Los perros son los animales de compañía más populares, pero también son los que más se abandonan. Esto hace que no sea extraño que, por desgracia, nos encontremos con alguno por la calle o en la carretera.

Además, hay que tener en cuenta que los perros también se pueden perder, escapar tras un rastro o una perra en celo o incluso hay ejemplares a los que se les permite deambular sin supervisión. ¿Qué hacer si encuentro a un perro abandonado o perdido? Lo explicamos en el siguiente artículo.

Avisar a las autoridades

Lo mínimo que podemos hacer al cruzarnos con un perro en estado de abandono es informar a las autoridades competentes, como la policía o la Guardia Civil, o a las sociedades que estén a cargo de la recogida de animales abandonados, es decir, a la perrera municipal o a la asociación protectora que opere en la zona.

No es solo por el animal. Que un perro deambule por la carretera constituye un riesgo para la seguridad vial de todas las personas. En cualquier caso, lo ideal sería tener en cuenta estos aspectos antes de efectuar la llamada:

  • Comprobar que el perro realmente está abandonado o perdido y no es de algún vecino de la zona que le permite vagabundear en solitario. Esto es especialmente importante si nos encontramos en un lugar desconocido y, por lo tanto, no sabemos cuáles son las dinámicas de los animales del vecindario. Debemos preguntar por los alrededores antes.
  • Asegurarnos de qué es lo que va a pasar con el perro una vez informamos de su presencia. Es decir, lo recomendable es saber qué van a hacer con el animal tanto las fuerzas y cuerpos de seguridad como las entidades de recogida de perros. No es lo mismo una perrera que una protectora ni todas tienen a los animales en las mismas condiciones.

Comprobar si el perro está identificado

Si podemos, ante un animal en estado de abandono lo ideal sería que comprobásemos si cuenta con alguna identificación, como puede ser un collar o una chapa con los datos de contacto de su cuidador o el microchip.

Para comprobar la presencia de este dispositivo podemos acudir a la clínica veterinaria más cercana. Todos los veterinarios tienen la obligación de hacer esta comprobación, que tan solo consiste en pasar un lector de microchips por el cuerpo del perro. No tiene ningún coste.

Si el perro dispone de microchip, este mismo profesional podrá ponerse en contacto con la persona responsable. En caso contrario, habrá que dar aviso a las autoridades. No olvidemos que el abandono de animales de compañía es un delito. Si cerca no vemos ninguna clínica, podemos llamar a la policía, el Seprona, etc., pues es posible que dispongan de un lector.

Qué hacer si el perro está en la carretera

Si el perro con el que nos cruzamos está por la carretera, tanto andando por la cuneta como entrando y saliendo de la vía, es urgente que actuemos para evitar un accidente de tráfico. Pero esta actuación tiene que ser segura. El primer impulso de parar el vehículo e irrumpir en medio del tráfico para atrapar al animal puede tener consecuencias catastróficas.

Debemos valorar la situación y solo detener el coche si hay un lugar seguro para aparcar. En cualquier caso, siempre se debe avisar a las autoridades, que son las que tienen que intervenir para garantizar la seguridad de todos.

Si detectamos alguna zona segura fuera de la carretera, sí podríamos poner comida allí para intentar atraer al perro y mantenerlo controlado hasta la llegada de los servicios de recogida.

¿Es posible quedarse con un perro abandonado?

Ante un perro abandonado, la primera opción, siempre, es informar a las autoridades. No podemos quedarnos con él directamente porque podría tener cuidadores que lo estuviesen buscando. Por ley, estas personas disponen de un plazo para reclamarlo. Solo puede ponerse el perro en adopción una vez este ha transcurrido.

Si nos quedamos con él antes, no informamos ni comprobamos el microchip y el perro tiene propietarios, podrían llegar a acusarnos de apropiación indebida. ¿Qué podemos hacer entonces si nos queremos quedar con ese perro? Este es el proceso a seguir:

  • Si el perro tiene propietarios legales, podemos hablar con ellos y llegar a un acuerdo. Quizás ya no puedan o quieran seguir cuidando de él y no les importe cederlo. En este caso, es obligatorio cambiar la titularidad del microchip.
  • Cuando está identificado, el propietario legal puede reclamarlo durante un plazo establecido. En este tiempo, el perro tendrá que estar en algún refugio, perrera o, si así trabaja la asociación encargada, en una casa de acogida. Podríamos solicitar cuidarlo nosotros en este régimen, de ser el caso.
  • Transcurrido el tiempo de espera que marca la legislación, ya podemos tramitar la adopción con la entidad que se ha hecho cargo del perro. Cada una tendrá sus propios requisitos.