Tal y como aparece en The International Cat Association (TICA), aunque los gatos marrones ya se exhibían en Inglaterra en el siglo XIX, un grupo de aficionados británicos a principios de la década de 1950 desarrolló el gato marrón intenso que llamamos Habana Brown. La Baronesa Miranda Von Ullman (Roofspringer), la Sra. Anne Hargreaves (Laurentide) y la Sra. E. Fisher (Praha) utilizaron siameses chocolate point y seal point criados con gatos domésticos de pelo corto negros sólidos y una pizca de azul ruso para crear los gatos “puro chocolate”.
De esta forma, el primer Habana registrado fue Elmtower Bronze Idol, cuyos padres eran un siamés seal point (Elmtower Tombee) y una negra de pelo corto (Elmtower Susannah). Praha Gypka fue otro de los primeros gatos castaños, un macho que procedía de un siamés chocolate point cruzado con una negra de pelo corto. El Governing Council of the Cat Fancy (GCCF) reconoció la nueva raza en 1958 como el Chestnut Foreign Shorthair, nombre que se cambió a Habana Brown en 1970.
En la actualidad, el Habana Brown continúa siendo una raza de gato preciosa y poco común que captura el corazón de miles de personas. Su historia de desarrollo selectivo y sus características únicas lo hacen destacar en el mundo felino.
Morfología de la raza Habana Brown
Según la información de su morfología que sacamos de TICA (The International Cat Association), el elegante Habana Brown se presenta en dos colores: rojo caoba intenso casi marrón y gris rosado o lila, con bigotes a juego. Ambos colores proporcionan un impresionante marco para los brillantes ojos ovalados de color verde que brillan con inteligencia y picardía.
El pelaje lustroso y ricamente coloreado cubre un cuerpo de tamaño medio, semifornido y más pesado de lo esperado. El cuerpo tiene una estructura muscular firme y ágil que ondea bajo el lustroso pelaje marrón con una sensación de gracia poderosa. Los machos tienden a ser más grandes que las hembras, con un peso de entre 3 y 4,5 kilos, mientras que las hembras pesan de 2 a 3 kilos.
Aunque el color tabaco intenso del Habana Brown es lo primero que vemos, la cabeza también es distintiva. Las orejas erguidas e inclinadas hacia delante transmiten una sensación de alerta. El perfil del gato se compone de una serie de líneas rectas que acentúan el stop prominente. El hocico se describe a menudo como una mazorca de maíz o un cigarro enrollado. Este aspecto único es creado por un pellizco en el hocico y almohadillas de bigotes llenas que combinadas con la barbilla cuadrada crean un aspecto redondeado y romo del hocico.
Los gatitos nacen de color marrón o lila, pero pueden tener marcas fantasma atigradas que desaparecerán cuando el gato alcance la edad adulta. Estos gatos activos conservan su carácter juguetón de gatitos durante toda la vida y serán unos compañeros muy apreciados si decide compartir su hogar con uno de ellos.
Campeones de Habana Brown
Los Habana Brown son altamente conocidos y han conseguido ganarse la atención del público en numerosos concursos y certámenes oficiales. De hecho, tal y como viene registrado en la web de TICA (The International Cat Association), los últimos ganadores han sido: RW BW SGC OBERLIN SIMPLY de color lila, perteneciente a los propietarios Patrick y Jonna Inman, el cual ganó el título de ‘Mejor gato Habana del año’ y RW BW HAVACAT S SANFORD MALTED MAN de color chocolate, que obtuvo el premio de ‘Mejor Habana adulto’, cuyos propietarios son Karen Rogers y Granada Getin.
Y es que, aunque esos son dos de los ganadores que más se recuerdan, el Habana Brown ha conseguido ganar varios certámenes, dejando claro que es una raza muy potente que viene para quedarse. De hecho, cada vez es más común la venta de estos cachorros, sobre todo en España, país en donde hacía unos años, esta raza no era nada común y ahora, ya son varios criadores los que venden a estos gatitos.
¿Cuánto cuesta un cachorro de Habana Brown?
Por si te lo estabas preguntando, un cachorro de Habana Brown puede costarte entre unos 1000 euros y 1200 euros aproximadamente, dependiendo de la edad del cachorro, el pedigrí, el criadero y la ubicación donde lo compres, entre otros factores importantes.