¿Conoces las razas Cornish rex y Devon rex? Se trata de dos de las más raras que existen en el universo felino, y es que su pelo corto y rizado, así como sus grandes orejas puntiagudas las dotan de un aspecto muy peculiar. Poseen muchas semejanzas, pero hoy queremos mostrarte sus diferencias, físicas y de comportamiento, para orientarte.
De origen relativamente reciente, fruto de una mutación genética natural, comparten un cuerpo atlético y unas largas patas y cola, esta última tiende a afinarse hacia la punta. Sin embargo, el gen recesivo que motiva que luzcan un pelo corto y rizado varía no es el mismo. Como veremos a continuación, esta no es la única disparidad. ¿Nos acompañas?
¿Quién tiene cara de duende?
Aunque, como hemos esbozado, existen varios rasgos físicos que los asemejan en un primer golpe de vista, los Cornish rex y los Devon rex no son exactamente iguales. En este sentido, los segundos tienen una complexión más robusta, siendo su cuerpo más corto. Su cabeza también es más ancha que la del Cornish, y sus ojos más redondos.
De hecho, el Devon es también conocido como el gato duende, a tenor de lo prominente de sus pómulos. Los Cornish, por su parte, poseen lo que se denomina como nariz romana. Esta se traduce en que la depresión existente entre la frente y el hocico es convexa. Su cuerpo es más largo y esbelto, llamando la atención su larga cola y su espalda arqueada.
El Cornish es más dócil
Quizás sea porque han sido cruzados con los siameses, pero quienes han convivido con ellos afirman que los Devon son muy movidos e impredecibles. Son muy activos, juguetones e inteligentes. Los Cornish también, pero resultan más dóciles y tranquilos, por lo que son más apropiados como mascota si existen niños en casa.
Ambos son sociables y cariñosos, demandan mucha atención y tienden a llevarse bien con otras mascotas, especialmente los Cornish. Los Devon rex tienen madera de líder y no dudan en hacer notar su determinación para salirse siempre con la suya. Ambos adoran ser el centro de atención y no son tímidos con los desconocidos.
No son razas idóneas para las personas que pasan muchas horas fuera de casa, puesto que son mininos propensos a padecer ansiedad por separación. Reclaman interacción y estimulación a diario, pero se adaptan a la perfección a la vida dentro de casa. Por tanto, con un adecuado enriquecimiento ambiental serán los más felices.
Cuidados requeridos
Al tratarse de gatos de pelo corto, su mantenimiento es muy sencillo. De hecho, basta con cepillarlos una vez por semana para mantener su pelo suave y brillante, libre de nudos y de posibles bolas de pelo muerto. Además, apenas mudan, razón por la que se les consideran razas hipoalergénicas. Esto no es del todo cierto.
Lo que sucede es que al perder tan poco pelo, incluso en los meses de muda, las personas que suelen experimentar reacciones alérgicas al exponerse a los mininos toleran de mejor grado, con apenas síntomas, el contacto con los de las razas Devon rex y Cornish rex.
Carecen de subcapa interna, lo que los convierte en especialmente vulnerables a las corrientes de aire y a las bajas temperaturas. Si te decantas por alguna de estas razas, tenlo en cuenta. Mantén tu casa a una temperatura agradable y constante, evita las corrientes y cerciórate de secarlos bien en caso de bañarlos. Utiliza un champú específico.
La actividad física y cognitiva, apoyándote en el juego compartido y en el refuerzo positivo, son indispensables a fin de que se ejerciten, se sientan acompañados y estimules sus capacidades cognitivas. Sus grandes orejas tienden a acumular cerumen. Por ello, prevén las infecciones higienizándolas con una gasa estéril empapada en suero fisiológico.
La dieta, con independencia de que optes por pienso o por comida húmeda, debe ser de calidad y con un alto contenido en proteínas y ácidos grasos omega-3 y 6. Estos macronutrientes contribuirán a mantener sus órganos, articulaciones, piel y pelo en óptimas condiciones. No te excedas de la cantidad diaria recomendada para su edad y actividad.
Enfermedades más comunes
Tanto los gatos duende como los Cornish gozan de una buena salud y alcanzan los 9-15 años de vida. No obstante, se trata de mininos con predisposición a padecer atrofia progresiva de la retina, miocardiopatía hipertrófica y dermatitis. No descuidar las visitas semestrales al veterinario y consultar cualquier conducta insólita con él es lo idóneo.
Curiosidades sobre ambas razas
¿Sabes por qué comparten el apellido “rex”? No tiene más misterio que aludir a una raza de conejo que luce el mismo tipo de pelo, corto y rizado. El primer ejemplar de Cornish nació en Cornwall en 1950 y se llamaba Kallibunker. La primera Devon, Kirlee, lo hizo en 1960 en la ciudad inglesa de la que toma el nombre.
Como ves, se trata de dos curiosas razas que, en poco tiempo, se hacen querer por su temperamento vivaracho y amoroso. Esperamos que ahora que ya conoces cuáles son las diferencias entre el Cornish rex y el Devon rex, sepas cuál es el más acorde a tu personalidad y estilo de vida. Te invitamos a compartir con nosotros tus impresiones.