Orejas de zorro, agilidad de gato y valentía de león. Así se puede describir a esta variedad de pequeños canes orientales. A pesar de su precioso aspecto, los ejemplares de esta raza se caracterizan por tener una personalidad fuerte y por ser grandes guardianes del hogar. ¿Habías oído hablar antes de los Shiba Inu?
No son solo “perros de batalla”, pues en el ámbito doméstico suelen ser tranquilos y adaptarse bien a todos los entornos. No en vano se convirtieron en los perros de compañía más populares de Japón. Sigue leyendo para adentrarte en el mundo de esta raza ancestral.
Datos básicos
- Tamaño: entre 34 y 42 cm de altura
- Peso: entre 7 y 10.5 kilos
- Esperanza de vida: entre 13 y 16 años
- Ideales para: familias; labores de caza; el ambiente doméstico; como perro guardián.
Historia del Shiba Inu
Empleados originalmente para la caza de aves y jabalíes, la antigüedad de esta raza se remonta al siglo III a.C. En aquella época solían moverse entre la maleza para espantar a las presas y que los cazadores pudieran atraparlas más fácilmente con redes o flechas. De hecho, una teoría asegura que su nombre deriva de esta acción, pues “Shiba” – en japonés- significa «arbustos» o «matorrales», mientras que “Inu” se traduce como «perro».
Durante cientos de años estos canes vivieron en las regiones rurales de Japón y no fue hasta el siglo XX que comenzaron a ser conocidos en el resto del mundo. Los Shiba Inu estuvieron a punto de desaparecer al finalizar la II Guerra Mundial, debido a las durísimas condiciones en las que quedó el país nipón tras la contienda. Afortunadamente, a partir de la década de los 60, comenzaron a establecerse programas de crianza para evitar su extinción. En la actualidad son muy valorados no solo en Japón, sino también en otros países como Australia o EE.UU.
Características físicas que definen a un Shiba Inu
Los Shiba Inu tienen un cuerpo compacto, armónico y musculoso. El cuello es más bien corto y de grosor considerable, mientras que el lomo se presenta resistente y poderoso, muy recto entre sus hombros y la base de la cola. Tienen un pecho profundo y el vientre está bien retraído. Las patas son cortas y rectas, con dedos muy juntos, de manera similar a los gatos. La cola es gruesa y la llevan enroscada sobre el lomo.
El tamaño del cráneo está en proporción con el resto del cuerpo. Destaca su frente amplia, chata y ligeramente arrugada. Los ojos, que ofrecen una expresión de concentración y de confianza, tienen una forma triangular y están moderadamente hundidos; el color más habitual es el castaño oscuro. El hocico, redondo y no muy largo, finaliza en una trufa oscura, mientras que las mandíbulas ofrecen un aspecto vigoroso. Las orejas son pequeñas y triangulares.
El manto de los Shiba Inu es de doble capa: una interior suave y abundante y una externa, recta y de textura rígida. El pelo suele ser más corto en la cara, en las orejas y en las patas, mientras que en la cola crece bastante a la vez que adopta forma de brocha. El color del subpelo suele ser el crema, el beige o un gris claro, mientras que el pelaje externo puede ser rojizo anaranjado, sésamo (rojizo con las puntas del pelo más negras) o urajiro (color crema con blanco en el vientre).
¿Cómo es su temperamento?
Es un perro leal, devoto y atento con todos los miembros del hogar. Se lleva bien con niños pequeños, siempre que hayan crecido juntos y asumiendo que los primeros sepan tratar adecuadamente a un can. El respeto de su espacio es fundamental para un Shiba Inu, pues protegerá con celo sus juguetes, su comida y su territorio dentro de casa.
Por otro lado, suele ser bastante tozudo y, por ende, difícil de entrenar. Su sentido de la independencia y su instinto de territorialidad hace que no siempre estén dispuestos a complacerte. Deberás tener paciencia para instruirles de forma correcta. Justamente por esta razón no se recomienda la adopción de uno de estos canes a personas inexpertas o con una personalidad demasiado permisiva.
Con los desconocidos se muestran bastante desconfiados y ariscos, por lo que son buenos protectores tanto de su familia como del hogar. Su carácter dominante también podría llevarles a atacar a otros perros, especialmente si son machos no esterilizados.
¿Qué cuidados requiere un Shiba Inu?
Pese a que pierden pelo constantemente, uno o dos cepillados serán suficientes para mantener esta caída controlada. Sin embargo, durante sus dos mudas anuales, la pérdida se intensifica. En estas épocas deberás recurrir a la escoba o a la aspiradora, pues el cepillado no evitará que el pelo suelto se acumule.
Los Shiba Inu son canes naturalmente limpios, que desprenden muy poco olor. Los baños solo se requieren cada 3 o 4 meses, pues de lo contrario se debilita la capa de grasa natural de su piel. Sus uñas deben cortarse cada dos o tres semanas y es algo que no les gusta nada de nada. Tendrás que habituarle desde pequeño. Sus orejas también tienen que revisarse semanalmente para detectar posibles signos de infección.
Aunque pueden adaptarse bien a vivir en pisos de ciudad o en casas pequeñas, el ambiente ideal para estos perros es un hogar con jardín. Para mantenerse equilibrados necesitan – al menos- 20 minutos de ejercicio al día. Si no cuentas con un patio, una larga caminata por el parque será una buena alternativa. Eso sí: siempre debe salir con correa para evitar que persiga a otros canes más pequeños, a gatos o a aves. Por cierto, los collares tampoco le gustan demasiado.
Particularidades de salud de la raza Shiba Inu
El quilotórax es una enfermedad que se ha relacionado a menudo con ejemplares de Shiba Inu. Es un padecimiento que consiste en la acumulación de líquido en la zona intratorácica, lo que puede derivar en lesiones malignas y tumores cancerígenos.
Otras afecciones con alta incidencia en la raza son la atrofia progresiva de retina, el glaucoma y los ataques de epilepsia. Finalmente, pueden verse afectados por luxaciones patelares en las rodillas y por las displasias de cadera. Ambas condiciones son hereditarias y pueden limitar seriamente su movilidad.