Conocidos como Aussies, estos terriers combinan su carisma natural con una fuerte personalidad. Que su tamaño no te engañe: si tienes a uno de estos ejemplares en casa sentirás que te está cuidando un león. El Terrier Australiano es protector con su familia, pero especialmente con quienes más lo necesitan. Sigue leyendo para conocer más detalles sobre esta raza.
Datos básicos
- Altura a la cruz: unos 25 cm, siendo las hembras ligeramente más pequeñas
- Peso: unos 6,5 kg. en los machos y algo menos en el caso de las hembras, según la FCI
- Esperanza de vida: hasta 15 años
- Ideales para: familias con niños pequeños, ancianos y personas con capacidades especiales; vivir en casas o pisos; labores de perro guardián.
Historia del Terrier Australiano
Aunque tienen linaje británico, esta variedad se desarrolló en Oceanía. Estos pequeñajos descienden del Broken Coated Terrier, popular en las provincias de New South Wales y Victoria. Entre sus antepasados están el Scotish Terrier, el Dandie Dimont, el Yorkshire y el Skye Terrier.
Considerada la primera raza autóctona de Australia, fueron los primeros canes en ser reconocidos en la tierra de los canguros. De fuerte temperamento y con una valentía sin igual, fueron criados para hacer frente a la fauna salvaje de la zona, desde roedores de gran tamaño hasta serpientes. También se les empleó como guardianes, pastores y, a veces, como la única compañía de los colonos en un territorio inhóspito.
Principales características del Terrier Australiano
Este tipo de can es compacto a la vez que robusto, aunque tiende a ser más largo que alto. Posee un cuello fuerte y arqueado, espalda recta y resistente y un pecho de profundidad moderada. La cola es de implantación alta.
Las patas son cortas y robustas, con cuartos traseros anchos y musculosos. Los corvejones están bien angulados, llegando casi hasta el piso. Los pies son pequeños, redondos y apretados.
Por otro lado, la cabeza es larga y fuerte. El cráneo es plano y moderadamente ancho, mientras que el hocico es de caña recta y mordida poderosa. Los ojos son pequeños, ovalados y bien separados entre sí. Tienen colores oscuros y una expresión pícara. Las orejas son más bien pequeñas y terminan en punta.
En cuanto al pelaje, poseen un manto doble con una lanilla interna corta y suave. El pelo exterior es recto, áspero al tacto y suele crecer hasta alcanzar unos 6 cm de longitud. Es más abundante en la zona del collar y más corto en el hocico, en los pies y detrás de las patas. Los tonos estándar son el azul acero o grisáceo, que puede presentar marcas fuego en la cara, en las orejas y en el vientre, así como el color arena o el rojo. Las manchas blancas no son deseables.
¿Cómo es el carácter del Terrier Australiano?
A ningún terrier le falta actitud y los australianos no son la excepción. Estos canes suelen ser muy apegados a su familia, por lo que es habitual que su carácter sea el reflejo de las personas con las que convive.
Quizá por su carácter protector, muestra una mayor afinidad con los más vulnerables. Los niños, los ancianos y las personas con capacidades especiales están entre sus preferidos. Son buenos compañeros de juego, por lo que se llevarán bien con pequeños de cualquier edad. Además son muy tolerantes, aunque también tienen su límite para las travesuras.
Estos canes tienen confianza absoluta en sí mismos y creen ser más grandes de lo que son. Tienden a ser territoriales y a mostrarse dominantes con otras razas, especialmente si son machos. Algo bueno es que pueden aprender a respetar a animales más pequeños, como gatos o conejos, siempre que hayan crecido juntos.
La socialización es fundamental para lograr adultos equilibrados. También necesitan un entrenamiento firme y consistente. Para que te tomen en cuenta debes ofrecerles ejercicios variados y retos constantes. Recuerda: un terrier motivado es un terrier obediente.
Cuidados que precisa un Terrier Australiano
Puesto que son vivaces y enérgicos, estos canes requieren de dos a tres paseos diarios. Pueden adaptarse a vivir en un piso, siempre que sus necesidades estén cubiertas. Durante las salidas deben ir atados por dos razones: la primera es que pueden mostrarse agresivos con otros perros, la segunda es que suelen perseguir a otros animales pequeños.
Una casa con un patio es la mejor forma de que estén entretenidos, aunque debes tener cuidado de que no se escapen tras la primera presa que detecten. Si tienes un jardín bien cuidado, delimita la zona por donde no quieres que cave.
Sea como sea, no dejes que pase largos períodos por su cuenta. Pueden desarrollar ansiedad por separación y comenzar a ladrar de forma constante o romper todo lo que encuentren a su alrededor.
Su pelaje es fácil de mantener. Para deshacerse de los enredos, el cepillado debe hacerse a conciencia una vez a la semana. Es fundamental controlar los pelos que le crecen cerca de los ojos y cortarlos para evitar irritaciones oculares. Asimismo, las orejas deben revisarse con frecuencia para detectar infecciones.
Este can se ensucia muy poco debido a que su manto tiene un aceite especial que repele la suciedad. Por eso, los baños solo son necesarios cuando están muy sucios. Fíjate bien en el jabón que utilizas, pues si no es el indicado puede debilitar la protección natural de su piel.
La salud del Terrier Australiano
Entre las afecciones más frecuentes del Terrier Australiano encontramos la luxación patelar, un problema en las articulaciones de la rodilla, junto con el síndrome de Legg-Calvé-Perthes. Esta última enfermedad provoca una necrosis en la cabeza del fémur y suele aparecer entre los 4 y los 12 meses de edad.
Los Aussies también tienen cierta tendencia a sufrir diabetes en la edad adulta. Además pueden verse afectados por alergias o sarpullidos en la piel. El cuidado de los ojos también es fundamental para que no desarrollen infecciones crónicas que comprometan su visión.