Es bastante fácil detectar un problema en las orejas de nuestro perro. El otohematoma suele ser bien visible o, al menos, notaremos que el perro se rasca una o ambas orejas o que las sacude con mucha frecuencia.

Cualquiera de estos signos es motivo de acudir, sin dilación, al veterinario. Si nos fijamos, podremos detectar dos síntomas principales, responsables de molestias de mayor o menor intensidad:

  • Inflamación.
  • Calor, al tocar la oreja es posible percibirla a mayor temperatura que el resto del cuerpo y que la otra oreja, en caso de que esté sana.

Tratamiento del otohematoma canino

Además de determinar que la hinchazón de la oreja se corresponde con un otohematoma, el veterinario tendrá que examinar el interior del oído para valorar su estado y detectar alguna alteración como las mencionadas.

De este examen va a depender el tratamiento. Por ejemplo, si hay un cuerpo extraño, tendrá que extraerlo. Una infestación provocada por los ácaros se resolverá recetando un producto acaricida.

En cambio, si lo que se encuentra es una infección provocada por bacterias, el tratamiento pasará por escoger un antibiótico adecuado. Algunos perros necesitarán también algún antiinflamatorio. Por supuesto, todos los fármacos tienen que ser recetados por el veterinario. Nunca medicaremos por nuestra cuenta.

Solución quirúrgica del otohematoma

Además de tratar la causa, el veterinario intervendrá directamente sobre el otohematoma para reducirlo y aliviar al perro. No son actuaciones que podamos hacer en casa. Hay que acudir a la clínica. El primer paso será extraer la sangre, lo que puede hacerse pinchando y utilizando una jeringuilla. Pero es posible que este procedimiento no sea suficiente.

En ese caso el veterinario se decidirá por una técnica quirúrgica que consiga drenar adecuadamente la sangre y mantenga la piel de la zona estirada para prevenir que esta se siga acumulando. En ocasiones se deja una herida abierta, mientras que otras veces se ponen puntos de sutura o se colocan pequeñas esponjas para que absorban la sangre.

Es importante que nosotros en casa sigamos los cuidados que nos indique el veterinario para favorecer una recuperación exitosa y utilicemos el collar isabelino para evitar que el perro se rasque con las patas y retrase el proceso.

¿Remedios caseros para el otohematoma?

No. Siempre hay que acudir al veterinario. Y ello se debe a varias razones. En primer lugar, el otohematoma duele, por lo tanto, nuestro perro lo está pasando mal. Por otra parte, la causa que ha provocado el otohematoma, si no se trata, también seguirá causando daños. Además, identificar el origen ayuda a prevenir que el otohematoma se repita.

En último lugar, un otohematoma que se deja sin atención acaba deformando la oreja para siempre, de forma irreversible. Es cierto que, tarde o temprano, lo normal es que la sangre se acabe reabsorbiendo. Pero lo hará, como decimos, afectando a la conformación de la oreja. Es posible que hayamos visto alguna vez un perro con una oreja más pequeña.

Se debe a que está encogida, en comparación con la oreja sana. Es probable que sea por un otohematoma que se dejó sin tratar. Puede parecernos una tontería o un mero problema estético, pero hay que tener en cuenta que los movimientos de las orejas forman parte importante de la comunicación entre los perros.

Prevención de problemas auriculares en los perros

Por último, para evitar que se produzcan las complicaciones y las molestias que supone un otohematoma podemos tener en cuenta una serie de recomedaciones básicas y sencillas que actúan como prevención. Son las siguientes:

  • Examina regularmente las orejas y los oídos de tu perro.
  • Sigue la higiene que te recomiende el veterinario según las características de cada ejemplar.
  • No le retires los pelos que le salen en el conducto auditivo.
  • Cualquier signo de malestar en las orejas u oídos es motivo de consulta con el veterinario.
  • Siempre que este profesional te paute un tratamiento, sigue sus instrucciones escrupulosamente.