¿Te gustaría salir a pasear con tu gato? ¿Qué beneficios crees que le aportaría esta acción? Aunque los felinos son más miedosos y recelosos cuando de salir al exterior se trata, está comprobado que los paseos contribuyen a enriquecer su vida y a estimular sus capacidades cognitivas. Sin embargo, no todos los gatos se prestan a salir a la calle.
De acuerdo con los etólogos, los mininos que muestran interés por el exterior y los que, como los orientales, tienen tendencias escapistas son los más indicados para ser adiestrados en este sentido. Los paseos les permiten respirar aire fresco, familiarizarse con olores, texturas y sonidos distintos mientras juegan y exploran en un entorno desconocido.
El paso a paso ideal para las salidas con tu gato
Como decimos, antes de plantearte salir a la calle con tu gato deberías observar su comportamiento y reparar en cuáles son sus reacciones cuando tiene contacto con los estímulos que recibe del exterior. No debería preocuparte que se muestre huidizo, porque el resultado, en su caso, sería contraproducente. La salida le causaría estrés.
Si, por el contrario, sospechas que le vendría bien y que sería bien acogido por él, será el momento de equiparte con un buen arnés y correa y de iniciar el adiestramiento. Siempre es preferible abordarlo en gatos jóvenes, ya que los de edad avanzada suelen estar menos interesados en recibir estimulación y podrían estresarse.
Ten presente que se trata de un proceso y como tal requiere calma y paciencia por tu parte, tu mascota será la que marque los tiempos, siendo la preparación y la primera salida las más importantes por su impacto en la memoria del animal. Debes esforzarte en que esta experiencia sea lo más segura, estimulante y amena posible para tu gato.
Este es el paso a paso que deberías seguir para lograr que los paseos en el exterior logren el efecto deseado en tu mascota.
Planifica tu primera salida
Ir organizando la logística y los horarios más compatibles con el bienestar de tu minino es un acertado punto de partida. Mide el pecho de tu mascota y hazte con un arnés y correa con los que se sienta cómodo. En el mercado hallarás infinitas posibilidades, siendo las de nailon de las más recomendables por su relación calidad-precio.
Por lo general, salvo los gatos de talla grande o gigante que deberían optar por los productos destinados a los perros pequeños, en el caso de los gatos de tamaño mediano sería suficiente con la talla estándar.
Está comprobado que el arnés resulta más seguro y adecuado que el collar, ya que, por un lado, previene las lesiones en la tráquea que pueden derivas en dificultad para deglutir, y por otro, favorece que la fuerza que el animal ejerce se reparta por igual entre hombros, pecho y abdomen.
Así, no puede zafarse y eliminamos el riesgo de atropellamiento. Te desaconsejamos las correas retráctiles porque pueden hacerle daño. Las de rastreo para perros van bien cuando lo que quieres es moverte por un espacio reducido como, por ejemplo, un jardín o un parque y te será más sencillo sacarlo si se esconde entre los arbustos.
Si tu gato disfruta de los paseos y camináis, te aconsejamos que optes por una correa extensible. Igualmente, deberás planificar qué horarios pueden ser los más tranquilos para emprender esta aventura. Evita las zonas con tráfico y con mucha afluencia de gente.
Inicia la educación en casa
Una vez completado el primer paso, deberás comenzar a familiarizar a tu compañero peludo primero con el arnés y después con el arnés y la correa. Hacerlo en casa le restará presión, ya que se encuentra en un territorio que le es conocido y se mostrará más colaborativo. Deja que lo huela, que se acerque y que incluso juegue con él.
Colócale el arnés y deja que se mueva con normalidad por casa. Prémialo con su snack o golosina favorita y repite la rutina al día siguiente. Si se muestra reacio, déjalo para otro día. Cuando ya esté interiorizado el uso del arnés, añade la correa. Dale la libertad de actuar a su antojo con ambos dispositivos puestos y emplea el refuerzo positivo al acabar.
Elige el día
Cuando consideres que ya tiene integrado el uso del arnés y de la correa, será el momento de elegir el día de la primera salida. Te aconsejamos que selecciones un día sin lluvia y que no te fijes expectativas. Pese a que en casa se haya comportado con normalidad, es posible que a la hora de la verdad la salida resulte estéril. No lo castigues ni le reprendas.
Llévalo en brazos o en un transportín y colócalo en una zona con una pared próxima, le proporcionará seguridad y al cabo de unos minutos es posible que lo encuentres explorando la zona. Con 5 minutos será suficiente. Prémialo. Disponer de este transportín es más que recomendable. Siempre que lo necesite podrá recurrir a él y esto lo tranquilizará.
Repite con cierta regularidad
Si la primera experiencia ha sido positiva y tu gato se ha concedido el permiso de conocer un nuevo escenario de juego y aprendizaje, deberás continuar con esta rutina y programar más salidas. Repite el mismo lugar y a medida que se vaya soltando prueba con distancias más alejadas de casa, siempre que se trate de zonas verdes y tranquilas.
Tips para que todo vaya sobre ruedas
Teniendo en cuenta todo lo que ya te hemos expuesto, ya te haces una idea de cómo deberías proceder para organizar y poner en práctica con todas las garantías estas salidas. Sin embargo, a modo de resumen queremos recopilarlas para facilitarte recordarlas. Toma nota, esto es lo que deberías hacer:
- Otorgar el protagonismo al gato para que sea él quien marque los tiempos si consideras que salir al exterior será positivo para él.
- No tirar de la correa ni obligarle a caminar en una dirección en concreto. Deberás caminar tras él acompañándole, no delante de él.
- No castigar o gritar al animal si los resultados no son los esperados por ti. Los gatos no necesitan per sé salir al exterior a pasear como sucede con los perros.
- Evitar las zonas y los horarios con mucho ajetreo de gente y coches.
- Permanecer atentos a los posibles encontronazos, por ejemplo, con perros.
- Estar vigilante si salta a un árbol y la correa se enreda. Podría hacerse daño.
En definitiva, el mensaje que queremos trasladarte es que las salidas al exterior son un interesante recurso de enriquecimiento ambiental que contribuirá a mantener activo, feliz y equilibrado a tu gato. Sin embargo, si no está interesado en esta aventura o si el resultado no es el que esperabas, no debes preocuparte. Entra dentro de la normalidad.