Si bien los gatos de la raza Bombay no son muy conocidos en Europa, en Estados Unidos es una de las razas felinas más solicitadas en los concursos y exposiciones. De hecho, el gato Bombay ha obtenido un gran reconocimiento a lo largo de estos años gracias a presentarse a casi todos los concursos felinos.
Sigue leyendo, te contamos todo lo que no sabías sobre la historia y origen del gato Bombay, así como un dato muy característico suyo: su vocalización.
Origen del gato Bombay
El gato Bombay es una raza de gato de aspecto elegante y exótico que se caracteriza por su pelaje negro brillante y sus ojos grandes y redondos, que suelen ser de color cobre o dorado. Aunque su apariencia se asemeja a la de un pequeño leopardo negro, el gato Bombay es una raza creada a través de la cría selectiva y no tiene relación directa con los leopardos u otros felinos salvajes.
El origen del gato Bombay se remonta a la década de 1950, cuando una criadora estadounidense llamada Nikki Horner tuvo la idea de desarrollar una raza de gatos con la apariencia de un pantera negra pero de tamaño pequeño y temperamento amigable. Para lograr esto, cruzó gatos birmanos (también conocidos como gatos sagrados de Birmania) con gatos de pelaje negro, como los gatos negros de pelo corto y los gatos negros americanos de pelo corto. El objetivo era conseguir un gato de pelaje negro sólido con el temperamento cariñoso y sociable de los birmanos.
El proceso de cría selectiva llevó tiempo, pero finalmente, a principios de la década de 1970, Nikki Horner logró establecer una línea de gatos con las características deseadas y los llamó «Bombay» en honor a la ciudad de Bombay (ahora Mumbai) en la India, que evoca la imagen de un leopardo negro.
El gato Bombay es reconocido como una raza oficial por varias organizaciones felinas, incluyendo la Asociación Internacional de Gatos (TICA) y la Asociación de Criadores de Gatos (CFA). Son gatos conocidos por su personalidad dulce y afectuosa, que disfrutan de la compañía humana y son ideales como mascotas en el hogar.
La vocalización de los gatos Bombay
Los gatos Bombay no son particularmente conocidos por ser una raza vocal, pero como todos los gatos, pueden tener diferentes niveles de vocalización según su personalidad y temperamento individual. Algunos gatos Bombay pueden ser más habladores que otros, mientras que algunos pueden ser relativamente silenciosos.
En general, la vocalización de los gatos Bombay tiende a ser suave y melodiosa en comparación con algunas otras razas de gatos que pueden ser más ruidosas. Pueden emitir maullidos suaves y encantadores para expresar sus necesidades o para comunicarse con sus dueños. De hecho, pueden maullar para pedir comida, atención, jugar o para expresar cualquier otra necesidad que tengan.
También, si desean interacción o simplemente quieren estar cerca de las personas que aman, pueden vocalizar para llamar la atención. Por otro lado, si un gato Bombay se siente aburrido o ansioso, puede expresar su inquietud mediante vocalizaciones. Algunos gatos recurren al maullido cuando se sienten solos o cuando desean estimulación mental o física adicional. Este curioso dato ha hecho que muchas personas decidan adoptar a esta raza en lugar de a otra.
Los gatos Bombay, perfectos para las exposiciones y concursos felinos
Los gatos de la raza Bombay son elegibles para participar en exposiciones y concursos felinos organizados por diversas asociaciones de criadores y organizaciones de gatos. Estos eventos son una excelente oportunidad para exhibir la belleza y las características de la raza, así como para competir por premios y reconocimientos. De hecho, The International Cat Association (TICA), acoge a esta raza entre sus brazos para las exposiciones donde se evalúan los estándares de la raza específica para recibir títulos y premios.
Por su parte, The Cat Fanciers’ Association (CFA), otra reconocida asociación que organiza exposiciones y concursos felinos en todo el mundo, también acepta a los gatos Bombay para competir en categorías como «Championship» (Campeonato) o «Premiership» (Esterilizados o Castrados), según su edad y estado.
Lo bueno de participar en exposiciones y concursos es que suponen un antes y un después para muchas razas, dándoles reconocimiento y fama por todo el mundo y consiguiendo que el prestigio y nombre de la raza se conozca en zonas donde antes no se sabía de su existencia.