Los perros de más edad pueden ver deteriorada su movilidad o sufrir diferentes patologías que afectan a este aspecto. Aunque estas patologías pueden ser degenerativas e incurables, es posible tratarlas para mejorar el bienestar del perro. No hay que resignarse a pensar que son molestias inevitables de la edad.

Es en este momento en el que las técnicas de rehabilitación resultan fundamentales para mantener la calidad de vida del perro durante el mayor tiempo posible. Hablamos de la rehabilitación en perros mayores en el siguiente artículo.

Papel de la rehabilitación y la fisioterapia

En los perros de edad avanzada suelen confluir una serie de factores que afectan y dificultan su movilidad, como son la vida más sedentaria, la obesidad y la pérdida de masa muscular. En estos tres factores pueden influir la rehabilitación.

Las diferentes técnicas de rehabilitación y fisioterapia forman parte de un programa de tratamiento que, además de estos ejercicios, también incluye el cuidado de la alimentación, el control del dolor, la atención a otras enfermedades o la intervención quirúrgica, de ser necesaria.

Las técnicas de rehabilitación y fisioterapia comprenden masajes, láser, acupuntura, terapia térmica, estiramientos, magnetoterapia, hidroterapia, electroestimulación, etc. Todas ellas pueden mejorar el bienestar del perro anciano ante enfermedades degenerativas o propias de la edad, como la artrosis, la debilidad muscular o los problemas en las articulaciones, además de prevenir estos daños.

Por supuesto, solo los veterinarios pueden decidir qué tratamientos son los más adecuados atendiendo a las particularidades de cada caso. Estas técnicas carecen de efectos secundarios, son poco invasivas y pueden ayudar a reducir o incluso suprimir las dosis de fármacos, como los antiinflamatorios, que sí pueden tener efectos secundarios.

Beneficios de la rehabilitación

Los cuidadores pueden esperar de la rehabilitación en perros de edad avanzada diferentes beneficios, que pueden alcanzarse antes o después, según cada caso. Lógicamente, el perro no va a recuperar la actividad propia de su juventud, pero sí tendrá menos dolor y una mejor calidad de vida. Estos son los beneficios más destacados:

  • Disminución del dolor, lo que ayudará a mejorar la movilidad del perro y a favorecer que pueda practicar ejercicio suave, adaptado a sus circunstancias.
  • Reducción de la inflamación, que también va a favorecer la movilidad, mejorando la calidad de vida.
  • Control de la atrofia muscular, pues con las técnicas de rehabilitación es posible aumentar el tono muscular, la flexibilidad y la fuerza, que se ven afectados por la disminución de la movilidad, que genera distensión y rigidez en los músculos.
  • Estimulación de la psicomotricidad, facilitando que el perro realice sus actividades cotidianas con independencia y mayor facilidad y comodidad.
  • En general, la estimulación que proporcionan estas técnicas también repercute en el cerebro del perro, favoreciendo el mantenimiento de la función cognitiva y retrasando su deterioro.

Cómo hacer la rehabilitación

Si pensamos que a nuestro perro le pueden beneficiar las técnicas de rehabilitación y fisioterapia, el primer paso es acudir a nuestro veterinario de confianza. Cuando los perros se hacen mayores, aproximadamente a partir de los 8 años de edad (aunque depende mucho del tamaño y de la raza), debemos acudir a revisiones veterinarias un par de veces al año.

En ellas se pueden detectar patologías que requieran rehabilitación. Normalmente, es este profesional el encargado de prescribir estas técnicas en cuanto detecte que pueden ser beneficiosas para el perro. El procedimiento es el siguiente:

  • Con todas las pruebas necesarias hechas y el diagnóstico del veterinario, suele derivarse el caso a otro veterinario, esta vez especializado en la aplicación de rehabilitación y fisioterapia. Es decir, hace falta tener un diagnóstico antes de iniciar este tratamiento.
  • Debe acudirse siempre a profesionales titulados y especialistas en este ámbito. Por suerte, la difusión de estas técnicas en los últimos años hace que cada vez existan más veterinarios formados para realizarlas e incluso centros especializados en rehabilitación y fisioterapia.
  • El veterinario especialista será quien se encargue de establecer un plan de trabajo. Las sesiones pueden desarrollarse en alguna clínica o incluso en el propio domicilio.
  • Dependiendo de cada caso, pueden necesitarse sesiones puntuales o de por vida, con mayor o menor frecuencia.
  • En principio, se harán sesiones para mejorar el problema concreto que presente el perro y, después, se pasará a una fase de mantenimiento.