El Mastín Español es uno de los perros más demandados en nuestro país, y es que, este gran y gigantesco perro no solo es perfecto para aportarnos ese cariño y compañía que tanto solemos necesitar, sino porque su trayectoria hasta aquí lo han hecho el amigo idóneo que todos quieren tener en el hogar. Sigue leyendo y descubre todo lo que no sabías de la historia y origen de la raza Mastín Español.
Historia del Mastín Español
La historia de la raza Mastín Español o Mastín Leonés, como también es conocido, se remonta a más de 2000 años atrás asociándose su llegada a España gracias a los fenicios y griegos.
Con motivo de su gran tamaño e imponente cuerpo, se comenzó a utilizar el Mastín Español en actividades ganaderas para el resguardo y vigilancia de los animales de la propiedad y para salvaguardar la protección de la familia.
Tras el paso de los años y viendo que el Mastín Español protegía perfectamente a los ganaderos, fue llevado más al ámbito de los hogares adoptado por diferentes familias españolas. De esta forma, poco a poco comenzó a considerarse uno más del hogar, un aliado con el que contar y aquel que ofrecía protección a toda la familia.
A punto de la extinción tras la Guerra Civil
Como bien hemos contado en otras ocasiones, existen algunas razas de perros que han pasado por situaciones difíciles, sobre todo en épocas de transición política o guerras. En este caso, el Mastín Español casi llega a la extinción durante el siglo XX de forma drástica tras la Guerra Civil española.
Y es que, el periodo de escasez que supuso esta guerra en prácticamente todo el país, también afectó a los animales, sobre todo porque la gente no podía permitirse mantenerlos y evitaban comprar o adoptar, lo que significó una disminución considerable de la cría de los perros, en especial de la raza Mastín Español.
Pero con el paso de los años y la inclusión del Mastín Español en la FCI (Federación Cinológica Internacional) en 1946, la raza consiguió volver a tener una gran repercusión y se fue expandiendo por varios países europeos.
De hecho, gracias a la investigación de la Federación Cinológica Internacional en busca de un nuevo patrón racial enfocado a recuperar los antiguos perros ganaderos, aptos como mascota, y como perro de guarda y defensa, el Mastín Español que conocemos hoy en día, fruto de esa investigación, hizo que su nombre y fama fueran reconocidas en gran parte del mundo.
El Mastín Español, el perro con más nombres conocido
Si bien existen algunas razas de perros cuyos nombres varían en función de la historia por las que son conocidas, el Mastín Español es uno de los pocos perros en donde dependiendo de la zona en la que estemos, se le conoce con un nombre u otro.
De esta forma, esta raza ha llegado a tener hasta ahora más de quince tipos de nombres diferentes. Entre ellos, en la región de Zamora ha sido bautizado como “perro de lobo”, seguramente por su utilización para la caza de estos animales desde hace ya muchos años.
En Extremadura, por su parte, se le conoce con el nombre de “perro de majá”. También es famoso el nombre “perro merinero”, para aquellos que se dedicaban al pastoreo de ovejas merinas.
En Valencia y Cataluña el nombre por el que es conocido es “Gos Ramader” y, por supuesto, en España, lo distinguimos de otras razas por “Mastín Español”.
Los problemas de visión, una enfermedad muy común en la raza
Como suele ocurrir con numerosas razas, el Mastín Español no es diferente en cuanto a ser propenso a enfermedades. En este caso, esta raza tiende a padecer problemas de visión. Entre ellos el entropión que ocurre cuando la zona que rodea el párpado se introduce en el ojo, ocasionando daños directos en el globo ocular e incluso a la córnea.
Pero con revisiones en el veterinario a menudo y estando pendientes, el Mastín Español disfrutará durante mucho tiempo de una buena salud y visibilidad. Además, lo bueno de esta raza es que la enfermedad que suelen padecer no afecta a su longevidad, por lo que si le damos muchos mimos y estamos pendientes, durará muchísimos años con nosotros.