El Fox Paulistinha o Terrier Brasileño es una de las dos razas autóctonas de Brasil, junto al Fila Brasileiro. La denominación de “Paulista” tiene que ver con la mezcla de colores de su manto: el rojo, el blanco y el negro, al igual que la bandera de Sao Paulo. Son canes con una energía ilimitada, por lo que son ideales para personas activas y con tiempo. Descubre en esta guía si el Fox Paulista o “Foquinho” es el perro que andabas buscando.

Datos básicos

  • Altura a la cruz: entre 35 cm y 40 cm los machos y entre 33 y 38 cm las hembras, según la FCI
  • Peso: unos 10 kilos.
  • Esperanza de vida: hasta 15 años o más.
  • Ideales para: vivir en casas con jardín; familias con niños grandes; labores de perro guardián; cazar roedores.

Orígenes del Fox Paulistinha

Estos canes fueron utilizados durante mucho tiempo como pastores en las haciendas brasileñas. Con su traslado a las ciudades se convirtieron en expertos desratizadores.Hay varias hipótesis sobre el surgimiento del Terrier Brasileiro y sus antepasados. Una de ellas es que descienden de los canes rateros que viajaban habitualmente en las embarcaciones. En tierra brasileña se habrían cruzado con ejemplares locales, dando origen a una variedad que pronto se extendería por todo el campo paulista.

La segunda teoría sostiene que son descendientes de razas inglesas como el Jack Rusell Terrier o el Fox Terrier y que llegaron acompañando a los hijos de los terratenientes ricos que habían ido a estudiar a Londres a finales del siglo XIX. Otros entendidos aseguran que proceden de perros españoles como el Bodeguero Andaluz o el Ratonero Valenciano. Más allá de su origen, lo que sí sabemos a ciencia cierta es que en la actualidad son muy valorados en el centro y en el sur del país. Por contra, fuera de Brasil no son muy conocidos.

Características físicas del Fox Paulistinha

El Fox Paulistinha es un can de tamaño mediano. Su contextura es ágil y esbelta. Vistos de perfil son canes bastante cuadrados, con las zonas del cuello, los cuartos traseros y el cráneo bien definidos. Su cuerpo es balanceado, con un cuello ligeramente arqueado.

La espalda y el lomo de estos canes son cortos, musculosos y se elevan ligeramente hacia la grupa. El pecho es largo y profundo, pero no muy ancho. Las patas son largas y rectas, con los codos bien pegados al cuerpo.

Poseen pies compactos, con los dedos del medio más largos que el resto. La cola es de implantación baja y cae en curva sin superar la altura del corvejón.

Por otro lado, la forma de la cabeza es triangular, con un cráneo redondeado y una frente plana. El hocico, que se afina hacia la punta, está bien moldeado, con la trufa de color oscuro. Los ojos son redondeados y también oscuros. Las orejas se presentan triangulares y medio erguidas.

En cuanto al manto, el pelo del Fox Paulistinha es corto, fino, bien ceñido a la piel y no muy suave al tacto. Tiene una base blanca con marcas que pueden ser negras, azules, marrones o isabela (crema). Deben tener marcas fuego sobre los ojos, en el hocico y en las orejas.

¿Cómo es el carácter de este Terrier?

Amigables y gentiles con la familia y los conocidos, estos canes necesitan que les dediquen tiempo. Son muy vitales y se adaptan mejor a los hogares con menores ya crecidos. No se recomienda su adopción si hay niños muy pequeños en casa. Por un lado, tienden a saltarles encima y podrían lastimarles; por otro, pueden perder la paciencia si juegan con brusquedad.

Si han sido criados desde pequeños con otros canes no habrá problemas de convivencia. Sin embargo, no son tan tolerantes con los desconocidos. En esos casos la parte Terrier sale a relucir y pueden mostrarse excesivamente territoriales. Tampoco deben compartir hogar con otros animales pequeños como conejos o gatos: debido a su instinto de cazador de ratas los verían como presas.

Su temperamento es reservado y su personalidad alerta. Estas características hacen que sea un buen perro guardián. El Terrier Brasileño es naturalmente desconfiado con quien no conoce. Por eso, lo mejor es esperar que sea él quien se acerque a un invitado o a un amigo de la casa para evitar sobresaltos. En este sentido, la socialización temprana es fundamental.

Durante el entrenamiento, requieren de un líder firme, que ofrezca actividades variadas para evitar el aburrimiento. El entrenamiento tradicional no funciona con un Terrier Brasileño, que siempre responderá mejor al refuerzo positivo, especialmente si recurres al método con clicker.

Cuidados que precisa la raza Fox Paulistinha

A primera vista estos canes pueden parecer hiperactivos, pero lo cierto es que requieren de muchísima actividad. Si tienen sus necesidades de paseos y ejercicios bien cubiertas, estarán mucho más tranquilos en casa. No son perros apropiados para residir en viviendas con patios muy pequeños o sin jardín.

Aun contando con un espacio abierto en el hogar, necesitarán a alguien con quien compartir sus juegos. Deberás realizar de dos a tres paseos diarios con él, siempre con correa. Un Fox Paulistinha que se sienta encerrado ladrará mucho y puede desarrollar otros comportamientos extraños, como cavar de manera obsesiva o destruir todo lo que tiene cerca.

Algo que también debes tener en cuenta es que sus articulaciones no terminan de crecer hasta que cumplen el primer año, por lo que hay que evitar que se esfuercen en exceso o que corran sobre superficies demasiado duras, como el cemento.

Por otra parte, su pelaje duro y corto necesita unos cuidados mínimos. Solo tendrás que pasarle el cepillo cada dos o tres días. Revisa su piel en la zona de las patas y del abdomen después de dar un paseo por el campo para detectar heridas o raspaduras, algo habitual debido a su carácter inquieto. Los baños, a no ser que estén muy sucios, se recomienza realizarlos cada dos o tres meses.

La salud del Fox Paulistinha

Debido a la pureza de esta raza y a su poca consanguinidad, los Terrier Brasileños no suelen tener problemas de salud graves. En este sentido, puedes encontrar ejemplares de Fox Paulistinha muy longevos.

A una edad madura, estos canes pueden desarrollar cataratas y otros problemas oculares. Estas enfermedades de origen hereditario suelen causar la pérdida progresiva de la visión y, muchas veces, requieren de un tratamiento quirúrgico para tratar de mejorar su calidad de vida.