Cada vez son más los cuidadores que se animan a viajar con sus perros. Esta demanda ha hecho que, a la par, se incremente el número de lugares en los que los perros son bien recibidos, así como las opciones de transporte para llegar a los destinos elegidos. En este artículo hablamos de las recomendaciones fundamentales a tener en cuenta para viajar con perros en las diferentes opciones.

Viajar en coche

Para viajar en coche con perro no vale con meterlo en el vehículo y arrancar. Existe una normativa que es imprescindible cumplir para su seguridad y la del resto de pasajeros. Así, antes de iniciar el viaje hay que consultar la legislación vigente.

En general, los perros deben ir separados de los asientos delanteros. Esto puede hacerse con un arnés de seguridad para sujetarlo detrás, en el interior de un transportín o instalando una rejilla que separe ambas partes del vehículo.

El transportín debe ir en el maletero o, de tratarse de un perro pequeño, en el suelo por detrás de los asientos delanteros. Conviene que paremos cada cierto tiempo para sacar al perro a que se refresque, haga sus necesidades o beba un poco de agua.

Viajar en tren

Una alternativa al coche es el tren, aunque hay que saber que existen limitaciones importantes. Por este motivo, es fundamental que contactemos con la compañía con suficiente antelación para informarnos de los requisitos y reservar plaza para el perro a tiempo.

Por ejemplo, hay que tener en cuenta que los perros solo podrán ir en determinados trenes y en algunos trayectos. Por otra parte, su acceso puede verse restringido por razones de peso (ejemplares de menos de 10 kg), pueden tener que ir obligatoriamente en un transportín, llevar bozal, etc.

De ahí la importancia de contactar con la compañía para saber si el tren en el que queremos viajar admite a nuestro perro o con qué alternativas contamos.

Viajar en avión

Aunque los viajes en avión con los perros son posibles, conviene contactar con antelación con la compañía aérea, ya que las condiciones del transporte son muy variables y también dependen de cuántos animales vayan ya en el vuelo.

Además, si el viaje es a otros países, es imprescindible consultar los requisitos que disponen a la hora de aceptar animales de otras procedencias. El microchip y el pasaporte actualizado son básicos en estos viajes.

El principal problema del avión es que la mayoría de los perros van a tener que viajar en bodega. Algunos, como los braquicéfalos o los potencialmente peligrosos, ni siquiera puede ir en la bodega en determinadas compañías. Solo los que no superen unos 8 kg, incluyendo el transportín o la bolsa de transporte en la que deben ir, podrán ir en cabina.

Viajar en barco

Como siempre, lo principal es contactar con las compañías que ofrecen este servicio para saber qué condiciones requieren para poder embarcar con nuestro perro y, sobre todo, reservar su plaza con antelación.

Algunas ofrecen ya la posibilidad de que el animal viaje en el camarote y acceda a zonas de paseo, aunque suelen marcar un límite de peso máximo de 30 kg. En algunas compañías los perros no pueden acceder a zonas comunes, mientras que en otras sí pueden acompañar a sus cuidadores en todo momento.

En otros casos, hay habilitadas zonas específicas para ellos, al margen de los camarotes. Pero, dependiendo de la compañía y del barco, también podemos tener que llevar al perro dentro de un transportín, de un vehículo o no podrá exceder los 10 kg de peso.

Viajar en autobús

En autobús los perros tendrán que viajar dentro de un transportín. Tienen que ser perros pequeños, que no superen los 10 kg. Como siempre, es imprescindible informarse antes, pues hay servicios que solo permiten que viaje un único perro.

Otros solo dejan que los perros vayan en el maletero, dentro del transportín. Por otra parte, algunos autobuses cuentan con un compartimento especial en el maletero para dejar el transportín, separado del equipaje.

La opción del autobús no es la más adecuada cuando las temperaturas superan los 25 ºC, aunque algunos ofrecen la misma climatización que para los pasajeros en el compartimento especial.

Recomendaciones generales para viajar

Además de los aspectos que ya hemos comentado, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones más para que el viaje sea lo más agradable posible para todos. Destacamos:

  • En lo posible, acostumbra al perro al transporte antes del viaje. Por ejemplo, comienza con trayectos cortos para asegurar que no le supone un estrés excesivo un largo viaje.
  • Antes de montar en el vehículo, permite que el perro queme energía dándole un buen paseo y/o practicando algún ejercicio o juego.
  • Unas horas antes de iniciar el trayecto, evita darle agua o comida para prevenir vómitos.
  • Siempre que puedas, ofrécele opciones para que estire las patas, haga sus necesidades o beba un poco de agua.
  • Por supuesto, nunca lo dejes en un vehículo al sol.
  • Lleva siempre a mano su documentación y todo aquello que consideres necesario para su manejo.
  • Por último, hay que tener siempre en cuenta las características del perro. Por ejemplo, si no soporta estar encerrado en su transportín, no es lógico que lo hagamos viajar dentro de uno. Tendremos que buscar la mejor opción para él.