La característica que llama más la atención del Lhasa apso a simple vista es su espectacular manto, que no parece el más adecuado para su función primitiva, que era ser centinela en los monasterios del Tíbet. Hoy en día es una raza destinada a la compañía.
Datos básicos
- Altura: 25,4 cm para los machos y algo menos para las hembras.
- Peso: 6-7 kg.
- Esperanza de vida: 13-14 años.
- Ideales para: personas con tiempo para dedicarle al cuidado de su manto.
Historia y origen del Lhasa apso
La raza Lhasa apso proviene del Tíbet y sus orígenes se remonta a la antigüedad. Durante mucho tiempo se criaba en exclusiva en esta región. También eran exclusivos porque se encontraban en las zonas más ricas, como podía ser el palacio del Dalai Lama. No salió de allí el primer ejemplar hasta el siglo XX, en concreto en el año 1921.
Además, al inicio de su difusión se le consideró como un Terrier tibetano o un Shih tzu. Hasta 1934 no se distinguieron como razas distintas. Era el compañero de los monjes de esta región, que lo criaron por sus características psicológicas, que no por su estética.
Utilizaban al Lhasa apso como centinela dentro de los monasterios, para que ladrase ante cualquier elemento desconocido. Era tan importante esta tarea que su nombre en tibetano significa algo así como perro ladrador peludo. En la actualidad, es un perro de compañía en todo el mundo.
Características físicas de un Lhasa apso
El Lhasa apso es un perro de tamaño pequeño. La nariz es pequeña y negra. Los ojos son oscuros, de tamaño mediano y de forma ovalada. Las orejas cuelgan y están cubiertas por pelo. Los pies son redondeados como los de un gato. También están cubiertos de pelo.
La cola es de inserción alta y se lleva sobre la espalda. Es muy peluda. El manto es largo, recto y pesado. Encontramos su abundante capa en varios colores, como el blanco, el pardo, el negro, el gris oscuro, el arena, el miel, el pizarra, el humo o multicolor.
¿Cómo debe ser un perro Lhasa apso?
El estándar de la Federación Cinológica Internacional destaca su manto. En concreto, la cabeza debe estar cubierta de pelo largo y abundante que cae sobre los ojos, además de barba y bigotes largos. El cráneo es relativamente estrecho, ni aplanado ni abovedado o con forma de manzana. El hocico tiene que medir unos 4 centímetros. No puede ser cuadrado.
Además, la caña nasal, que es recta, cuenta con una longitud desde la punta de la nariz que es aproximadamente un tercio del total de la cabeza. La mordida es inversa a la mordida en tijera. Los ojos no pueden ser ni grandes ni saltones ni pequeños o hundidos. Tampoco puede ser visible el blanco del globo ocular ni en la parte superior ni en la inferior.
La longitud del cuerpo desde la punta de los hombros hasta la de la nalga debe ser mayor que la altura a la cruz. La cola sobre la espalda no puede adquirir forma de asa. Tanto las patas traseras como las delanteras poseen abundante pelo. Las de atrás son musculadas. En cuanto al manto, la capa externa es larga y abundante, ni lanosa ni sedosa. Posee subpelo.
Temperamento de la raza Lhasa apso
Estamos ante un perro alegre, inteligente, equilibrado, de buen carácter, lo que le sirve para establecer una perfecta convivencia con los integrantes más pequeños del hogar, siempre y cuando se haya efectuado una correcta socialización. De igual manera, se muestra sociable con otros perros.
Su carácter y sus orígenes lo convierten en un buen perro guardián, muy valiente, a pesar de su reducido tamaño. No es, por lo tanto, un perro faldero. Con los extraños puede mostrarse tímido y reservado, al menos en un primer momento.
Cuidados básicos
Se trata de un perro bien adaptado para la vida en la ciudad, eso sí, tiene predilección por los climas cálidos. Es una raza de actividad media. Esto quiere decir que, aunque no tengamos que llevarlo a correr todos los días, sí es imprescindible pasearlo y jugar con él. Unos tres paseos al día, además de un rato de juego, contribuyen a su salud física y mental.
También hay que tener en cuenta que su pelaje, para mantenerse espectacular y en buen estado, necesita ser cepillado con frecuencia, prácticamente a diario. De lo contrario, es muy fácil que se enrede, se formen nudos y se pierda su belleza. Es habitual llevarlo a la peluquería canina para que reciba cuidados profesionales.
Alimentación recomendada para un Lhasa apso
Debido a su pequeño tamaño debemos seleccionar un pienso específico para perros de razas pequeñas, con el tamaño de la croqueta adaptado, para evitar posibles atragantamientos.
Desde cachorro y hasta los doce o catorce meses de vida, recomendamos Puppy Gourmet. Un pienso súper premium, completo, nutritivo y elaborado con ingredientes de alta calidad.
A partir de esa edad, podemos optar por un pienso específico para perros adultos de razas pequeñas cómo Small Gourmet, que cuenta además con un extra en condroprotectores para cuidar de sus articulaciones.
Principales problemas de salud
El Lhasa apso es un perro que, en general, goza de buena salud. Podemos destacar algunos problemas dermatológicos, sobre todo si no le dedicamos la atención suficiente al cuidado del manto. Problemas en la cadera, en los riñones o en los ojos pueden reseñarse como los más comunes a lo que nos enfrentaremos si nos decidimos a adoptar un perro de esta raza.