La historia del Burmilla comenzó en 1981 en el Reino Unido. Una gata chinchilla llamada Bambino, de raza Burmés, vivía con sus dueños, Miranda y Baroness von Ullmann. Bambino tuvo una camada de gatitos, y uno de ellos, llamado Sanquist, capturó la atención especial de los criadores. El argumento de esta raza toma un giro interesante cuando Sanquist, un macho chinchilla, cruza con una hembra persa llamada Faberge. El resultado fue una camada de gatitos con un pelaje plateado brillante y una apariencia única que combinaba características de ambas razas.
La camada resultante fue excepcional, y se notó que estos gatos tenían un encanto especial. Los criadores, enamorados de la belleza de estos gatitos, decidieron trabajar hacia la creación de una nueva raza. Así nació el Burmilla, reconocido por primera vez en el Reino Unido en 1984.
Es conocido por su naturaleza amigable y sociable. Suelen llevarse bien con niños, otras mascotas y se integran fácilmente en la vida familiar. Son gatos juguetones y curiosos que disfrutan de la interacción con sus dueños. Les gusta explorar su entorno y participar en juegos.
A lo largo de los años, el Burmilla ha ganado popularidad internacional como una raza única y atractiva. Su apariencia elegante y su personalidad encantadora los convierten en compañeros apreciados en hogares de todo el mundo.
Morfología de la raza Burmilla
Los Burmilla tienen un tamaño mediano con una estructura ósea moderada. Su cuerpo es compacto y bien proporcionado. Presentan una musculatura elegante que contribuye a su apariencia ágil y equilibrada. La cabeza es redonda y tiene un perfil suavemente inclinado hacia la nariz.
En cuanto a los ojos, son grandes y expresivos, y pueden ser de color verde o amarillo. Este rasgo agrega un toque de intensidad a su expresión facial. Las orejas son de tamaño mediano y tienen puntas redondeadas. Están bien espaciadas en la cabeza.
La característica más distintiva es su pelaje plateado brillante. Este pelaje se logra gracias a la combinación de genes chinchilla y persa, creando el efecto de tipping en las puntas de los pelos. Es suave y sedoso al tacto. Aunque el plateado es la característica más común, los Burmilla también pueden presentar otros colores como chocolate, lila y azul.
La cola es de longitud moderada y está proporcionada al cuerpo. Puede tener una textura suave y sedosa similar al pelaje, mientas que las patas son medianas y proporcionadas al cuerpo. Los pies son redondos y compactos.
El patrón de tipping es una de las características más notables en el pelaje de los Burmilla. Este patrón crea la apariencia plateada distintiva en las puntas de los pelos.
Y es que, la morfología del gato Burmilla combina elegancia con una apariencia resplandeciente y una personalidad encantadora. Su pelaje plateado y su expresión facial cautivadora los convierten en una raza única y apreciada entre los amantes de los gatos.
Campeones de Burmilla
Si bien hay numerosos concursos y exposiciones felinas donde cada raza tiene la oportunidad de exhibirse y ganar títulos, lo cierto es que hay algunos gatos que destacan más que otros.
Como por ejemplo en la World Cat Federation (WCF), el gato Burmilla Azura’s Burmilla Star ganó el título de «Mejor Gato de la Exposición», al igual que Queen, en su categoría de hembra.
Y es que, no son solo los títulos, sino el impacto que causa en el público. Por ello, ambos han conseguido posicionarse como los favoritos en este último año, promoviendo un poco más la fama y nombre del Burmilla a nivel internacional.
¿Cuánto cuesta un cachorro de Burmilla?
El costo de un cachorro de gato Burmilla puede variar considerablemente y dependerá de varios factores, como bien hemos comentado en otras ocasiones, incluyendo la reputación del criador, la calidad del linaje de los padres, la ubicación geográfica y si el gato está destinado a ser una mascota de compañía o tiene potencial para exhibiciones o cría.
Puedes esperar que el coste de un cachorro de gato Burmilla oscile entre 700 euros y 1200 euros. Es importante tener en cuenta que este precio puede incluir la esterilización/castración, las vacunas, el microchip y otros cuidados veterinarios. Eso sí, recuerda siempre hacer la compra con un criadero especializado en la raza.