El Mastín Tibetano o Dogo del Tibet, es una raza milenaria, que en la evolución de su historia, pasó por numerosas circunstancias complicadas. A pesar de ello, la raza ha sobrevivido y hoy en día es reconocida en todo el mundo.

En este post te contamos diversos datos, que resaltan en los largos años de historia de esta raza tibetana, que impresionaba a personajes de la talla de Marco Polo y que cautivó a la Aristocracia Inglesa y a toda Europa.

Origen del Mastín Tibetano

El origen de esta raza, puede datar de mucho tiempo atrás, y nos ubica en el Tibet. Los investigadores cuentan, que esta raza, es mencionada en el antiguo libro chino Shu Kin, en el año 1121 a.C. Así como también, que fue descrito por el mismo Marco Polo, durante sus visitas a Asia.

Los detalles que se conocen de su procedencia, han sido determinados por análisis genéticos y descubrimientos arqueológicos. En los diversos análisis genéticos del Mastín Tibetano, se ha podido observar su parentesco con los lobos salvajes, lo que lo hace descendiente de ellos. 

Por otra parte, los arqueólogos han descubierto huesos, que permiten asociar a la raza, con los perros que acompañan a los habitantes de la era de las cuevas.

Ejemplar de Mastin tibetano chino

 Una raza trabajadora 

Desde sus orígenes, esta raza ha sido muy útil como pastor de rebaños, utilizada por los nativos del Himalaya, como cuidador y protector de las ovejas. Estas funciones han sido cumplidas satisfactoriamente, por este perro de tamaño imponente y fuerte ladrido, aún hoy continúa su labor.

Existen documentos, donde se refieren a este Dogo Tibetano, como protector de monasterios. También se ha evidenciado su utilidad, como guarda de prisioneros y hasta como perro de guerra, en épocas pasadas.

Antepasado de los Mastines Actuales

Durante la época en que el imperio romano ocupó algunas partes de Asia, el Mastín Tibetano se extendió por el mediterráneo.

Con su expansión por la cuenca mediterránea. Comienzan a surgir las razas de molosos europeos. Es por eso, que el mastín Tibetano es considerado el antepasado directo de muchas razas modernas.

Se estima, que de esta raza se han derivado todos los mastines que hoy conocemos, así como otras razas de montaña.

La llegada de la raza a Europa

Esta raza originaria del Tibet, comienza a llamar la atención de otras culturas. Comenzó en Gran Bretaña, cuando en el año 1847, la Reina Victoria recibió como obsequio un cachorro. Posteriormente Eduardo VII, llevó varios cachorros al Reino Unido.

Es así como la raza fue siendo admirada y solicitada por los aristócratas ingleses y luego comenzó a conocerse en toda Europa.

Una Raza peligro de Extinción

En la historia de esos ejemplares, figura la segunda guerra mundial como amenaza para la preservación de la raza. Con la devastación propia de este tipo de conflictos, los criadores de la raza tuvieron que hacer esfuerzos para mantener el acervo genético.

Por otra parte, en el Siglo XX, el perro tibetano también tuvo que superar la difícil situación de su lugar de origen. Cuando Gran Bretaña disputaba el dominio del Tibet. Y el país cayó en una grave crisis, que afectó a todos los perros, sobre todo a los de razas grandes.

Dadas las terribles circunstancias, el Mastín Tibetano casi se extingue. La raza logra sobrevivir en Nepal. Posteriormente, en la década de los 60, el Nepal pasó a ser un lugar ideal para ver a estos imponentes perros tibetanos en las montañas.

Las diferentes líneas del Mastín Tibetano

Como hecho resaltante en la historia del perro tibetano, hay que mencionar que en el año 1931, se crea el estándar de la raza, registrado en la Asociación de razas de perros tibetanos.

Por otra parte, con este tibetano, sucedió que, cuando se solicitó que la raza se registrara en la FCI, su país de origen no realizó el registro. Motivado a esto, la FCI tomó como referencia, el estándar de la variedad europea, la cual presenta algunas diferencias notables en la morfología y temperamento. 

Es por ello, que en la FCI figura un estándar de la raza muy diferente al estándar de origen Chino. La línea del Mastín Tibetano Chino, se caracteriza por un tamaño más grande y más ancho, en comparación de las otras líneas reconocidas, además de ser más peluda y con un temperamento más feroz, propio de los perros chinos. 

En la historia evolutiva de este tibetano, se establecen cuatro estándares, el de la Federación China (CNKC), por otra parte el estándar establecido por la FCI, en el cual figura el estándar europeo, también encontramos el estándar UKC, y el estándar americano (AKC).

Hay que mencionar que la línea del estándar chino es la que marca una gran diferencia, mientras que las líneas del resto de los estándares se asemejan en muchos aspectos. Hoy en día el Dogo del Tíbet, es una raza que ha ganado mucha popularidad en Europa y América, al igual que en su país de origen, en donde continúa siendo una raza muy querida.