La thelaziosis ocular es una enfermedad parasitaria que se está extendiendo cada vez más por distintos territorios, afectando a un mayor número de animales, por lo que está aumentando su relevancia y, en consecuencia, sus repercusiones.
De ahí la importancia de que los cuidadores conozcan la existencia del gusano parásito que la causa y sepan cómo actuar si lo descubren en su animal. Hablamos de la thelaziosis ocular canina en el siguiente artículo.
Qué es la thelaziosis ocular
La thelaziosis ocular es una enfermedad que se considera emergente en nuestra zona. Se ha extendido desde los países asiáticos y la causa la presencia, en uno o ambos ojos, de gusanos nematodos del género Thelazia, en concreto de la especie T. callipaeda.
Además de los daños que puede provocar en los animales (mamíferos, especialmente carnívoros), hay que saber que es una enfermedad con la capacidad de afectar, también, a las personas.
El gusano llega al ojo del mamífero mediante un vector, que son los machos de las moscas de la especie Phortica variegata, conocidas como moscas de la fruta, que se alimentan de las secreciones oculares.
En el ojo se disponen bajo el tercer párpado, los conductos nasolacrimales, los sacos conjuntivales y los conductos excretores de las glándulas lacrimales. Las moscas, al alimentarse, ingieren larvas, que maduran hasta su fase infecciosa, que es la que invade el ojo del mamífero cuando la mosca se vuelve a alimentar.
Las complicaciones de esta enfermedad están en la elevada longevidad del parásito, la baja reacción defensiva del animal, la alta tasa de reinfección y la existencia de reservorios entre los animales salvajes.
Qué perros tienen thelaziosis
La thelaziosis ocultar puede afectar a cualquier perro, pero se considera que corren más riesgo los ejemplares de mayor tamaño, pues son los que suelen pasar más tiempo en el exterior y, por lo tanto, en contacto directo con las moscas transmisoras del parásito.
Signos clínicos de thelaziosis
La sintomatología que provocan los gusanos aparece entre 1-2 semanas después de la infestación. Por suerte, son bastante evidentes, es decir, fáciles de detectar para el cuidador. Destacamos los siguientes:
- Conjuntivitis de mayor o menor gravedad.
- Picor más o menos intenso.
- Secreción ocular, de serosa a mucosa o mucopurulenta, y lagrimeo (epífora).
- Movimientos de los párpados (blefaroespasmo) e inflamación (blefaritis).
- Úlceras (heridas) en la córnea, normalmente relacionadas con el rascado.
- Inflamación de la córnea (queratitis).
- Pérdida de pelo alrededor de los ojos, también asociada al rascado.
Diagnóstico de la thelaziosis
Si sospechamos que nuestro perro puede padecer thelaziosis, debemos acudir al veterinario, incluso si la sintomatología es leve, pues no tratar puede llevar a complicaciones y daños de importancia.
Este profesional examinará los ojos del animal. Los gusanos pueden verse directamente al separar el párpado inferior. Son filiformes, blanquecinos y miden entre 6 y 17 mm, siendo las hembras algo más grandes. En otras palabras, al diagnóstico se llega por la observación directa del parásito.
Pero hay que tener en cuenta que los gusanos no siempre son visibles. En esos casos, el veterinario puede sospechar thelaziosis por la sintomatología, la época del año, las condiciones de vida del perro, etc.
Tratamiento de la thelaziosis
El veterinario puede extraer directamente los gusanos que localice en el ojo, con mucho cuidado y utilizando unas pinzas especiales o bastoncillos y suero fisiológico. Además, habrá que administrar un fármaco contra estos gusanos, lo que puede hacer el veterinario mediante una inyección subcutánea. La dosis puede repetirse o administrarse por vía oral.
Unas semanas después, conviene volver a consulta para una revisión, por si todavía persistiesen parásitos o se hubiese producido algún daño en el ojo. Es muy habitual que se produzca la reinfestación, ya que las moscas transmisoras no se pueden eliminar por completo del entorno.
También se puede complicar el cuadro con la aparición de infecciones bacterianas secundarias o úlceras en la córnea, afecciones que habría que diagnosticar (realizando cultivos o aplicando fluoresceína) y tratar.
Prevención de la thelaziosis
Como no va a ser posible eliminar todas las moscas de la fruta que pueden transmitir los parásitos, se recomienda administrar antiparasitarios específicos contra ellos de forma regular. La frecuencia dependerá del producto escogido.
A nivel ambiental, de ser posible, deberíamos evitar exponer al perro a las moscas o, al menos, reducir su presencia, por ejemplo, recogiendo la fruta madura que puede caer al suelo o permanece en los árboles o retirando la materia orgánica. La presencia de estas moscas es mayor en los meses de mayo a noviembre, aunque depende de cada zona.
Sería en este intervalo temporal en el que no deberíamos pasear al perro en las horas de luz ni dejarlo en el exterior. Incluso, de ser factible, podríamos protegerlo poniéndole gafas específicas para perros. También conviene revisar los ojos con frecuencia y acudir al veterinario al menor signo.