Aunque se le suele atribuir un carácter violento que no le corresponde, como explicaremos, lo cierto es que, muy al contrario, el American Staffordshire es un perro muy cariñoso con su familia, además de obediente.
1- El origen del American Staffordshire
Como deja intuir su nombre, la raza American Staffordshire, también conocida como Amstaff, ha sido desarrollada en los Estados Unidos. Se data su aparición en el siglo XIX. Es descendiente del Staffordshire Bull Terrier, de origen británico.
Empezó siendo un perro utilizado para las peleas contra otros perros, pero también llegaban a enfrentarse a toros. En la actualidad, estas actividades bárbaras no se permiten y, aunque se realizan peleas de perros de forma ilegal, es habitual que encontremos al American Staffordshire como perro de compañía en hogares de todo el mundo.
Además, la policía utiliza ejemplares de esta raza para diferentes trabajos, entre los que se incluyen actividades de rescate. También hay Amstaff participando en diferentes iniciativas como perros de terapia e incluso han desempeñado funciones de pastoreo del ganado.
2- Talla del American Staffordshire
A pesar de que su fuerza, su potencia y su musculatura engañen, no son perros excesivamente grandes. Su peso oscila entre los 18 y los 23 kg, con una altura medida a la cruz de tan solo 43-48 cm. Por lo tanto, se consideran perros de talla media.
3- Staffordshire británico vs. americano
Originalmente, ambos perros eran iguales. La diferencia surgió cuando el americano comenzó a criarse seleccionando una mayor altura, más peso y, en general, una constitución más voluminosa. Fue ya en 1936 cuando se reconoció el Staffordshire americano como raza separada.
4- American Staffordshire vs. American pit bull
Ambas razas son confundidas en ocasiones. Como el American pit bull tiene fama de ser agresivo al punto de llegar a prohibir su tenencia, son muchas las personas que piensan que es un peligro convivir con un American Staffordshire.
Pero son razas completamente diferentes y, de hecho, los Amstaff son especialmente cariñosos con los niños. La confusión se debe a que se reconocieron como razas separadas hace relativamente poco tiempo. De ahí que ambas denominaciones se utilizaran indistintamente en estos perros, que incluso se registraban con ambos nombres.
5- La relación con otros perros
Los American Staffordshire pueden no llevarse especialmente bien con sus congéneres. De hecho, su anatomía y sus poderosas mandíbulas hacen posible que provoquen graves lesiones, incluso mortales, si atacan a otros perros, independientemente de su tamaño.
Pueden dañar seriamente a perros bastante más grandes que ellos. Tienen un instinto para el ataque, sobre todo los machos. Por ello hay que extremar las precauciones y proporcionarles una correcta socialización y una adecuada educación.
También la obediencia, al menos la básica, es imprescindible para intentar rebajar los riesgos. Con otros animales de tamaño pequeño, como gatos, conejos o cobayas, pueden surgir problemas, aunque hay ejemplares que conviven con ellos en el hogar.
6- Raza para familias
Un American Staffordshire bien educado puede ser un excelente compañero tanto para adultos como para niños, con los que suele ser muy tolerante. También puede adaptarse a las personas de más edad y con limitaciones en la movilidad.
Resultará un perro muy leal, cariñoso, tranquilo y obediente. Quizás la explicación esté en que se privilegiaba la buena relación y obediencia hacia las personas, aun en los perros destinados a pelear. Les gusta pasar tiempo en compañía de su familia, a la que protegerán. De hecho, la soledad puede llevarle a desarrollar problemas de conducta.
Uno de los más comunes es la destructividad. Establece un fuerte vínculo de dependencia con su familia. Pero para conseguirlo es necesario tener la experiencia suficiente en el manejo de perros. El pondrá de su parte su predisposición para el aprendizaje y sus enormes ganas de complacer a su cuidador.
7- Entrenamiento físico del American Staffordshire
Son perros con un nivel de energía considerable, a pesar de su aspecto compacto y pesado. Necesitan ejercitarse a diario y, aunque consiguen adaptarse a la vida en un apartamento, siempre que se cubran sus necesidades, estarán mejor en una casa con jardín.
Pero aunque dispongan de espacio al aire libre, igualmente tienen que salir a pasear. Estas salidas son para los perros mucho más que ejercicio y resultan fundamentales para su bienestar. Unos tres paseos largos al día son la recomendación para esta raza. Además, hay que dedicarles tiempo para el juego.
A pesar de su aspecto robusto son perros ágiles que disfrutan corriendo y saltando. Lanzarles pelotas o discos para que persigan y traigan es un juego del que disfrutarán. Son incansables. Pueden participar en actividades deportivas caninas, como el agility, que conjuga ejercicio con obediencia.
8- Enfermedades más comunes del American Staffordshire
Como prácticamente todas las razas, los American Staffordshire presentan propensión a padecer algunas patologías. Por ejemplo, la displasia de cadera o de codo, que provoca dolor, inflamación y cojera.
También se le atribuye mayor tendencia a padecer problemas oculares, como las cataratas, de piel o cardíacos. La esperanza de vida media se sitúa en unos 12-14 años, aunque, por supuesto, hay diferencias significativas entre individuos.
9- Raza de perros potencialmente peligrosos
Antes de pensar siquiera en adoptar un American Staffordshire hay que saber que está incluido en el listado de las llamadas razas caninas potencialmente peligrosas, aunque esta denominación simplemente indica la potencialidad de provocar lesiones graves por su tamaño y su conformación física.
Ser PPP implica que el cuidador de uno de estos perros tiene que cumplir, por ley, determinados requisitos. Por ejemplo, obligatoriamente hay que sacar a pasear al perro atado y con bozal, contratar un seguro o demostrar que se carece de antecedentes penales, entre otros.
10- Higiene del American Staffordshire
Por último, debemos saber que los típicos cepillos metálicos para perros podrían hacer daño al Amstaff en la piel. Por eso hay que buscar uno con las puntas blandas. No hace falta que lo cepillemos más que 1-2 veces por semana y dejemos el baño para cuando esté realmente sucio.