El Shikoku es una de las razas de origen japonés que, aunque veneradas en su país natal, son muy desconocidas fuera de él. Estamos ante una raza antigua, cazadora y de aspecto lobuno, que también puede ser un buen perro de compañía.
Datos básicos
- Peso: 15-20 kg.
- Altura: 46-55 cm.
- Esperanza de vida: 11-13 años.
- Ideales para: personas con experiencia previa en el cuidado de perros.
Historia del Shikoku
El Shikoku es una raza de perros proveniente de Japón y se conoce desde tiempos remotos. En concreto, existía en la prefectura de Kochi. Su primera función fue la caza. A pesar de su tamaño mediano era capaz de cobrarse presas tan grandes en comparación como los jabalís o los ciervos.
Aunque la cultura budista sintoísta de la región prohibía comer mamíferos terrestres, lo cierto es que los habitantes de las zonas más alejadas y rurales sí cazaban animales de este tipo y recurrían a la ayuda de perros como el Shikoku, que ha conseguido mantenerse en el tiempo y llegar hasta el presente. Hoy en día se le puede encontrar desarrollando esta actividad.
También ha sabido hacerse un hueco en los hogares como perro de compañía. Es una de las razas japonesas de talla mediana. En 1937 fue declarado monumento natural. Fuera de Japón está poco extendido. Quizás por eso allí controlan constantemente a los ejemplares con el objetivo de mantener y preservar la raza, que estuvo en peligro de extinción.
Características del Shikoku
Los ejemplares de esta raza son de tamaño mediano y aspecto lobuno, proporcionado, fuerte y atlético. Las orejas son pequeñas y se disponen erguidas, apuntando hacia delante. Los ojos son pequeños y de color oscuro. Profundos y de forma ovalada, destacan por los párpados pigmentados en un tono oscuro.
La nariz es prominente y de color negro azabache. Se sitúa sobre un hocico de forma cónica y tamaño mediano. Destacan sus fuertes patas traseras, su pecho profundo y su abdomen recogido. La cola, de pelo muy tupido, es gruesa y fuerte. Normalmente la lleva erguida y caída sobre el lomo, adquiriendo una forma de hoz.
El manto es corto, de doble capa, duro y muy denso, sobre todo en la temporada fría del año. Gracias a estas características es capaz de soportar temperaturas muy bajas. Podemos encontrarlo en varios colores, como el rojo, el atigrado rojo o el atigrado negro.
Carácter del Shikoku
El Shikoku no es un perro que destaque precisamente por su facilidad para seguir órdenes. En otras palabras, destaca por su tozudez. No es sencillo educarlo, de ahí que, si te decides a adoptarlo, es imprescindible que le dediques tiempo, paciencia y constancia. De la misma manera, si en el hogar hay más miembros, todos deben seguir las mismas normas.
Así se evita que el perro desobedezca, al no quedarle claro que es lo que puede hacer o no. Hay que recordar que una educación firme no es sinónimo de violenta. Los gritos y los castigos deben ser desterrados de cualquier método educativo. No es un perro guardián. Tampoco suele aceptar bien convivir con otros perros, con los que puede ser dominante.
En cambio, con las personas es habitual que se muestre cariñoso y juguetón, incluso con los más pequeños. Es un perro ágil, muy activo y de gran energía, que va a necesitar liberar. Fuera del hogar se mostrará muy movido, pero, en contraposición, en casa es capaz de mantenerse tranquilo, siempre que haya podido ejercitarse en el exterior todo lo necesario.
Cuidados básicos para el Shikoku
Aunque por su complexión física y su origen cazador algunos cuidadores pueden pensar que no es apto para la vida en un apartamento, lo cierto es que esta raza se ha acostumbrado a vivir también en ambientes urbanos. Eso sí, es imprescindible que le proporcionemos suficientes oportunidades para realizar ejercicio.
Así evitamos que una acumulación de energía acabe por explotar en forma de problemas de comportamiento. Necesita hacer ejercicio todos los días. Le valen paseos largos, sobre todo si tiene la posibilidad de correr o jugar, excursiones o rutas de senderismo.
También es candidato a apuntarse a deportes caninos como puede ser el agility. Además, es un perro que se adapta bien a temperaturas tanto cálidas como frías. Su manto no es muy largo, pero sí denso, de ahí que requiera cuidados regulares para mantenerse limpio, con buen aspecto y, sobre todo, libre de pelo muerto.
Enfermedades más comunes del Shikoku
En líneas generales, el Shikoku es un perro que goza de buena salud. Será suficiente con que nos preocupemos por proporcionarle una alimentación adecuada y de calidad y sigamos el calendario de desparasitaciones y de vacunaciones fijado por el veterinario.
También son recomendables revisiones anuales, sobre todo a partir de los siete años de edad. Pero, aunque físicamente no nos dé problemas, no hay que descuidar el aspecto psicológico.
Un Shikoku al que no se le proporciona el ejercicio suficiente es fácil que acabe por manifestar alteraciones de la conducta. En estos casos se volverá un perro destructivo, ladrador y muy nervioso, como consecuencia de la frustración que experimenta. Es momento de revisar su rutina y contactar con un etólogo.