Fácilmente reconocibles por su peculiar anatomía y sus ojos saltones, los galgos son una raza muy conocida en todo el mundo. La velocidad destaca entre sus cualidades, ya que pueden alcanzar 60 kilómetros hora o más. Debido a esta habilidad han sido empleados históricamente para la caza de liebres; también como velocistas en carreras. Lo cierto es que hay mil y una historias que contar sobre el Galgo Español; conoce algunos datos curiosos a continuación.
Son canes pura sangre
La sangre de los galgos Españoles tiene dos características que vale la pena mencionar. La primera es su alto número de glóbulos rojos, lo que les permite bombear a mayor velocidad. Esto está relacionado con su gran capacidad aeróbica. Asimismo, sus cualidades no se lograron tras procesos de hibridación buscados por el hombre, sino por selección natural. Por ello, sufren menos enfermedades genéticas.
Tienen una visión formidable
Los ojos de los ejemplares de esta raza no son un simple capricho. A diferencia de otras variedades, el Galgo Español se apoya más en su visión para cazar que en el olfato. Es un lebrel y puede detectar objetivos a casi un kilómetro de distancia. A ello se suma su mayor facilidad para divisar en movimiento.
Otra característica única es que su visión alcanza los 270 grados, ¡podría decirse que tienen ojos en la espalda! Por otro lado, no te sorprendas si te despiertas en medio de la noche y ves a tu compañero de aventuras mirando hacia algún punto fijo. Muchos galgos pueden dormir con los ojos abiertos.
No les gusta estar sentados
Un Galgo Español tiene dos marchas principales: una es corriendo a máxima velocidad detrás de algo y la otra es acostado sin mover un solo músculo. Una vez cumplido su cometido estos canes pueden pasarse el día descansando al sol como un gato. Eso sí, es raro verlos sentados durante mucho tiempo: debido a su estructura corporal es una posición que les cuesta mantener. Su movimiento típico es el galope.
El galgo es parte esencial de la cultura española
Esta raza está tan unida a la cultura ibérica que ya ha pasado a formar parte de muchas expresiones coloquiales. Por ejemplo: “A galgo viejo echadle liebre y no conejo”, “Galgo que va tras dos liebres, sin ninguna vuelve” “de casta le viene al galgo ser rabilargo” o “a los galgos del rey no se le escapa la liebre”.
Pero estos canes también forman parte de las tradiciones culturales de otros países. Shakeaspeare los menciona en sus obras de teatro y en los EE. UU. hay una famosa línea de autocares de larga distancia llamada Greyhound (“galgo”, en inglés).
Acompañó a El Quijote y a la familia Simpson
Las primeras líneas de El Quijote hacen mención a uno de estos canes ¿Te habías dado cuenta? Recordemos uno de los párrafos más famosos de nuestra literatura: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”. El paso de los años no le ha hecho caer en el olvido: hasta podemos verlo retratado en Los Simpson, con el nombre de “Ayudante de Santa”.
Uno de los padres del Galgo Inglés
La Federación Cinológica Internacional (FCI) lo describe en su estándar como uno de los padres del galgo inglés. La variedad española ya era conocida en tiempo del Imperio Romano y desciende de antiguos canes asiáticos. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII algunos de estos ejemplares llegaron a Inglaterra e Irlanda, lo que dio como resultado otras variedades.
Es una de las razas más abandonadas
¿Eres una persona que prefiere adoptar a un perro de refugio antes que comprar uno? En ese caso los galgos son una buena opción, pues es una de las razas más abandonadas una vez han dejado atrás sus mejores días en la pista de carreras o para la caza. Por su temperamento amable y agradecido, el Galgo Español es un excelente compañero. No importa si no ha crecido contigo y ha llegado a tu vida siendo ya adulto, es un perro que no te dará ningún problema.