Los etólogos coinciden en apuntar que, debido al temperamento independiente de los gatos, resulta complicado probar su grado de inteligencia con respecto a la de los perros. Sin embargo, los expertos se basan en tres parámetros para identificar las razas más adelantadas en este aspecto.
De acuerdo con los estudios, se sabe que los mininos son poco hábiles, en comparación con los canes, para contar objetos o resolver puzzles. Igualmente, hay cierta unanimidad en torno al carácter despierto, activo y sociable de las razas de gato orientales, estando muchas de ellas entre las más inteligentes. De ello te hablamos a continuación.
La inteligencia en los gatos
Los felinos, al igual que los perros, aprenden por observación e imitación, con la diferencia de que se muestran más sensibles al refuerzo positivo. De hecho, establecen de forma instantánea asociaciones que después resulta muy costoso redireccionar en el sentido que nos interesa. La memoria en los gatos tiene un marcado componente emocional.
Así, por regla general, los gatos son más reacios a pedir ayuda por su acusado instinto de preservación, por lo que los etólogos toman en consideración la sociabilidad, la capacidad de adaptación al medio y la apertura hacia el adiestramiento como medida para identificar a los gatos más inteligentes.
Sociabilidad
La territorialidad y autonomía de los gatos los hace menos sociables que los perros. Por tanto, los mininos con mayores dotes de interacción son capaces de atraer a su vida más beneficios o ventajas que los que no las tienen.
Adaptación al medio
Los gatos con la capacidad de mimetizarse con el entorno y de entender qué aptitudes son las más valiosas en cada momento para sobrevivir se convierten en los más longevos. Solo los que saben sobreponerse a su resistencia al cambio prosperan.
Adiestramiento
El recuerdo de experiencias traumáticas o la falta de evidencia del beneficio que obtendrán motiva que, muchas veces, los gatos hagan caso omiso de nuestras órdenes o que sean reacios a aprender. La facultad de retener y aplicar lo que se les enseña constituye el tercer factor para determinar qué ejemplares son más inteligentes.
Las 7 razas de gato más inteligentes
Atendiendo al comportamiento felino, se ha llegado a la conclusión de que un alto porcentaje de mininos de determinadas razas integran, en un alto nivel, los tres parámetros que acabamos de presentarte. Son, en consecuencia, consideradas las razas de gato más inteligentes que existen. ¿Quieres conocerlas?
Siamés
¿Sabes que muchos la consideran la raza más inteligente de todas? Si algo define a los gatos siameses es su sociabilidad, curiosidad y capacidad comunicativa. De hecho, se cree que modulan su maullido de acuerdo con el grado de confianza que tienen con su interlocutor.
Apegados, orgullosos y celosos, no dudan en hacer valer su deseo hasta materializarlo. Se les compara con los gatos porque les gusta demostrar su cariño esperándote a tu llegada a casa y persiguiéndote por toda la casa con tal de estar contigo. El físico Hetherrington añadió como coautor de un estudio a su siamés.
Maine Coon
Estos gigantones pueden intimidar por su mirada inquisitorial y porte robusto. Sin embargo, son tan cariñosos y leales como el resto de razas de las que te hablamos aquí. Están habituados a soportar temperaturas extremas y a trabajar duro, ya que en sus orígenes eran empleados en las granjas como cazadores de roedores.
La inteligencia de los Maine Coon los mueve a disfrutar con los acertijos y son muy fáciles de adiestrar. Por su docilidad y capacidad para demostrar su afecto son empleados en terapia. Aunque se sienten muy a gusto en compañía, soportan la soledad y reclaman pocos cuidados, más allá del cepillado regular y del adecuado enriquecimiento ambiental de su hogar.
Bengalí
Su aspecto exótico y salvaje va unido a la inteligencia requerida para sobrevivir en un entorno hostil como son los bosques africanos. Son tan activos y curiosos que conservan durante toda su vida el espíritu travieso de los adolescentes. Siempre estará dispuesto a jugar contigo, si no es así, deberías sospechar que algo no va bien.
Los gatos Bengalí son sumamente cariñosos y propensos a sufrir ansiedad por separación si permanecen muchas horas solos, así como estrés o depresión si sus requerimientos de estimulación no son satisfechos a diario. Por su curiosidad y gusto por la observación, disfrutan del aprendizaje, por lo que no te costará enseñarle órdenes o trucos sencillos.
Khao Manee
Su mirada despierta transmite inteligencia, y es que estos mininos tailandeses son de los más listos que se conocen. Cariñosos, observadores y juguetones dedican buena parte del día a explorar y a superar pequeños retos. Su manto de un blanco inmaculado es considerado un amuleto protector frente a las malas energías. Son todo un tesoro.
Van turco
No resulta difícil comprender por qué en su Turquía natal estos bellos gatos son venerados como divinidades. Los gatos Van Turco son sociables, amorosos y juguetones conquistan a cualquiera. Se adaptan a todo tipo de viviendas y se llevan bien tanto con los niños como con las personas mayores y con otras mascotas. No obstante, pueden llegar a ser muy dominantes.
Gato común europeo
También llamado gato romano, este minino de salud de hierro sobrelleva como pocos los cambios sin estresarse. Son la mascota idónea tanto para las familias con niños pequeños como para las personas que viven solas. Siempre están atentos a lo que se les quiere enseñar y aprenden con rapidez, sobre todo, los ejemplares de manto negro.
Bobtail japonés
Estos gatos de cola corta son de los más observadores y extrovertidos del universo felino. Adoran la compañía de su familia, de otras mascotas e incluso de los extraños a los que se acercan sin dudar para saludar. Se muestran muy activos y necesitan saltar, trepar, cazar, etc. para entretenerse. Por tanto, los juguetes interactivos están entre sus favoritos.