A diferencia de los gatos que, ya a temprana edad y por instinto, acuden al arenero a hacer sus necesidades, los cachorros no cuentan con un control de esfínteres maduro ni saben dónde orinar y defecar si no se les entrena para ello. Por tanto, hasta que tu cachorro tenga todas las vacunas, lo recomendable es enseñarle a hacer sus necesidades en casa.
Si te encuentras en esta situación y te desespera toparte por doquier con los accidentes de tu mascota, no sufras más. Vamos a mostrarte cómo enseñar a un cachorro a hacer sus necesidades en un empapador y a proporcionarte algunas útiles recomendaciones para que culmines cuanto antes y con éxito esta etapa.
Cómo logro que mi cachorro aprenda a hacer sus necesidades en el baño
Antes de entrar en materia, debes tener claro que los perros, hasta los 4 meses de edad, orinan y defecan entre 7 y 9 veces a lo largo del día. Lo hacen a los pocos minutos de despertarse, después de comer o de beber y después de jugar. Por ello, debes estar atento a sus rutinas para anticiparte y llevarlo a su baño, que establecerás en casa.
Los canes se guían por olores y suelen preferir hacer sus necesidades en el mismo lugar. Si lo ves oliendo el suelo, te está avisando de sus intenciones. Será muy probable que ese lugar sea el elegido para orinar o defecar. Por tanto, lo primero que debes hacer es establecer una zona para su baño hasta que pueda hacer sus necesidades en la calle.
Aspectos a tener en cuenta para la localización del baño
- Debe estar distanciado de su cama y de su comedero-bebedero.
- Debe estar en una zona tranquila, alejada del tránsito de los miembros de la familia.
- La ubicación debe ser fácil de limpiar para ti.
Puedes utilizar papeles de periódico. Aunque es la alternativa más económica, no es la más adecuada desde el punto de vista higiénico. Te recomendamos que utilices empapadores fijados al suelo con cinta adhesiva o introducidos en una bandeja con marco específica para cachorros. Así, no podrá morderlo y romperlo. En el mercado existen infinidad de modelos.
El paso a paso
Una vez decidida la ubicación de su baño, deberás iniciar el adiestramiento de tu peludo. Ármate de paciencia y permanece atento a las señales para minimizar los accidentes. Para que lo entiendas con claridad, vamos a explicarte cuál sería el paso a paso. Así, tu peludo aprenderá a hacer sus necesidades en el empapador y no en cualquier otro sitio:
- Atiende a su lenguaje corporal y a sus rutinas para llevarlo al empapador. Recuerda cuáles son los 3 momentos calientes en los que es más probable que quiera orinar o defecar.
- Ante un escape o accidente no reprendas o riñas a tu perro, tampoco friegues inmediatamente para no extender el olor y confundirlo. Es preferible que seques con papel y que friegues después con un jabón enzimático que elimine los olores.
- En el caso de que lo haga donde corresponde, espera a que termine para premiarlo con palabras de cariño, caricias o con una golosina de su agrado. Si lo haces antes, podría interrumpir su micción y terminar donde no deseas.
- Sé perseverante y mantén la calma. Deberás repetir esta táctica cada vez que observes que es el momento de ir al baño.
Durante todo este proceso no bajes la guardia ni tires la toalla, por tedioso que resulte. Son muchas las veces en las que tu nuevo amigo va a necesitar orinar o defecar, es un mecanismo fisiológico que no puede controlar. Por tanto, te corresponde a ti como tutor ayudarle a interiorizar dónde debe hacer sus necesidades sin someterlo a estrés.
La técnica del yo-yo
Cuando ya haya recibido todas las vacunas, también las de refuerzo, y pueda salir a la calle sin poner en riesgo su salud, se inicia un periodo de transición en el que te recomendamos que mantengas por unas semanas más el empapador en casa. Los perros hacen sus necesidades por texturas y hasta ahora solo conoce a la que le has acostumbrado.
Para que aprenda a hacer sus necesidades en la calle, los expertos aconsejan apoyarse en la técnica del yo-yo. Consiste en lo siguiente: cuando salgáis a la calle a pasear es muy probable que se espere a volver a casa para hacer sus necesidades. Para revertirlo, cuando estéis de regreso a casa, abre la puerta y acto seguido ciérrala y volved a la calle.
Lo que estamos consiguiendo con esta maniobra es propiciar la relajación de los esfínteres del perro (también nos sucede a los humanos cuando volvemos a casa) y reconducirla al espacio que nos interesa para lograr el objetivo final. Si nos permites un consejo adicional, lleva una pequeña cantimplora para perros. Contribuirá a que acabe orinado en la calle.
Una rutina que reclama paciencia, calma y refuerzo positivo
Como habrás intuido, que tu perro aprenda a hacer sus necesidades, primero en casa, en el empapador, y después en la calle, es un proceso que conlleva tiempo y, en consecuencia, también altas dosis de paciencia y amor. Basta con que seas perseverante y solo recompenses las conductas favorables. Los accidentes es recomendable que los ignores.
Siguiendo las pautas que te hemos facilitado sobre cómo enseñar a un cachorro a hacer sus necesidades en un empapador es muy probable que antes de lo que imaginas ahora logres completar con éxito este trance. Por ello, te animamos a que nos hagas partícipes de tu experiencia en los comentarios. ¡Nos encantará leerte!