También conocido como Perro Malgache, este can destaca por su carácter divertido, cariñoso y juguetón. Es perfecto para las familias, pero también se desenvuelve bien acompañando a personas que viven solas. Los ejemplares de esta raza suelen establecer vínculos muy cercanos con sus cuidadores, convirtiéndose en grandes compañeros de vida. ¡Pero eso no es todo! Descubre más curiosidades sobre el Cotón de Tuléar a continuación.

Son una variedad de Bichón

Los Bichones son una variedad de perro de talla pequeña, pelaje largo y sedoso, así como una gran disposición a estar con los seres humanos. Los Cotón de Tuléar descienden de un grupo de Bichones malteses que llegaron a la isla de Madagascar y se cruzaron con algunas variedades de la zona, evolucionando hasta alcanzar su aspecto actual.

Es el perro oficial de Madagascar

Debido a su estrecha relación con la isla, el Cotón de Tuléar fue declarado perro nacional de Madagascar. Al igual que con otras variedades caninas se le inmortalizó en una estampilla de correos, en la que, de manera reveladora, no se le llama Cotón, sino “Le Bichon”.

Eran tan apreciados que se prohibió su exportación

Una vez que la raza fue adoptada por las clases altas de Madagascar, se volvieron tan exclusivos y valorados que los nobles presionaron al Gobierno para evitar que cualquier ejemplar de la raza fuera sacado de la isla. Además, se prohibió que las personas de clases más populares estuvieran a cargo de un Cotón de Tuléar.  Solo podrían acceder a ellos los miembros de la realeza, los terratenientes ricos y la clase colonial francesa. El resultado fue que la raza se desarrolló prácticamente aislada durante siglos.

Una leyenda hace referencia a su gran inteligencia

La lucidez de esta raza es proverbial en Madagascar. Una leyenda cuenta que, durante una época, los cotones sobrevivían cazando en grupo. En cierta ocasión llegaron a un río que no podían vadear a nado, pues estaba infestado de cocodrilos.

Entonces, los canes diseñaron un plan para poder cruzar: dos o tres ejemplares se alejaron hacia otro sector de la orilla y ladraron fuertemente para atraer a los reptiles y dejar el camino libre a sus compañeros. Una vez que los atrajeron, corrieron rápidamente para cruzar nadando por donde lo había hecho el resto, burlando así a los reptiles. La inteligencia, el sentido de compañerismo y la agilidad expresada en este mito, reflejan las grandes virtudes de estos canes.

Cambian dos veces de manto

El precioso pelaje de los Bichones requiere de un cuidado constante. Además, es muy importante que tengas en cuenta que los ejemplares de esta variedad cambian completamente su pelo dos veces en la vida. La primera gran muda ocurre alrededor del primer año, cuando deberás intensificar los cepillados para evitar que deje pelos por toda la casa. El segundo cambio de manto en el Cotón de Tuléar ocurre hacia los 2 años, cuando se produce un oscurecimiento del tono capilar.

Les gusta caminar sobre dos patas

Quienes han compartido su vida con un Cotón de Tuléar coinciden en destacar el comportamiento curioso de estos canes. Por ejemplo, suelen entablar conversaciones en su propia jerga de sonidos caninos y mirar como si estuvieran pensando en qué decir a continuación. Pero, además, tienden a levantarse sobre sus dos patas traseras, como si fuera una persona más.

También hay Cotones de piernas largas

Cuesta imaginar a uno de estos pequeñines con extremidades de unos 45 cm, diez más que el estándar. Estos ejemplares son considerados una rareza, pero no se han “creado” artificialmente: son una evolución propia de la raza. Entre las características más sobresalientes de estos individuos es que el resto de su anatomía conserva las mismas características de un Cotón de Tuléar estándar. Se están estudiando todavía los mecanismos genéticos que causan esta mutación.