Al igual que las personas, los perros pueden tener fiebre debido a múltiples causas. La fiebre supone una temperatura corporal más elevada de la normal. Muchos cuidadores creen que pueden detectar la fiebre observando la nariz de su perro, pero no es cierto. A continuación explicamos cómo saber si tu perro tiene fiebre.
Todo sobre la fiebre en perros
En primer lugar, para saber si nuestro perro tiene fiebre o no hay que conocer cuál es la temperatura normal en esta especie. Así, aunque puede haber alguna variación, en general, la temperatura que se considera normal para los perros adultos oscila entre los 37,8 y los 39,2 ºC.
Por lo tanto, los perros tienen la temperatura más alta que los humanos sin que sea fiebre. Aunque en los cachorros esta es más baja porque al nacer no consiguen termorregularse, es decir, no son capaces de mantener constante su temperatura corporal. Hacia el mes de vida ya suelen alcanzar los 37,8 ºC. Tenlo en cuenta si tienes que medir su temperatura.
A partir de los 39,2 ºC se habla de fiebre en perros, síndrome febril o hipertermia. La fiebre siempre indica que algo está sucediendo en el organismo y que este está respondiendo y defendiéndose. En principio, la fiebre es motivo de consulta veterinaria. Lógicamente, habrá más urgencia cuanto más elevada sea la temperatura o si hay otros signos clínicos.
Cómo medir la temperatura a un perro
Al igual que en el caso de las personas, la única forma fiable de saber si un perro tiene fiebre es poniéndole el termómetro. A los perros la temperatura se les toma siempre por vía rectal y puede emplearse para ello un termómetro para personas. Solo hay que introducir la punta durante un breve espacio de tiempo para obtener la medida.
Conviene lubricar el termómetro e introducirlo con mucho cuidado para no lastimar al perro. Sobre todo en los más inquietos o nerviosos, se recomienda tomar la temperatura entre dos personas. De esta forma, una sujeta al perro y la otra introduce y retira el termómetro. Así evitamos que un movimiento brusco de un perro asustado acabe empeorando la situación.
Una temperatura entre 39,3 y 40,5 ºC requiere ponerse en contacto con el veterinario para descubrir cuál es la causa de esta elevación. La fiebre que se considera alta se encuentra entre 40,5 y 41,6 ºC. En estos casos debemos buscar atención veterinaria urgente y nunca medicar al perro por nuestra cuenta. También si la fiebre es más baja pero no remite.
Trucos para saber si un perro tiene fiebre
Si no tenemos termómetro, que, recordamos, es la única forma fiable de saber la temperatura de nuestro perro, podemos prestar atención a su comportamiento para descubrir alguna anomalía o signo clínico de los que suelen acompañar a la aparición de fiebre. Fíjate en estos aspectos:
- Estado general: apatía, letargo y sueño excesivo pueden indicar fiebre. En otras palabras, sospecha fiebre si tu perro casi no se levanta, no juega y se pasa el día durmiendo.
- Respiración y latido cardíaco: en los perros con fiebre las frecuencias respiratoria y cardíaca pueden hacerse más rápidas.
- Anorexia: el perro con fiebre acostumbra a dejar de comer.
- Deshidratación: además de la anorexia, la fiebre puede hacer que el perro no beba. Podemos saber si el perro está o no deshidratado tomando un pliegue de piel entre los dedos y soltando. Si vuelve de inmediato a su posición inicial, no hay deshidratación. En caso contrario, la gravedad dependerá del tiempo que tarde en recuperar la posición.
- Debilidad general.
- Convulsiones y shock: en los casos más graves.
- Además, según la causa de la fiebre, el perro puede presentar signos clínicos como tos, secreción nasal, vómitos, diarrea, dolor, etc.
¿La nariz seca y caliente significa que tu perro tiene fiebre?
No. Es cierto que los perros sanos acostumbran a tener la nariz húmeda para captar mejor los olores. También es cierto que un perro con fiebre puede tener la trufa seca y caliente, pero esto no quiere decir que una nariz en estas condiciones sea signo inequívoco de fiebre.
En algunas ocasiones la nariz de nuestro perro puede estar seca y caliente sin que tenga fiebre. Por ejemplo, simplemente cuando hace calor. Por lo tanto, no puedes saber si tu perro tiene fiebre solo tocándole la nariz.