El Spitz Alemán es una de las razas más antiguas de Europa, con raíces que se pueden rastrear hasta la Edad de Piedra. Originalmente criados como perros guardianes y de trabajo, estos perros eran valorados por su capacidad para alertar a sus dueños sobre la presencia de intrusos con su ladrido agudo. A lo largo de los años, el Spitz ha desempeñado varios roles, desde ser el guardián de barcos y granjas hasta convertirse en un estimado compañero de la nobleza y la burguesía europea.
El reconocimiento oficial del Spitz Alemán por parte de las organizaciones caninas ha solidificado su estatus como raza pura y ha contribuido a preservar sus características únicas. La Fédération Cynologique Internationale (FCI), la organización canina más grande del mundo, clasifica al Spitz Alemán en el Grupo 5, que incluye a las razas tipo Spitz y primitivas. Dentro de esta categorización, la FCI reconoce las diferentes variedades de tamaño del Spitz Alemán, cada una con su propio estándar de raza.
En países de habla inglesa, organizaciones como el American Kennel Club (AKC) y el Kennel Club (KC) en el Reino Unido han otorgado al Pomerania, la variedad más pequeña del Spitz Alemán, una categoría propia debido a su popularidad y características distintivas. Sin embargo, las otras variedades también gozan de reconocimiento y aprecio en el mundo canino por su elegancia, historia y versatilidad.
Morfología de la raza Spitz Alemán
El Spitz Alemán se presenta en cinco tamaños diferentes: el Spitz Lobo o Keeshond, el Spitz Grande, el Spitz Mediano, el Spitz Pequeño, y el Spitz Enano o Pomerania. A pesar de esta variedad en tamaño, todos comparten una estructura corporal compacta y bien proporcionada, con un cuerpo que muestra una ligera longitud sobre altura, dando una impresión de robustez sin perder elegancia.
Uno de los rasgos más característicos de la raza Spitz Alemán es su pelaje doble, compuesto por una capa externa larga, recta y separada, y una capa interna corta, densa y suave. Este pelaje no solo es bello, sino que también sirve como protección contra las inclemencias del tiempo. El cuello posee una notable «melena» o «collar» de pelo más espeso que le da un aspecto distintivo y majestuoso, especialmente en los machos.
La raza admite una amplia variedad de colores y patrones, que van desde el negro puro, blanco, marrón y crema, hasta el gris plateado y el naranja. Esta diversidad en la coloración del pelaje añade un atractivo visual adicional a la raza.
Por otra parte, la cabeza del Spitz Alemán es una de sus características más expresivas, con una forma que recuerda a la de un zorro. Tienen un cráneo amplio y una parada bien definida que desciende hacia un hocico que se afina ligeramente, pero no puntiagudo. Los ojos, pequeños, oscuros y en forma de almendra, junto con las orejas pequeñas, triangulares y erguidas, contribuyen a su expresión alerta y curiosa.
La cola es otra característica distintiva de esta raza. Se lleva alta y enrollada sobre el dorso. Esta posición no solo es un estándar de la raza, sino que también añade a la silueta general del perro, destacando el voluminoso pelaje y proporcionando un equilibrio estético a su apariencia.
Por otro lado, aunque el temperamento no es un rasgo morfológico, es un aspecto esencial del carácter de la raza Spitz Alemán. Son conocidos por su lealtad, inteligencia y vivacidad. A pesar de su tamaño, pueden ser perros guardianes efectivos, siempre alerta y dispuestos a proteger su hogar. También son perros muy afectuosos y disfrutan de la compañía de sus familias humanas.
Campeones de Spitz Alemán
Aunque los registros de campeones de esta raza son muchos en el American Kennel Club (AKC) en Estados Unidos, en el Kennel Club (KC) en el Reino Unido, y en la Fédération Cynologique Internationale (FCI) a nivel internacional, existe un nombre que destaca de entre todos y que se sigue recordando tras su victoria en 2011.
Estamos hablando de Troy, un perro aragonés de raza Spitz Alemán, que, a pesar de quedar en cuarto puesto en el concurso de belleza canina celebrado en la Exposición Mundial de París de 2011, su gran listado de premios y su increíble carisma, consiguió conquistar a todo el mundo.
¿Cuánto cuesta un cachorro de Spitz Alemán?
Un cachorro de la raza Splitz Alemán puede llegar a costar en torno a los 1100 euros y 1500 euros, aunque el precio final puede variar dependiendo de la ubicación, el criadero y la salud de la mascota, entre otros factores.