Todo sobre el gato Bombay

Atendiendo a su aspecto, podríamos definir al gato Bombay como una pequeña pantera. Con la diferencia de que para nada muestra un carácter salvaje. Al contrario, es un gato cariñoso, mimoso, comunicativo y sociable con las personas, así como con otros animales.

Datos básicos

Origen del gato Bombay

El origen de la raza Bombay se encuentra en los Estados Unidos y, desde allí, se extendió a otros países. Su aparición es relativamente reciente, ya que se sitúa en la década de 1950. Con su cría se intentaba conseguir un gato de aspecto similar al de una pantera, de ahí que lo que más destaque sea su distintivo manto negro, corto y brillante.

El cruce para lograrlo se inició juntando un gato americano negro de pelo corto o American shorthair y una gata de raza Burmés o Birmano. Décadas más tarde se consiguió el objetivo y se estableció un estándar para la raza. El nombre se debe al leopardo negro natural de Bombay que inspiró su creación.

Características del gato Bombay

Es un gato de complexión robusta y aspecto musculado y compacto. Es de tamaño mediano, aunque más pesado de lo que parece a simple vista. La cabeza es redondeada y ancha, con un hocico negro y corto.

Los ojos, que se disponen bastante separados, son redondos y se prefiere que sean de color cobre, aunque también podemos encontrar ejemplares con ellos dorados o amarillos. Las orejas, separadas, son más bien pequeñas y de extremos redondeados. El cuerpo es firme y de lomo recto. La cola es gruesa y larga.

Posee un manto corto, fino y de una textura sedosa. Apenas tiene subpelo. Su color es un negro azabache que destaca por su lustre. Es tan brillante que le da un aspecto satinado o de charol. El negro se extiende también a las almohadillas, aunque pueden encontrarse en un tono marrón oscuro. No se aceptan manchas de otros colores.

Carácter del gato Bombay

En líneas generales, el gato Bombay es un felino sociable, inteligente, cariñoso y bastante tranquilo. Disfruta de la compañía de su familia, por lo que no es el gato más indicado para permanecer solo durante mucho tiempo. Si lo dejamos, no es extraño que surjan problemas de conducta.

Uno muy molesto es la eliminación inadecuada, es decir, la descarga de orina fuera del arenero. Le gusta jugar y, gracias a su carácter sociable, puede compartir juegos con niños y otros animales, como gatos o perros. Podemos enseñarle trucos y órdenes sencillas. Todas estas características le permiten adaptarse bien a la vida en el interior del hogar.

Aprecia disponer de espacio para correr y saltar y buenos lugares elevados desde los que controlar su entorno. También es muy comunicativo, lo que demuestra maullando para hacerse entender y solicitar atenciones. De hecho, si le parece que no le prestamos suficiente atención, nos la reclamará directamente. Por suerte, tiene un tono de maullido agradable.

Cuidados y consejos para el gato Bombay

Necesita que le proporcionemos compañía y un ambiente enriquecido donde disponga de espacio para desplegar su actividad diaria. Rascadores o muebles que le permitan subirse, saltar, rascar y trepar son elementos necesarios en el hogar. Los juguetes, comprados o caseros, tampoco pueden faltar en su ajuar.

Así contribuimos a su bienestar tanto físico como mental y le proporcionamos oportunidades para quemar energía y mantenerse en un peso óptimo. Cuenta con la ventaja de tener un manto corto que no requiere casi cuidados. Podemos pasarle un paño o un cepillo de vez en cuando para reforzar su brillo natural. También hay que cuidar la alimentación.

Es un aspecto fundamental para una buena calidad de vida. Al tratarse de un carnívoro, necesita una dieta basada en proteínas de origen animal. Si decidimos alimentarlo con pienso, debemos darle, mejor a diario, comida húmeda. Con ello mantenemos una buena hidratación. Los gatos no beben mucho y el pienso carece de la suficiente humedad.

Salud y enfermedades del Bombay

En general, los ejemplares de la raza Bombay disfrutan de una buena salud. Esto los convierte en gatos muy longevos. Eso sí, como son bastante tranquilos, es habitual que con la edad reduzcan su actividad y lleguen a sufrir problemas de sobrepeso. De ahí la importancia de controlar su dieta y de animarlo a moverse.

Además habría que llevarlo al veterinario para revisar. En ocasiones la tranquilidad excesiva se debe a algún problema de salud que es posible tratar. Como en cualquier otro gato, conviene que controlemos y, de ser necesario, limpiemos las orejas, los ojos y la boca o cortemos las uñas.

Además, aunque no disponga de acceso al exterior, tenemos que seguir el calendario de desparasitaciones internas y externas y de vacunaciones pautado por el veterinario en función de las características de cada gato. Nosotros mismos podemos llevar al hogar en nuestra vestimenta determinados parásitos o patógenos capaces de transmitirse al gato.