El gato atigrado naranja no es una raza, sino una variedad de color y del patrón que este forma en el pelaje del gato. Varias curiosidades genéticas tienen que coincidir para que se produzca el nacimiento de estos hermosos gatos.
Colores y patrones del manto felino
A poco que nos fijemos en los gatos podremos comprobar que su manto puede ser monocolor, bicolor o tricolor. Además, estos colores pueden presentarse de dos maneras, según sean lo que se conoce como sólidos o diluidos.
Por sólido se entiende que cada pelo va a estar pigmentado de manera uniforme. Los colores sólidos en los gatos son el negro, el chocolate, el canela y el naranja o rojo. Los colores diluidos, por su parte, son resultado del aclarado de un color por acción de un gen.
Son el azul, que es dilución del negro, el lilac, dilución del chocolate, el fawn, dilución del canela, y el crema, dilución del naranja. Nos centraremos en la capa monocolor, por ser la que encontramos en el gato atigrado naranja.
Los gatos tienen solo dos colores que se consideran primarios, que son el negro y el rojo, también llamado naranja o, en inglés, orange. A partir de ellos se crea toda la gama que podremos ver en los felinos, excepto el blanco, que supone, en realidad, la ocultación de los otros colores.
El color rojo u orange es resultado de un pigmento llamado feomelanina. En cambio, el color negro, el chocolate y el canela se relacionan con el pigmento eumelanina. Debido a la particular genética de este color, los gatos naranja tienen un vestigio de marcas tabby o atigradas. Es decir, un gato naranja siempre tendrá un patrón atigrado.
El patrón atigrado en los gatos
Este patrón, también denominado tabby, es el más antiguo en los gatos. Se caracteriza por formar un dibujo compuesto por marcas oscuras que, en la naturaleza, le servirían al gato para camuflarse.
En los gatos tabby es posible apreciar un dibujo similar a una M en la zona de la frente. Se le llama también marca de escarabajo. Además, es habitual que presenten dos o tres rayas a cada lado de la cara y las extremidades y la cola anilladas. Hay varios formatos de tabby, que son los siguientes:
- Mackerel: este patrón atigrado se caracteriza por la presencia de marcas finas en sentido vertical.
- Blotched: también se le llama clásico y destaca por el remolino que forma en ambos costados.
- Ticked: es el patrón típico del gato abisinio. Se caracteriza porque la punta del pelo está pigmentada, lo que consigue que el manto parezca punteado.
- Spotted: lo que llama la atención de este patrón es que, en lugar de rayas, lo que se aprecia son manchas bien definidas y de tamaño pequeño.
También pueden encontrarse otros formatos de tabby menos comunes, que son los originados a partir del cruce de gatos domésticos con felinos silvestres, por lo tanto, aparecerán en razas híbridas. Además, el patrón tabby puede mezclarse con otros.
¿Los machos atigrados naranjas pueden ser bicolores o tricolores?
Hay un patrón muy conocido en los gatos que es el tricolor, también denominado calicó. Se caracteriza por presentar los colores blanco, negro y naranja, mezclados en diferentes proporciones. En algunos gatos el patrón se da con los colores diluidos crema y azul.
Cualquier patrón tricolor, ya sea con los colores sólidos o con los diluidos, y también el patrón conocido como carey o tortuga, que es la mezcla de pelos negros y naranjas o sus colores diluidos, son exclusivos de las hembras.
Esto es debido a que el color naranja en los gatos está vinculado al sexo. Los machos pueden ser de color negro o naranja. La expresión del color blanco, por su parte, no está ligada a cromosoas sexuales. Así, los gatos macho pueden ser bicolor negro o bicolor naranja, pero en ningún caso tricolores o carey.
Por lo tanto, los machos atigrados naranjas sí podrán ser bicolores pero si encontramos un ejemplar tricolor o carey, casi con total seguridad se tratará de una hembra. Tan solo en machos en los que se ha producido una anomalía genética podrían verse los tres colores.
¿Qué carácter tiene un gato atigrado naranja?
El color o el patrón que presenta un gato no influye en su personalidad, por lo tanto, no habrá un prototipo de comportamiento que le sea propio a los felinos atigrados y naranjas. Así, el aspecto no debería determinarnos a la hora de escoger un compañero.
Si queremos tener una orientación sobre sus características es más importante que nos fijemos en la raza a la que pertenece. La ausencia de raza definida o el mestizaje también nos proporcionarán información al respecto.
De todas formas debemos saber que en el carácter de un gato va a influir, de manera casi determinante, la socialización que reciba durante su etapa de gatito. Además, las experiencias que va viviendo también conformarán sus reacciones futuras.
Por último, y no menos importante, las condiciones en las que mantengamos al gato serán fundamentales para su equilibrio. Por eso, antes de adoptar es necesario que acudamos a los profesionales en busca de información sobre los cuidados básicos que nos garantizarán un gato feliz.