El origen de la raza de gato Tiffany se remonta a la década de 1960 en Norteamérica. Esta raza surgió a partir de cruces selectivos entre el Burmés y el Persa, con el objetivo de combinar las mejores características de ambas razas. El resultado fue un felino con el distintivo pelaje largo y exuberante del Persa, y la elegante figura y personalidad cariñosa del Burmés.
Si bien los primeros gatos de la raza Tiffany se criaron en la década de 1960, la raza no obtuvo un reconocimiento oficial inmediato. Fue en la década de 1990 cuando finalmente se ganaron un lugar en el mundo de los gatos de raza reconocidos. Gracias a los esfuerzos de criadores apasionados, los Tiffany comenzaron a recibir atención y reconocimiento en exhibiciones felinas y asociaciones de criadores.
En la actualidad, los Tiffany continúan impresionando a todo aquel que lo tenga en el hogar. Su historia es una muestra del esfuerzo y la pasión de los criadores que trabajaron para crear una raza que capturara lo mejor de dos mundos felinos. Desde sus orígenes humildes hasta su reconocimiento oficial, esta joya felina ha conseguido hacerse un hueco en miles de hogares.
Morfología de la raza Tiffany
La raza de gato Tiffany, también conocida como Chantilly-Tiffany, es una raza menos conocida pero fascinante por su elegante apariencia y su carácter afectuoso. Esta raza tiene características distintivas que la hacen única entre los felinos domésticos.
Los gatos Tiffany son de tamaño mediano, el peso varía entre 4 y 7 kilogramos, con machos generalmente más grandes y pesados que las hembras. Poseen un cuerpo semi-foreign, que significa que es moderadamente esbelto, mostrando una elegante musculatura sin ser extremadamente delgado.
Su estructura es bien balanceada y proporcional, con un pecho amplio y patas de longitud media que terminan en pies pequeños y redondeados, y la cola es de longitud media a larga, siendo espesa en la base y afinándose hacia la punta. Está bien cubierta de pelo, lo que le da una apariencia plumosa.
Respecto a la cabeza, es de tamaño mediano, con una forma que se estrecha ligeramente desde la base de las orejas hasta los ojos, pero no tan puntiaguda como la de los Siameses. Los pómulos son prominentes, y el hocico es de longitud media, no extremadamente corto ni puntiagudo.
En cuanto a los ojos, son uno de los rasgos más llamativos de los Tiffany, grandes, ovalados y bien separados entre sí. El color de los ojos varía desde el dorado hasta el verde, dependiendo del pelaje.
Las orejas son de tamaño mediano, amplias en la base y con puntas ligeramente redondeadas. No son extremadamente grandes en comparación con el tamaño de la cabeza, lo que contribuye a su apariencia equilibrada.
Por otro lado, el pelaje es medio a largo, sedoso y brillante, con una textura que puede variar ligeramente entre los individuos. Aunque originalmente se conocía por su color chocolate, la gama de colores se ha expandido para incluir negro, azul, canela, y lila, entre otros. El pelaje no tiene subpelo, lo que reduce la tendencia a formar nudos o enredos.
El gato Tiffany, con su apariencia distintiva y su carácter afectuoso, es una excelente opción para aquellos que buscan un compañero felino, elegante y amistoso. Su pelaje requiere un mantenimiento relativamente bajo en comparación con otras razas de pelo largo, lo que los hace adecuados para una amplia variedad de hogares. Su naturaleza adaptable y afectuosa los convierte en miembros queridos y valiosos de cualquier familia.
Campeones de Tiffany
Si bien fue en la década de 1990 cuando los gatos Tiffany fueron reconocidos oficialmente, todavía recordamos algunos nombres de campeones que obtuvieron títulos en las organizaciones como The International Cat Association (TICA) y World Cat Federation (WCF).
De hecho, en los últimos años recordamos al Campeón de Europa EC Tiffany’s Chatterie de l’Oasis d’Isis (Francia), ganador de TICA del año pasado y al Campeón del Mundo GC, RW Tiffany’s Serendipity (Estados Unidos) del 2022.
¿Cuánto cuesta un cachorro de Tiffany?
Si te estás planteando comprar un cachorro de Tiffany, debes saber que, aunque puedas encontrar una gran variedad de precios, lo normal si lo compras en un criadero de confianza es que te acabe costando en torno a los 2 mil euros.