El origen del Manx está rodeado de historias pintorescas, como la que cuenta que Noé le cortó la cola al cerrar la puerta del Arca cuando empezaba a llover. Los registros muestran que la raza se originó en la Isla de Man y que los primeros gatos pueden haber venido de las cercanas Inglaterra y Gales o de más lejos, pero la población inicial llegó en barco a las costas de Manx.
En algún momento se produjo una mutación, de modo que los gatitos nacieron sin las vértebras de una cola normal. La primera imagen de uno de ellos aparece en un cuadro de 1810, aunque las pruebas lingüísticas sugieren una fecha anterior, en torno a 1750, ya que la palabra inglesa «stubbin» se utiliza para designar a los Manx, mientras que antes de 1750 solo se utilizaba la lengua manx.
Los gatos Manx son conocidos por ser gatos amigables, afectuosos y juguetones. Son animales inteligentes y curiosos que disfrutan de la interacción con sus dueños y con otros animales. Tienen una naturaleza leal y a menudo desarrollan fuertes vínculos con sus familias humanas. Por otra parte, la raza está reconocida por diversas organizaciones felinas, como la Asociación Internacional de Gatos (TICA) y la Federación Internacional Felina (FIFe).
Como curiosidad, aunque la cola corta es la característica más distintiva, algunos Manx nacen con colas normales, ya que la genética detrás de la cola corta es recesiva.
Morfología de la raza Manx
Según la información de su morfología que sacamos de TICA (The International Cat Association), el Manx y el Cymric forman el grupo de razas Manx. Solo se diferencian en la longitud del pelaje: los de pelo corto se conocen como Manx y los de pelo largo como Cymrics. Están disponibles en todos los colores y patrones tradicionales, a menudo con colores llamativos y marcas espectaculares. Tienen un pelaje espeso que le da una sensación acolchada al cuerpo y contribuye a su aspecto redondeado. El Manx de pelo corto tiene un pelaje doble y los pelos de guarda, algo duros, tienden a tener un aspecto brillante. El Cymric de pelo largo tiene una textura sedosa en su pelaje afelpado, de longitud media, con calzones esponjosos y collar.
Aunque la falta de cola es la característica inmediatamente obvia de estas razas, también son conocidas por su redondez. Estos gatos de tamaño mediano tienen cuerpos cortos y redondeados, con un flanco profundo hacia los fuertes cuartos traseros, espalda arqueada y una cabeza redonda con mejillas redondas. Los ojos también son redondos, pero ligeramente inclinados, y las orejas se asemejan a la cuna de una mecedora, lo que les confiere una expresión dulce.
La cabeza del Manx es redonda y ancha, con mejillas llenas y una frente ligeramente abombada. La nariz es de longitud media y los ojos, como bien hemos comentado, son grandes y redondos, con una expresión alerta y curiosa. En cuanto a las orejas del Manx son medianas y bien separadas. Se mantienen erguidas y pueden tener ligeras puntas redondeadas.
Las patas son proporcionadas al cuerpo y pueden ser de tamaño mediano a pequeño. Los pies son redondos y compactos. Suelen tener un peso moderado, con variaciones según la edad y el sexo. Los machos tienden a ser más grandes que las hembras.
Campeones de Manx
Aunque te parezca que la raza Manx no es muy conocida en nuestro país, lo cierto es que cada vez se está haciendo más popular, llegando los últimos años a ganar varios certámenes y concursos.
Entre ellos destaca Calico, propiedad de Alyn Jones, que ganó el título de Best of Breed en el Campeonato Mundial de Gatos FIFe. Por otra parte, también tenemos a Milo, otro Manx propiedad de Sarah Smith, el cual consiguió ganar en 2021 el mismo título en el Campeonato Europeo de Gatos WCF.
Sin embargo, no son los dos únicos gatos de esta raza que han destacado entre las demás. En el año 2020 ya lo hizo otro Manx, llamado Simba, propiedad de John Doe, al ganar el título de ‘Mejor gato adulto’ en el Campeonato Americano de Gatos TICA.
¿Cuánto cuesta un cachorro de Manx?
Si te estás planteando comprar un cachorro de Manx, debes saber que su precio medio ronda entre los 450 euros mínimo y los 1000 euros máximo, aunque siempre podrá variar en base a factores como la edad, la salud y el criadero donde lo compres.