Seguramente hayas oído hablar del famoso Pastor Suizo, ese perro grande y bonito con apariencia de lobo. Y es que, muy pocos saben el origen e historia de esta increíble raza que ha pasado a lo largo de los años por varios países.
Veamos con más detalle todo lo que no conocías del Pastor Suizo y su largo recorrido por la historia.
Procedencia del Pastor Suizo
Los orígenes del Pastor Blanco Suizo datan de entre 1870 y 1890 y se remonta a la descendencia del Pastor Alemán con el cruce de un ovejero blanco llamado «Greif» nacido en 1879.
Pero no fue hasta principios del siglo XX cuando el Pastor Alemán comienza a “ponerse de moda” y todos los hogares y altos cargos querían uno. Pero entre ellos existía uno muy llamativo, el de color blanco.
Y es que, este color en especial, era el que más solicitado estaba ya que era más fácil distinguirlos de los lobos por la noche. A menos que se encontrasen en montañas o lugares donde la nieve blanca era lo más denso que había.
Pero esta característica también les hacía perfectos para la caza, ya que aunque era difícil encontrarlos fácilmente al ser igual de blancos que la nieve, se les consideraba perfectos para evitar que también otros animales percibieran su presencia desde lejos.
Este hecho tan peculiar comenzó a propagarse por muchos países, llegando a Canadá y consiguiendo que compitiera con el Husky Siberiano o con el Alaskan Malamute en cuestión de fama. Un dato que irónicamente sería cambiado durante los años 30 al explotar la II Guerra Mundial en 1939 y considerar Hitler a esta raza como “deficiente”, queriendo erradicarla del mundo por completo.
El Pastor Suizo perseguido tras la guerra
A pesar de que los perros, y más los de esta índole (grandes, fuertes y rápidos para la caza) eran uno de los mejores instrumentos que se tenía en las guerras, en los años 30 el Pastor Suizo se encontraba perseguido por muchos miembros del partido nazi.
Esta raza fue eliminada casi por completo del viejo continente europeo, después de la posguerra, tras decidir en Alemania que se debía erradicar a los ovejeros blancos por ser “albinos y deficientes”.
Es normal que a lo largo de toda la historia de cada raza, nos encontremos con momentos en sus etapas en donde han estado a punto de extinguirse. En el caso del Pastor Suizo fue durante los años 30 y no tuvo nada que ver con que los quisieran cazar o fueran desapareciendo por naturaleza, sino más bien por su color.
En esa época y bajo la atenta mirada de Hitler, el color blanco era considerado una anomalía genética, por lo que muchos partidos miembros del nacismo, decidieron perseguirlos y erradicarlos del mundo, y así evitar que la “raza albina” se reprodujera. De hecho, se creía que el ser de color albino era síntoma de alguna enfermedad.
Pero gracias a la persistencia de muchos criadores, el Ovejero Alemán Blanco fue criado en varias partes del mundo, reconociéndose como la raza que son actualmente, aunque todavía no contaban con el reconocimiento oficial de varias entidades internacionales.
En 1996 nació el famoso macho americano “Lobo” en EEUU proveniente del ovejero blanco, considerado como el antepasado de esta raza en Suiza, la cual poco a poco fue teniendo descendencia y se llegó a esparcir por toda Europa.
El Pastor Suizo y su inscripción en varias asociaciones
Tras extenderse por más continentes, el perro proveniente del ovejero blanco y el Lobo americano se hacía cada vez más famoso en muchos lugares de Europa, sobre todo en Suiza. De ahí, que pasara a conocerse oficialmente como “Pastor Suizo”, dada su gran cantidad de perros en este país.
El reconocimiento a esta raza llevó a inscribirla en la Sociedad Canina Suiza y, poco después, se produjo el proceso de oficialización por parte de la Federación Cinológica Internacional (FCI) de Argentina.
Actualmente, a pesar de su difícil historia y de haber estado perseguida, es una de las razas consideradas más bellas del mundo y en muchos lugares de Europa y América prefieren al Pastor Suizo por encima de otros perros, sobre todo para grandes casas de campo y zonas extensas que protejan el hogar.