Las llamadas razas braquicéfalas incluyen a algunos de los perros de mayor popularidad en la actualidad, como el bulldog francés, el inglés o el carlino. De aspecto simpático y buen carácter para la compañía en el hogar, los perros braquicéfalos presentan algunos rasgos que los hacen inconfundibles.

Pero también hay que saber que estos pueden relacionarse con la presencia de distintas enfermedades. Repasamos las características de las razas braquicéfalas en el siguiente artículo.

Cabeza

Las cabezas de los perros pueden tener distintas conformaciones. Así, hay perros dolicocefálicos, mesocefálicos y, los que nos ocupan, los braquicefálicos o de “cabeza corta”, según el significado de la palabra en griego.

Estos últimos se caracterizan por poseer una estructura craneofacial corta y achatada, lo que les da un aspecto único muy apreciado, con una cabeza ancha y redondeada y un hocico corto de orificios estrechos.

Pero hay que saber que esta morfología facial plana también provoca problemas de salud, incrementados por una cría sistemática que busca acentuar estos rasgos diferenciales. La conformación anatómica de los braquicéfalos implica modificaciones en las vías respiratorias y deformación de la boca al no disponer de suficiente espacio en una cara corta.

También hay que prestar atención a los ojos. Son grandes, saltones y redondos. Al sobresalir de la cara están más expuestos, existiendo mayor probabilidad de que sufran diversos problemas y traumatismos.

Nariz

Como hemos dicho, la nariz achatada y corta de estos perros se vincula a diferentes problemas respiratorios de consideración. Es habitual que los ejemplares de razas braquicéfalas emitan ruidos, sibilancias, gruñidos o ronquidos al respirar.

Se trata de una situación muy normalizada, es decir, se entiende que son sonidos habituales en este tipo de canes. Pero lo cierto es que indican problemas de salud y dificultades para respirar que pueden incluso llegar a ser fatales.

Piel y pelaje

Los ejemplares de razas braquicéfalas suelen ser pelo corto, lo que facilita el mantenimiento. Pero muchos presentan arrugas y pliegues en la piel. En estas zonas es más probable que se acumule suciedad y humedad.

Esto las hace propensas a la aparición de infecciones e inflamaciones en la piel y en los oídos, que pueden convertirse en crónicas. Además, no es extraño que este tipo de perros sufran, también, alteraciones de la piel asociadas a alergias.

Peso

Buena parte de los perros braquicéfalos son de pequeño tamaño, pero bastante pesados. Cuentan con un cuerpo corto y fuerte, con aspecto de tonel y patas cortas. Esta conformación, junto a las dificultades para respirar y refrigerarse, no facilitan la práctica de actividad física.

Los perros braquicéfalos tienen tendencia a engordar ya  sufrir los problemas derivados del sobrepeso y la obesidad, ayudados por una alimentación excesiva, con sobras de comida humana, premios comestibles en abundancia y poca capacidad física para salir de una vida sedentaria.

Hay que recordar que los kilos de más no son solo un problema estético, sino que afectan a la salud, a la calidad y a la esperanza de vida. La obesidad se relaciona con la aparición de enfermedades como la diabetes.

También puede agravar otras, como la osteoartrosis, y generar mayor intolerancia al calor, al ejercicio y a la anestesia, empeorando, todavía más, los problemas a los que los perros braquicéfalos son propensos por su anatomía.

Salud

La particular conformación anatómica de los perros braquicéfalos es también la causa de algunos problemas que afectan a su salud. En general, los ejemplares de estas razas tienen un mayor riesgo de sufrir las siguientes dolencias:

  • Síndrome braquicefálico, una patología que comprende paladar y lengua grandes, fosas nasales estrechas y exceso de tejidos blandos en la boca. Algunos ejemplares también tienen la tráquea estrecha y sufren de parálisis en cartílagos laríngeos o de colapso de laringe.
  • Otros trastornos respiratorios, como obstrucciones, también durante el sueño (trastornos respiratorios del sueño o TRS).
  • Alteraciones de la piel como dermatitis, sobre todo, en los pliegues, pioderma o pododermatitis.
  • Prolapso de la glándula del tercer párpado y otros trastornos oculares como las úlceras en las córneas, la queratoconjuntivitis seca, las cataratas, el entropión, el ectropión o la uveítis.
  • Imposibilidad de partos naturales (distocia). Los cachorros de estas razas suelen tener que nacer por cesárea, con los riesgos que esta intervención conlleva.
  • Problemas en la columna vertebral, como hernias discales o malformaciones vertebrales, e incluso parálisis.
  • Golpes de calor, ya que las dificultades respiratorias también repercuten en la capacidad de refrigeración (los perros bajan su temperatura corporal a través del jadeo).
  • Intolerancia al ejercicio y mayor tiempo de recuperación después de un esfuerzo por las dificultades para respirar y la conformación anatómica. Es uno de los factores que contribuye al sobrepeso y la obesidad.
  • Problemas dentales, con dientes mal alineados, retención de dientes de leche y superposición de piezas, lo que favorece la acumulación de placa y la aparición de enfermedad periodontal, además de dificultades para comer.
  • Trastornos gastrointestinales, como reflujo o hernia de hiato, consecuencia de una respiración forzada.
  • Malformaciones cardiacas.

Temperamento

A pesar de todos sus problemas de salud, los perros braquicéfalos son muy apreciados como animales de compañía gracias a su carácter, que suele ser agradable para la convivencia, también con niños, y de fácil manejo.

Esperanza de vida

Por desgracia, la esperanza de vida media de estos perros debido a los diferentes problemas de salud que pueden padecer se ve acortada, en comparación con lo esperable para ejemplares del mismo tamaño. Se habla de unos 3-4 años menos. Por supuesto, la esperanza de vida es un valor con mucha variación individual.