Cada vez son más los cuidadores que se animan a viajar con sus animales de compañía. En algunos casos, es la mejor idea, pero hay que tener presentes algunos consejos y medidas para conseguir que el desplazamiento y la estancia sean agradables tanto para personas como para animales. En el siguiente artículo, explicamos cómo viajar con animales de la forma más segura.

Antes de viajar

En primer lugar, antes de plantearnos salir de viaje con nuestro compañero, es recomendable que lo llevemos al veterinario para una revisión general que nos asegure que su estado de salud es bueno y que puede viajar en condiciones.

Por supuesto, si nuestra intención es que nuestro animal viaje, deberíamos ir exponiéndolo a los vehículos poco a poco para que esté acostumbrado y el desplazamiento no le suponga un estrés excesivo.

Por ejemplo, podemos empezar con pequeños viajes en coche o estancias breves en el transportín, si es que debe viajar en él. Debemos lavarlo para eliminar cualquier olor estresante para el animal y dejarlo abierto en casa, mejor con su cama o juguete favorito, comida, etc., para que vaya estableciendo una asociación positiva. Puede rociarse con feromonas tranquilizadoras.

También hay que valorar que el animal no sufra con los cambios en sus rutinas. En estos casos, que sobre todo afectan a los gatos, puede ser mejor que se queden en el hogar, asistidos por una persona de confianza. Tampoco sería lo más adecuado exponer a tantos cambios a estos animales si el viaje va a ser de solo 2-3 días.

Búsqueda de información

Si queremos viajar fuera del país o utilizando medios de transporte como trenes, aviones, autobuses o barcos, es imprescindible que antes nos informemos, pues cada territorio o compañía tendrán requisitos específicos para aceptar al animal.

Nos referimos a determinadas vacunaciones, como la de la rabia, a la obligatoriedad de viajar dentro de un transportín, a la necesidad de certificados veterinarios, etc. En general, para viajar dentro de la Unión Europea se necesita:

  • Microchip.
  • Desparasitaciones (varían según el país).
  • Vacuna de la rabia en vigor.
  • Pasaporte europeo cubierto por el veterinario.

Lo mejor es contactar directamente con la embajada o consulado correspondiente o la compañía de transportes para tener claros los requisitos en cuanto a la normativa legal y sanitaria, sobre todo si viajamos fuera de la Unión Europea.

Por supuesto, si vamos a quedarnos en algún alojamiento, tendremos que asegurarnos de que aceptan animales. Antes de reservar podemos buscar opiniones de otros clientes para tener más garantías.

Medios de transporte

Debemos decantarnos siempre por el más cómodo y seguro para el animal, ya sea coche, tren, barco, avión o autobús. Hay que valorar diferentes factores, como el importe a pagar, las condiciones en las que el animal afrontará el viaje, los requisitos de cada compañía, el tiempo de trayecto, etc.

En general, los animales tendrán que ir en un transportín homologado con unas medidas marcadas, que deben ser suficientes como para que puedan viajar con comodidad. En los aviones solo los animales más pequeños podrán ir en cabina. La mayoría tendrán que hacerlo en la bodega.

Lógicamente, esta opción no es apta para todos los animales. Si el nuestro sufre de ansiedad por separación, se estresa con facilidad, es miedoso o se sobresalta en exceso con el ruido, no debería viajar nunca lejos de nuestra vigilancia.

En los transportes públicos también se solicita el uso de bozal si los perros viajan fuera del transportín o salen a pasear, por ejemplo, en las zonas habilitadas de un barco. De ser el caso, sería otro elemento al que habría que acostumbrar al animal poco a poco, antes de emprender el viaje.

Viajes en coche

El coche particular es el vehículo que suelen escoger los cuidadores para los desplazamientos con los animales. Es fácil, seguro y permite un control directo del animal, lejos de las condiciones que suelen ser comunes a otros medios de transporte.

Pero no hay que olvidar que también existe una normativa a cumplir para poder llevar tanto perros como gatos. Estos deben ir en transportines o con sistemas de retención homologados para que nunca puedan acceder al asiento del conductor.

Antes de salir

Con independencia del transporte o del viaje, antes de introducir al animal en el vehículo conviene tener presentes estas recomendaciones:

  • Con 2-3 horas de antelación es recomendable retirarle el alimento al animal.
  • En el caso de los perros, es buena idea sacarlos a dar un largo paseo o a realizar ejercicio para que estén cansados. Con los gatos también podemos jugar en casa. Hay que tener en cuenta que después tendrán que estar un tiempo quietos y tranquilos.
  • Si se marean o se estresan, podemos recurrir a fármacos, siempre según la prescripción del veterinario. Sin receta podemos administrar feromonas o flores de Bach.
  • Se aconseja hacer una lista con toda la documentación y los accesorios que tenemos que llevar para comprobar que está todo antes de salir.

Llegada al destino

Una vez en nuestro lugar de destino, es recomendable tener en cuenta estas medidas para favorecer la adaptación del animal:

  • Permitirle explorar el alojamiento y su entorno para ofrecerle seguridad. Conviene revisarlo antes por si hubiese algún elemento potencialmente peligroso.
  • Ofrecerle los objetos familiares que habremos llevado, como su cama, juguetes favoritos, comida, algún premio, etc.
  • Iniciar una rutina semejante a la que el animal sigue en casa en cuanto a horarios para comer, pasear, descansar, jugar, etc.
  • Pasar tiempo pendiente de él, ya que está en periodo de adaptación. Nuestra compañía va a ser imprescindible como apoyo.