La inflamación de las encías o gingivitis es un problema de salud bastante frecuente en los gatos, sobre todo a partir de los 4-6 años de edad. Provoca dolor, sangrados, infección, caída de piezas dentales y, en definitiva, dificulta la alimentación y el aseo del animal, mermando su calidad de vida.

Por supuesto, es una enfermedad que requiere tratamiento veterinario de inmediato. Pero, mejor que tratar o para favorecer la recuperación, podemos adoptar algunas medidas orientadas a prevenir la gingivitis en gatos. Las explicamos en el siguiente artículo.

Factores de riesgo de gingivitis

La prevención de la gingivitis en los gatos debe comenzarse lo antes posible. Para saber qué podemos hacer para evitar esta enfermedad es importante que reconozcamos cuáles son los factores de riesgo que favorecen su aparición.

De esta forma, es posible identificar  aquellos sobre los que podemos influir. Otros serán inevitables. Destacamos los siguientes:

  • Factores dietéticos: se sabe que influyen directamente sobre la salud dental. Así, los gatos que se alimentan en exclusiva de dietas húmedas o mixtas, es decir, combinadas con pienso, tienen un mayor riesgo de sufrir gingivitis que aquellos ejemplares que consumen solo alimento seco.
  • Carencias en la higiene dental: pocos son los cuidadores que se encargan de limpiar los dientes de su gato, lo que aumenta el riesgo de que se produzca gingivitis.
  • Comportamiento de caza: los gatos que desarrollan habitualmente conductas de caza parecen tener un menor riesgo de padecer gingivitis.
  • Babeo: algunos gatos se baban mientras son acariciados y se ha vinculado esta acción con un mayor riesgo de gingivitis.
  • Coloración naranja del pelaje: se ha comprobado una asociación entre este color y un aumento del riesgo de gingivitis, por lo que podría existir una predisposición genética.
  • Edad: el riesgo aumenta a medida que el gato va cumpliendo años, especialmente a partir de los 4-6.
  • Enfermedades: algunas enfermedades provocan gingivitis, como las inmunológicas, la renal, la inmunodeficiencia felina, la diabetes, etc.

Alimentación

Los datos de los que se dispone en la actualidad, como hemos explicado, apuntan hacia la administración de dietas secas para intentar prevenir la gingivitis. Incluso se comercializan algunas específicas para el cuidado dental, con ingredientes que favorecen la higiene de la dentadura y un tamaño ideal para promover una limpieza mecánica.

Pero hay que ser conscientes de que esta alimentación en exclusiva puede generar otros problemas de salud, como enfermedades en el tracto urinario. Otra opción es recurrir a los premios que se comercializan diseñados para el cuidado dental, pero es importante fijarse en que cuenten con la aprobación de organismos veterinarios especializados en odontología.

Esta certificación es la que va a garantizar su eficacia. Igualmente, algunos suplementos pueden estar indicados, siempre siguiendo el criterio del veterinario. Un ejemplo son los ácidos grasos omega 3 por su papel contra la inflamación.

Higiene dental

Nos referimos al cepillado de los dientes todas las veces que sea posible o, al menos, un mínimo de tres veces por semana. Esta higiene debe hacerse únicamente con cepillos y pasta de dientes específica para gatos. No podemos usar productos para humanos, pues podrían resultar tóxicos.

Conviene acostumbrar al gato desde pequeño. De adulto ya será más difícil que se deje manipular. Una opción que puede ser más aceptable para estos gatos es utilizar, en vez de un cepillo convencional, uno de dedo o incluso solo una gasa con la que envolveremos nuestro dedo para masajear dientes y encías.

Hay que tener en cuenta que si el procedimiento le provoca al gato un elevado estrés estará perjudicando su sistema inmune, lo cual es contraproducente para su salud. Por este motivo, se deberán valorar las ventajas y los inconvenientes del cepillado dental.

Limpiezas dentales profesionales

En algunos casos, puede estar indicado realizar una limpieza dental mediante ultrasonidos, una intervención veterinaria que se hace con anestesia general. Ayuda cuando ya hay gingivitis y actúa a modo de prevención para controlar el avance de la enfermedad. Por supuesto, estas limpiezas solo pueden decidirlas y realizarlas los veterinarios.

Control veterinario

Acudir con regularidad a revisión veterinaria puede ayudar a detectar la gingivitis en las primeras etapas, así como otras enfermedades que pueden contribuir a su aparición. Además, si detectamos cualquier signo compatible con la gingivitis, como renuencia a comer, hipersalivación, pérdida de dientes, etc., debemos consultar con el veterinario. Intervenir cuanto antes puede evitar que la enfermedad progrese y se agrave.

Estrés

Los gatos son animales fácilmente estresables y son muchos los desencadenantes potenciales. Una mudanza, un ruido fuerte, cambios de mobiliario o la llegada de un nuevo miembro a la familia pueden provocarles una situación de estrés con repercusiones en su salud. Evitarlo ayuda a mantener un sistema inmune fuerte, lo que reducirá el riesgo de sufrir gingivitis y otras enfermedades.