Si te encanta la cultura egipcia y los animales, estamos seguros de que el Saluki te conquistará el corazón. Y es que este perro procedente de Egipto y Mesopotamia está considerado como uno de los perros más queridos y con más estatus social de la historia del mundo animal. ¿Por qué? Sigue leyendo y descubrirás el misterio y misticismo que hay tras la historia del Saluki.
Procedencia del Saluki
La historia y origen de la raza Saluki es una de las más antiguas de la humanidad, llegando a convertirse en uno de los perros con más historia que se conozca, y es que existen referencias de un perro muy similar en hallazgos arqueológicos de Mesopotamia y Egipto.
Domesticados en Mesopotamia por los Sumerios, el Saluki se convirtió en una de las razas más populares de la región, guardando una historia ligada a las tribus del desierto, según la información encontrada en las expediciones (aunque siguen faltando algunos datos).
Gracias a esta tradición nómada, la raza consiguió expandirse por toda la región, que comprendía desde el desierto del Sahara hasta el Mar Caspio, llegando a convertirse en “presentes” muy valorados por la sociedad, regalándose a personas de alta estima o intercambiándose Salukis por objetos de gran valor.
Así pues, los primeros ejemplares que llegaron a Europa lo hicieron con la más alta estima y valor, existiendo el primer registro en Bélgica durante la Edad Media. A pesar de ello, no fue hasta el siglo XIX cuando la raza Saluki alcanzó su máximo esplendor y conocimiento cuando Florence Amherst llevó a Inglaterra algunos de sus mejores ejemplares desde Bajo Egipto en la década de 1840.
El “Perro Real de Egipto”, famoso incluso tras la muerte
Tal y como hemos comentado, la raza Saluki no llegó a conocerse como tal hasta el siglo XX, ya que en Europa su popularidad creció como la espuma. Y es que, su auge coincidió con el fin de la Revolución Árabe de la Primera Guerra Mundial y con el descubrimiento de la tumba de Tutankamón por Howard Carter en 1922.
Por ello, todo lo relacionado con Mesopotamia y Egipto era algo que la gente quería saber, conocer y tener. De hecho, lo que más llamaba la atención del Saluki fue que tras los estudios arqueológicos que se hicieron, se descubrió que en Egipto eran los perros más apreciados de la sociedad. Tanto que se les enterraban con sumo cuidado tras su muerte, como atestiguan los restos arqueológicos.
Fue considerado el “Perro Real de Egipto”, llegando a aparecer representado en pinturas murales de tumbas faraónicas, acompañando a los humanos tras la muerte y siendo el fiel compañero de Anubis.
La Segunda Guerra Mundial y el Saluki
Lo malo de las guerras es que supone un antes y un después para la sociedad, pero también para el mundo animal. Y es que la Segunda Guerra Mundial dio un gran revés a la raza.
No se permitía continuar con las actividades caninas y la cría de razas estaba, si no prohibida, amenazada con exterminarlas. La dureza de la guerra provocó que muchos propietarios sacrificasen a sus ejemplares para evitarles una muerte por inanición.
Debido a esa situación, solo unos pocos ejemplares pudieron sobrevivir, pero con el fin de la guerra y la reincorporación de las actividades del mundo animal, los criaderos de la raza Saluki se pusieron manos a la obra con el regreso de nuevos ejemplares desde Oriente Medio, permitiendo de este modo que la raza volviera a resurgir en Europa.
El Saluki, un perro con un alto estatus social
En la actualidad, el famoso y querido Saluki sigue teniendo un alto estatus y fama, sobre todo en países de Oriente Medio, donde todavía son considerados como grandes miembros de la familia y por supuesto, aportando un alto estatus a los propietarios.
Su aparición en exposiciones caninas han ido ayudando también a que el Saluki se diera más a conocer en Europa, sobre todo en España, ya que no es habitual verlo en nuestro país.
Estas exposiciones le han aportado, no solo más conocimiento, sino que al resultar ganador ha conseguido aumentar su valor y precio en el mercado, llegando a pasar de 700 euros a más de 1200 euros.