Leal y con una gran confianza en sí mismo, el Dogo de Burdeos es un excelente perro guardián. Tiende a ser territorial, por lo que es necesario trabajar en su obediencia y llevar a cabo una correcta socialización durante sus primeros meses de vida. Sigue leyendo para enterarte de otras cosas que seguramente no sabías sobre esta raza tan especial.
Una raza muy antigua
El Dogo de Burdeos es una de las razas de perro francesas más antiguas que existen. Sobre su origen más actual, hay documentos que ya la mencionan en el siglo XIV. Estos canes, según indica la Federación Cinológica Internacional (FCI), eran empleados para la caza de jabalís, como perros de pelea y para la guarda de casas o del ganado; también estaban al servicio de los carniceros. En 1863 formaron parte de la Primera Exposición Canina de París, momento en el que fueron reconocidos con el nombre que aún hoy ostentan. La ganadora fue una hembra conocida como Magentas.
Existían otras variedades de Dogo de Burdeos
Otros testimonios de la Edad Media indican que había más de una variedad, que se diferenciaba por la talla. El Doguin tenía una altura menor al actual Dogo de burdeos y una contextura más ligera. Los ejemplares de tamaño grande eran más corpulentos y, según se dice, también más feroces.
Muchos no sobrevivieron a la Revolución Francesa
Se cree que la desaparición de la variedad pequeña de Dogo de Burdeos puede estar relacionada con el fin de la monarquía en Francia. Los ejemplares de esta raza estaban muy ligados a los terratenientes. Con la Revolución Francesa, todo lo relacionado con la aristocracia fue prohibido, incluyendo los perros tradicionalmente vinculados a las clases nobles. Por este motivo muchos Dogos de Burdeos fueron masacrados. Los que sobrevivieron, lo hicieron gracias a que estaban a cargo del cuidado de granjas en las zonas rurales del país. Durante las Guerras Mundiales su población también se vio mermada.
Se volvieron muy populares gracias a Tom Hanks
Hasta hace relativamente poco esta variedad no era especialmente conocida fuera de los límites de su zona de origen, la Borgoña francesa. Los responsable de este salto a la fama fueron Tom Hanks y el equipo de “Socios y Sabuesos” (1989). El coprotagonista de la cinta, Hooch, es un ejemplar de Dogo de Burdeos. El éxito alcanzado por esta comedia de detectives dio a conocer al actor y a la singular raza.
Su crecimiento es muy acelerado
El ritmo de crecimiento de un cachorro de Dogo de Burdeos es sorprendente. Pueden llegar a pesar 10 kilos a los 2 meses de edad y muchos se acercan a los 50 kilos en su primer cumpleaños. Esto implica dos cosas: la primera es que comen mucho, con el consecuente gasto que ello conlleva. Asimismo, debes procurar que no realicen esfuerzos muy exigentes durante esta etapa, pues sus articulaciones podrían verse afectadas.
Es una raza que tiende a babear bastante
Antes de adoptar a uno de estos grandullones, ten en cuenta que babean mucho. El Dogo de Burdeos se caracteriza por tener unos labios carnosos, que hacen que la saliva vaya dejando rastro por donde pasa. Por ello, si adoptas a un can de esta raza, que no te pille por sorpresa. Si vivir en un hogar pulcro es una prioridad innegociable, un Dogo de Burdeos seguramentre no sea la mejor opción para ti.
Algunos ejemplares pueden tener máscaras
La presencia de una máscara alrededor de los ojos no está penalizada por el estándar como muchos creen. De hecho, los individuos de la variedad pueden presentar este rasgo en diferentes tonalidades, dependiendo del color de su pelaje y de cómo sea su trufa.
La máscara negra es la más habitual y no debe llegar hasta el cráneo; suele aparecer en ejemplares leonados. La máscara marrón es a juego con una trufa del mismo color. Una posibilidad menos común es una máscara en tonos rojizos.
En algunas comunidades se consideran una variedad peligrosa
Quienes adoptan razas incluidas en la categoría de Perros Potencialmente Peligrosos (PPP) deben cumplir con una serie de requisitos. Por ejemplo, obtener una licencia, no tener antecedentes y pasearlos con ciertas medidas de seguridad.
Si bien el Dogo de Burdeos no forma parte de la lista estatal, hay algunas regiones en España que sí consideran que forman parte de este grupo. Es el caso de Galicia, Cataluña, Extremadura, Cantabria, la Comunidad Valenciana o Melilla. Por eso, si vives en uno de estos lugares, deberás tramitar un permiso especial para poder adoptar un ejemplar.