Si eres un amante de los animales y de la cultura japonesa, no puedes perderte este gran artículo sobre el Shikoku, uno de los perros más queridos y más apreciados en Japón, aunque poco conocido fuera de las fronteras.
Su recorrido y su increíble historia cargada de espiritualidad, paz y leyendas, lo hacen una raza magnífica para los amantes de la cultura tan maravillosa que desprende cada rincón de Japón. Sigue leyendo y no te pierdas estos datos tan curiosos sobre el Shikoku.
Procedencia del Shikoku
El Shikoku es una de las razas más conocidas y queridas de Japón, junto con el Shiba Inu y el Akita Inu. Se tiene constancia de esta raza más o menos desde hace 3 mil años hasta el día de hoy. Y es que esta raza de tamaño mediano era la más elegida para las tareas de caza, a pesar de su tamaño, ya que lo curioso de todo es que conseguía cazar animales mucho más grandes que él mismo como jabalíes o ciervos.
De hecho, esta fama le precede hasta nuestros tiempos y actualmente todavía se pueden seguir encontrando a los Shikokus en los terrenos alejados de la ciudad cazando animales para los dueños.
Aunque por supuesto, aunque su origen fuera en un principio la caza de grandes animales, como cualquier perro, existen muchos hogares que lo prefieren tener como perro de compañía.
El Shikoku, declarado Patrimonio Natural de la isla
Por si no lo sabías, el nombre de Shikoku proviene de la isla que le dio origen, en la cual curiosamente, en 1937 fue declarado Patrimonio Natural. Este hecho no solo le dio un monumento en la isla de Shikoku, sino que gracias a la fama y repercusión que le aportó esto, consiguió salvarse de la extinción.
Esto se debe a que, en cierto modo, a pesar de su gran fama y nombre, solamente eran conocidos en Japón, pero más allá de las fronteras nadie conocía de su existencia, por lo que poco antes de los años 40, el Shikoku estuvo a punto de extinguirse.
Gracias a la construcción del monumento en la isla de Shikoku y su posterior expansión con el objetivo de proliferar la raza con el aumento de las crías, logró salvarse de su desaparición.
A pesar de esta gran fama y repercusión desde los años 40, fue en 2016 cuando consiguió salir en la Federación Cinológica Internacional.
La leyenda del Shikoku, protector de peregrinos
Según cuenta la leyenda de la isla de Shikoku, todo aquel peregrino que quiera acudir a la isla en busca de paz y tranquilidad, tendrá que caminar por más de 1200 kilómetros de peregrinaje por caminos inaccesibles.
Esta ruta es similar a la del Camino de Santiago, solo que llega a ser mucho más peligrosa y con recorridos por senderos ocultos. Merece mucho la pena dado que llegarás a acceder a los 88 templos repartidos por toda la isla y, en uno de ellos, se encuentra el monumento construido al Shikoku, el cual si lo encuentras, te traerá la paz.
Está leyenda conmemora el viaje emprendido por el maestro budista Kukai en el siglo X, quien fue el primero en encontrar la pureza y la belleza en este largo camino junto a la espiritualidad y esencia del Shikoku.
Dato clave del Shikoku que deberías conocer
Quizá creas que por el carácter tranquilo, calmado y serenos del Shikoku no necesite apenas actividad física, pero pensar eso es uno de los grandes errores que puedes cometer, sobre todo si has decidido tener un Shikoku en casa.
A la hora de entablar amistad con otras razas de perro y otros humanos fuera del núcleo familiar, el Shikoku no tendrá problema alguno, aunque sí se sentirá algo reacio a las personas que no conozca y no dejará que le acaricien a la primera.
Pero por lo general es un perro tranquilo, sereno y extremadamente inteligente, por lo que el adiestramiento y la enseñanza serán pan comidos. El problema es no darle la actividad que necesita.
Es un perro que requiere una salida de 3 veces al día y juegos que le agoten, tanto mental como físicamente. En el caso de no hacerlo, el Shikoku puede volverse destructivo en el hogar y algo cabezón a la hora de hacer caso, ya que necesitará desestresarse y sacar toda la energía que no ha podido fuera de casa.