El sedentarismo, la contaminación y una mala alimentación hacen que el cáncer en perros sea cada vez más común. Esta enfermedad puede acabar rápidamente con la vida de un can, pero hay muchos tipos de tumores y algunos son fácilmente tratables. Así que no te desanimes: se estima que más de la mitad de perros diagnostigados precozmente logran sobreponerse.
¿Quieres saber cuáles son los síntomas más comunes y qué clases de cáncer son más habituales? ¿Te preguntas cómo se combate y cómo es el tratamiento que se aplica? Sigue leyendo para no quedarte con ninguna duda sobre esta epidemia del siglo XXI.
¿En qué consiste el cáncer canino?
Una división anormal de las células puede originar la formación de uno o varios tumores. Cuando estos no se expanden por el organismo ni contagian a otras células, son no cancerígenos. El problema es cuando este comportamiento anómalo no para de replicarse y se extiende a otras partes y órganos provocando lo que se conoce como metástasis.
El cáncer es, por tanto, una enfermedad que se produce por mutaciones y que no se puede contagiar de un perro a otro, como sí ocurre con los virus. Por lo tanto, los humanos tampoco pueden adquirir este mal si están en contacto con un perro con cáncer. Los motivos por lo que un can pueden enfermar son muy variados. Entre las principales razones encontramos:
- Una mala alimentación. El uso de piensos de baja calidad, donde abundan los conservantes y colorantes, favorece la aparición de cáncer en los perros.
- El sedentarismo. No hacer ejercicio y que el perro esté todo el día en casa también puede influir. Los canes sanos, especialmente si son jóvenes, necesitan tomar el aire a menudo, correr y socializarse.
- El contacto con sustancias químicas. Los líquidos o collares repelentes de parásitos y los comederos de plástico que no se renuevan periódicamente contienen químicos y liberan partículas nocivas para la salud de los perros. Esto, de forma continuada, puede hacer que desarrollen cáncer.
- Las radiaciones. Al igual que los humanos los canes están expuestos a frecuencias y a radiaciones de productos electrónicos que podrían aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer. Por ejemplo, las de radios, televisores, teléfonos móviles y redes Wifi.
Muchas de estas circunstancias parecen no tener importancia en el corto plazo pero a la larga pueden resultar fatales. Por eso, es importante revertir los malos hábitos cuanto antes y reducir los riesgos en el día a día.
Tipos de cáncer más frecuentes en los perros
Existen infinidad de tipos de cáncer en perros, aunque los más habituales se concentran en unas pocas variantes. Las más frecuentes son:
- El cáncer de mama o de útero en perras
Es el cáncer con mayor incidencia en hembras, por lo que los expertos recomiendan castrarlas antes de que cumplan sus primeros dos años de vida. Esta práctica – está comprobado – previene muchas infecciones y la aparición de tumores malignos.
- Cáncer de huesos en perros grandes
Los canes de gran tamaño tienen más probabilidades de desarrollar cáncer en los huesos (osteosarcoma canino) que los pequeños. Estos tumores no son visibles a simple vista y suelen avanzar muy rápidamente. Son difíciles de diagnosticar y algunos estudios señalan que detrás del aumento de esta patología puede estar el uso del flúor en muchos alimentos para perros.
- Linfoma
Pueden apreciarse bultos e inflamación de los ganglios. El sistema linfático del perro es el que genera estos tumores, que pueden alcanzar distintas partes del cuerpo. Un diagnóstico precoz es clave para que pueda salvarse.
- El cáncer de piel en perros
Este cáncer es más fácil de detectar, ya que provoca pérdida de pelo y otros signos de enfermedad evidentes. Esto permite, en muchos casos, comenzar antes con el tratamiento, lo que explica que tenga una mejor tasa de recuperación.
Al afectar a los perros de diferente manera, estos tipos de cáncer presentan también síntomas muy distintos. A continuación os detallamos algunos de los más comunes.
Principales síntomas de que un perro tiene cáncer
Las señales de cáncer en perros no siempre son evidentes y muchas veces pueden confundirse con otros problemas de salud. No obstante, hay una serie de cambios que deben ponernos en alerta. Por ejemplo:
- Si detectas que está exhausto o apático sin motivo aparente, hasta el punto de no querer ni moverse.
- Cuando el perro tiene fiebre.
- En caso de que haya una pérdida injustificada de peso, así como falta de apetito.
- Si el perro lloriquea o presenta signos de dolor.
- Al detectarse otros signos, como una pérdida generalizada del cabello o la aparición de calvas, bultos extraños, inflamaciones y sangrados.
Ante tales circunstancias es clave que pidas cita cuanto antes con el veterinario, para que puedas exponerle tus inquietudes y que se realicen las pruebas que el experto considere. Por lo general éstas incluirán un análisis de sangre y otros exámenes de heces, rayos X, ecografías e incluso resonancias.
¿Cómo se trata el cáncer en perros?
Partiendo de que cada cáncer es un mundo y de que cada perro tiene circunstancias distintas, un tratamiento adecuado debe tener en cuenta la variante de la enfermedad, lo avanzada que está, la edad del can y su estado físico.
Muchas clínicas veterinarias ya abordan este padecimiento con técnicas de última generación. No obstante, debes tener en cuenta que los medicamentos y las pruebas que va a necesitar tienen un coste económico elevado.
Las opciones que suelen recomendarse con mayor frecuencia incluyen sesiones de radioterapia, quimioterapia, extirpación de tumores por cirugía, medicación, infiltraciones y dietas especiales. Si el especialista te aconseja realizar una eutanasia, nuestra recomendación es que no te precipites y pidas siempre una segunda opinión médica antes de decidir.
Fuentes consultadas:
Pastor, J y Martínez de Merlo, EM: Quimioterapiapráctica: ¿qué debe saber el veterinario? Consulta deDifusión Veterinaria, 2002; 88: 49-66
Kiehl, A.R. y Calderwood Mayas, M.B: Atlas para el diagnóstico de tumores en el perro y en el gato. Multimédica ediciones veterinarias.
